*Este capítulo contiene escenas +18*
CAPÍTULO 8
—¡Espera! —Exclamé—. ¿Dónde narices me estás llevando?
Daniel no se volvió y continuó tirando de mí.
—Tranquila, preciosa. Es seguro.
¿Y cuál era exactamente su definición de seguro? Pero en lugar de llevarme hasta el final del callejón, se dirigió a una pequeña puerta apenas iluminada que había en un lateral del edificio. De no ser porque él nos llevaba hacia ella, no me habría apenas fijado.
Pegó unos cuantos golpes y, segundos después, un tipo extremadamente alto y musculoso la abrió. Madre mía, ¿pero dónde narices estábamos?
—Llegas tarde —bramó, pasando sus ojos de Daniel hacia mí.
Sin miramientos él me empujó para que entrara la primera, y el señor roca se hizo a un lado.
—Problemas familiares —explicó, como si eso fuese suficiente.
—¿Y ella?
Sentí un escalofrío recorrerme, pero Daniel colocó la mano en mi cintura y pegó su cuerpo al mío.
—Viene conmigo, ¿no es obvio?
El hombre pareció aceptarlo a regañadientes, porque gruñó y cerró la puerta detrás de nosotros. Mientras nos alejábamos por un pasillo con una luz fluorescente y parpadeante, le escuché gritar:
—¡La próxima vez no te dejaré pasar, Black!
Detrás de mí, todavía con una mano sobre mi cintura, Daniel soltó una sonora carcajada. Una que, sin embargo, no tenía ningún tipo de maldad.
—¡No te lo crees ni tú, Sami!
Espera, ¿aquellos dos eran amigos? A juzgar por cómo se rió el hombre, así era.
Y, ¿esa pedazo roca se llamaba Sami? El gato de mi amiga Reese se llamaba Sami, y era una bolita suave, peluda y adorable.
—Tranquila —susurró Daniel mientras continuábamos avanzando a través de aquel pasillo, en el que por cada paso había más objetos y cajas rodeándonos—. Es un buen tío.
Claro que sí. Justo como tú.
Llegamos a una segunda puerta, desde la cual podía percibir el sonido ahogado de una música estridente y voces. No había que ser un genio para darse cuenta de que, en realidad, estábamos en una salida de emergencia de un bar o una discoteca. ¿Acaso Daniel tenía contactos para entrar a pesar de tener dieciocho años? De haberlo sabido, me hubiese traído mi carnet de identidad falso.
Cuando pensé que abriría la puerta, colocó la otra mano en mi cintura y me hizo girar. En menos de dos segundos mi espalda estaba contra la fría superficie y su rostro a escasos centímetros del mío, mientras notaba cómo se clavaban los dedos en mi piel, por debajo del top negro que estaba usando.
—Como digas algo de lo que veas esta noche, lo pagarás muy caro —me aseguró, bajando la cabeza hacia mí y manteniendo nuestras miradas unidas.
Parecía una amenaza, pero su tono dejaba mucho que desear para serlo.
Me revolví bajo su agarré, aunque no me soltó. Alcé la barbilla, provocando que nuestras narices chocaran, y susurré:
—Entonces, ¿por qué me has traído?
Sus ojos relampaguearon y, cuando pensé que no contestaría, dijo:
—Porque creo que puedo confiar en ti.
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Hazme Olvidar ©
Novela JuvenilHISTORIA +18 || Emily ha sufrido mucho. La muerte parece acecharla, y solo quiere escapar de ella. Pero cuando no lo logra, es enviada a vivir con los Black. Y con el estúpido, prepotente e idiota de su hijo, Daniel Black. Sin embargo, Daniel parec...