Capítulo 17

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Petter:

   Sigo sin poder superar que Natti haya aceptado salir. No es que le haya dejado otra opción, pero igual me alegra mucho que esté aquí conmigo.

    -¿Me vas a decir dónde estamos?-

    -¿Puedes seguir caminando sin preguntar?-

    -Me perturbas, no sé si me quieres secuestrar o algo parecido-

    -Siempre existe la posibilidad- la miré de reojo para observar su reacción, pude notar que se ruborizó y empezó a observar más a fondo el pasillo por el cual estábamos pasando.

    -Me dijiste que te gustaba bailar ¿O me equivoco?- le pregunté.

    -Me gusta bailar, más no lo sé hacer. ¿Eso que tiene que ver con éste lugar? ¿Dónde estamos?-

    -Te dije que donde los sueños se hacen realidad, sé que tu sueño es ser bailarina. Así que, te traje a la academia de danza donde yo me formé- justo en ese momento atravesamos una puerta corrediza de cristal.

   Dejando a la vista el salón de ensayos, Natti abrió mucho los ojos. Había gente, poca pero las más importantes, mis amigos estaban allí, junto con la instructora de baila.

    -¿Por qué me trajiste aquí? Yo no sé bailar, es inútil- me dijo queriendo volver por la entrada.

    -Espera- la tomé por el brazo -¿no te gusta el lugar?-

    -Claro que me gusta, todo está muy lindo, y esas personas de allá bailando rítmicamente me llaman la atención. Pero es obvio que no es mi lugar, yo no sé bailar ni la canción de Feliz cumpleaños-

    -Natti por Dios, esa canción no se baila-

    -Por eso mismo, como sea-

    - ¡Chicos!... Qué bueno que vinieron. ¿Qué tal todo Petter?- dijo Karol, la instructora de baile, acercándose a nosotros con una alegría aparentemente real-  Tú debes de ser Natti, Petter me dijo que amas el baile. Pero no lo prácticas-

    -Sí, ehh, de echo si lo practico pero sola en mi habitación, sin ningún tipo de conteo ni orden de los pasos-

    -Buenisímo, con eso es más que suficiente, ven, te enseñaré como trabajamos aquí- Karol nos indicó que la siguiéramos.

    - Vamos, te gustará. Te voy a presentar a los amigos- le dije tomándola de la muñeca para guiarla al centro del salón.

   La sentía un poco nerviosa, y es normal que esté así.

    -Chicos, ella es Natti. Y espero que a partir de hoy quiera venir más seguido a nuestras clases- dijo Karol con cortesía.

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Natti:

   Al principio fué todo muy raro e incómodo, pero luego de saber los nombres de cada uno de los chicos de la academias (o por lo menos los amigos de Petter) me sentí más a gusto. En ningún momento me miraron feo por mi cicatriz ni nada parecido.

   Karol con mucha amabilidad me mostró cada parte de la academia, incluso la segunda planta donde estaba el gimnasio. Cada salón, cada espacio, cada parte de aquel lugar me parecía tan lindo, tan especial, tan mío. No tenía ni dos horas allí, y ya me sentía bien con cada partícula del lugar.

   Luego de conocer las instalaciones Karol y Mike (el capitán de baile de ese grupo) me enseñaron como eran los estilos de baile, el conteo de los pasos, los niveles que habían de velocidad. Y varios puntos importantes para poder empezar a bailar.

   Yo no estaba segura de empezar a bailar de una vez, pero entre los muchachos me convencieron de qué probara la pista de baile.

    -No es difícil, vamos a empezar con la salsa casino. Toma mi mano y sigue mis pasos- me dijo éste mientras tomaba mis manos y me llevaba al centro del salón.

   Es bastante incómodo, estar a una distancia no tan amplia con Petter, sin contar que me da pena enredarme con sus pies y terminar en el suelo.

    -Uno, dos, tres, uno, dos, tres...- repetía mientras me mostraba como tenía que mover los pies.

   Enseguida le agarré el hilo al conteo.

    -Eso, así. Ahora un poco más rápido- me dijo Petter.

   Pero como todo no puede ser bueno, cuando traté de hacerlo más rápido, lo pisé.

    -Discúlpame, no fué a propó...- no me dejó terminar.

    -Silencio, no me importa, sigue bailando-

   Con más nervios que la primera vez, seguimos "bailando". La verdad es que parecíamos pingüinos. Él si bailaba muy bien, pero él hacía el esfuerzo de seguir mis pasos y eso nos hacía ver extraños.

   En otro intento de dar la vuelta mientras bailábamos, pasó lo que se esperaba, me tropecé y casi me caigo. Pero Petter fué veloz y me atrapó en el aire gusto a tiempo.

    -Te tengo- me dijo, mientras yo trataba de esquivar su mirada fija y penetrante. Nos acomodamos y decidí que era mucho por hoy.

    -Ya me cansé, no sirvo para el baile, punto-

    -No vuelvas a repetir eso, claro que sabes bailar, pero te falta práctica. Ya verás que en unos meses bailarás como cualquiera de esta academia-

     -Sí, claro-

   Él guardó silencio. Nos despedimos y finalmente empezamos la caminata de regreso a casa.

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   Holaa, les pido una disculpa por el retraso, he estado ocupada.

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