Capítulo 18

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Advertencia: contiene escenas +18 (esta vez la frase sí era para avisar jajaja seguro que algún día se me olvida ponerla)


Después del día en el lago, empecé a observar a Daniel con mayor atención

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Después del día en el lago, empecé a observar a Daniel con mayor atención. No solo me gustaba más como amigo, sino también como persona, y eso era peligroso. Especialmente si lo juntábamos con todas las veces que nos reuníamos a solas y nos quitábamos la ropa.

Yo no quería un novio, y Daniel tampoco quería una novia. Por eso mismo debía mantener mis sentimientos a ralla y evitar que fuesen a más. Especialmente con él si quería conservar mi lugar en casa de los Black.

—Pásame una cerveza —pidió Jessica, mirando directamente a Daniel.

Habíamos ido en grupo a una fiesta en un descampado, de la que no me fiaba mucho que fuese legal. Por eso mismo me había negado a tomar lo más mínimo de alcohol, por si la policía aparecía por allí, que al menos me pillasen serena.

Cassie no había podido venir. Seguía castigada, o más bien bajo mucha vigilancia. Después del susto con la pastilla sus padres no la dejaban salir. Había ido a pasar alguna tarde a su casa para hacer los deberes juntas. Daniel me había dejado y luego Cristina me había ido a recoger, y la verdad es que extrañaba su presencia allí. De todo el grupo, exceptuando a Daniel, era la persona a la que más me había acercado.

—Tienes piernas —gruñó éste.

Sin embargo, se acercó a una nevera de playa y sacó una lata que no tardó en llevársela. Había bastantes personas en aquel descampado, la mayoría compañeros del instituto, y algunos que parecían más mayores. Los coches alumbraban con las luces y también servían para ambientar con música. La verdad es que estaba algo emocionada, porque nunca antes había ido a una fiesta así, al aire libre.

Jessica abrió la lata y brindó hacia Daniel, que volvió a sentarse a su lado. Estábamos en un banco de madera improvisado, con Ashley y Logan, que también tomaban otra cerveza. De hecho, éste último iba ya por la quinta, pero Daniel era el encargado de conducir esa noche.

Cuando Logan terminó la última cerveza apretó la lata con la mano, estrujándola y llamando nuestra atención. Especialmente porque se puso de pies de un salto.

—¿Estás bien? —Preguntó Ashley, que también estaba un poco mareada.

Él se volvió unos segundos para mirarla y asentir.

—Perfectamente —contestó.

Y acto seguido caminó directamente hacia mí, quedándose de pies. Me dio la sensación de que se tambaleaba un poco.

Escuché la risa de Jessica, pero no le presté demasiada atención. Quizás deberíamos haberle quitado la cerveza antes...

—Emily —dijo muy alto, casi gritando, e interrumpiendo mis pensamientos—. No me he atrevido a decírtelo antes, pero me gustas. Me gustas mucho.

Hazme Olvidar ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora