Capítulo 36

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Jessica, Ashley, Cassie, Mila y Thomas vinieron al siguiente concierto de Olvido 5. Los padres de Daniel habían quedado con unos amigos, pero nos aseguraron que pasarían a recogernos. No se terminaban de fiar del ambiente de la discoteca, a pesar de que no era la primera vez que íbamos y de que nuestros amigos nos acompañaban.

Sami nos coló por la puerta trasera, como hacía siempre con Daniel y conmigo, y dejamos al grupo preparándose mientras nos acercábamos a la barra.

—¡Qué guay! —Exclamó Mila, mirando a su alrededor—. Hacía tiempo que quería entrar en esta discoteca.

La música sonaba fuerte y las luces relampagueaban. Todavía no se había llenado por completo y podíamos movernos con libertad, pero cada minuto que pasaba entraba más gente. Sabría que sería así hasta que comenzara el concierto. De hecho, habían tenido que controlar el aforo.

La última vez se quedaron fuera cerca de cien personas. ¡Cien! Olvido 5 estaba caminando en el paseo que llevaba a la fama, y ellos ni siquiera parecían notarlo. Supongo que, cuando vives un sueño, es más difícil que tú mismo te hagas a la día de lo que estás logrando.

—¿Queréis ir a primera fila a verlo, o bailar? —Preguntó Logan por encima de la música.

Ashley tomó su mano rápidamente.

—¡Bailemos! —Exclamó, tirando de él hacia el fondo.

Cass y yo compartimos una mirada risueña mientras Jessica ponía los ojos en blanco. Cada día que pasaba aquellos dos estaban más unidos.

Nos movimos al fondo de la discoteca, el lugar donde nunca había estado, pero me sentí bien junto con mis amigos. Estuvimos bailando un buen rato, mientras la sala se llenaba de gente y la música aumentaba de volumen.

—Oye, tengo sed —comencé a decir cuándo se acercó la hora del concierto, volviéndome hacia Cass—. ¿Queréis algo de beber?

Solamente ella, Mila y Jessica me escucharon. Cuando quise darme cuenta, Ahsley y Logan se estaban metiendo la lengua hasta la campanilla, con las bocas y los cuerpos sumamente pegados.

Madre mía.

Les dejamos allí a lo suyo y nos acercamos juntas a la barra. James tardó bastante más atendernos de lo que estaba acostumbrada. Había mucha gente intentando pedir, y no estaba en mi sitio de siempre. Subrayó eso mismo cuando me incliné a pedir dos Gin tonics, una cerveza y un Malibú con Piña.

—¿Cómo tú por aquí? ¿Ya no te gustan las vistas del frente?

Lancé una rápida mirada al escenario donde los instrumentos ya estaban colocados y los chicos saldrían en breves.

—Hoy he venido con amigos —expliqué.

Jessica compuso una de sus mejores sonrisas, y James asintió. Nos sirvió nuestras bebidas y deseó suerte para la noche, guiñándonos un ojo antes de continuar con su trabajo. Todavía nos quedaba regresar con Logan y Ashley, pero nos quedamos un poco más allí tomando la bebida tranquilamente.

—El camarero es muy guapo —comentó Jessica, observándole tras la barra mientras atendía a otras personas—. ¿Cómo se llama?

Di un sorbo al Gintonic antes de posarlo de nuevo. Ese día lo había cargado demasiado, y mira que yo aguantaba.

—James. ¿Quieres que te lo presente?

Jess ladeó la cabeza pensativa. ¿Eso era un sí? Según tenía entendido había quedado al día siguiente con el capitán del equipo de fútbol para una cita, y corría el rumor de que Simon Spencer quería invitarla a la fiesta de graduación.

Hazme Olvidar ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora