Perder el Camino

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Rubí veía las cuentas, estaba sorprendida por los números elevados que debían pagar, vio a Julia que se quejaba por el dolor de cabeza, le había preparado todas sus cosas y sufrió por hacer el desayuno, grito, tiro cosas y todo termino en un desastre, todo ese tiempo se quejó.

Le tendió un café negro, un vaso con agua y aspirina, en la mesa le dejo un plato con fruta, la chica parecía destrozada.

― No iré― dice con la voz ronca y un mal aliento.

― ¿Que?

― Mírame como estoy, solo me presentare para el examen y el proyecto.

― Ok.

Decidió dejar a su amiga, fue a la escuela, no podía dejar de pensar en esa chica Esmeralda, era bonita, alta, divertida y genial, le atraía a Rubí definitivamente, comenzó a fijarse en su alrededor, pero no había señales de ella.

― Risotto― la llama el entrenador.

― Es Ru...

― Si, como sea. The Oranges me contactaron, me han dicho que te quieren para su equipo.

Estaba emocionada, feliz, trataba de no sonreírle al entrenador, a él no le gustaba la felicidad de los demás, pero le era imposible, el entrenador se hizo a un lado para que el cazatalentos hablara con ella, The Oranges era uno de los mejores equipos ganadores del futbol americano.

En el departamento, Julia lloraba, extrañaba lo dulce, pero eran caros y apenas podían sostenerse, entonces pasaba su rompimiento cubriéndose con una manta, la cual dejaba en ocasiones para ir a sus exámenes y entregar su proyecto final, pero si tuvo que ir a trabajar, estaba tan mal que cuando se estaba yendo, no quiso limpiar el desorden que había hecho Rubí.

El rubio la veía con lastima y trataba de mantenerla con ánimos, pero eso nunca paso, incluso le quitaba importancia a los gritos de su jefe que antes le fastidiaba.

Al llegar a su departamento, felicito con una media sonrisa a Rubí, que había entrado a un equipo profesional.

Pasaron los días y con el tiempo se fue volviendo rutina, ya había superado a Callum, pero había algo que le inquietaba, no era lo que ella soñaba, se sentía vacía trabajando en la gaceta, sirviendo café, llevando documentos y demás, comenzó a preguntarse a lo que se iba a dedicar después de terminar la escuela, ella realmente ansiaba crear su propia editorial, ¿pero cómo la tendría si no hacía algo al respecto?

Había obtenido experiencia cuando sacaba blogs, entonces dio manos a la obra, no entendía como había sacado el tiempo para la tarea, trabajo y su proyecto, pero lo estaba haciendo, con la laptop anotaba sus ideas y estructuraba la página, de algo debe servir la tecnología, ya habían revistas digitales y ella no sería la excepción, de todos modos tenía planeado en un futuro lejano publicar en físico.

Le contó a Luke sobre sus planes, el rubio le ayudo, se les unió el amigo del ojiazul, Andrew Andrews, pelirrojo y de ojos cafés, se les sumo Rubí que les ayudaba cuando tenía tiempo, y así fue como poco a poco se fue formando la revista, con un blog.

Luke y Julia fueron más regañados que de costumbre en la oficina, Andrew se acercaba a Julia para "hablar" sobre algunas ideas, comentarios en el sitio web u otras cosas, Julia sabía perfectamente a lo que iba con ella, nunca iba con Luke, pero ella no tenía ningunas intenciones con él.

El sitio iba en aumento, se promocionaron en las redes sociales, consiguieron más seguidores y necesitaban a más personas que les ayudaran, Rubí, Luke, Andrew y Julia no se despegaban de sus laptops.

― Ay chicos, deberían de ampliarse― dice Esmeralda, dándole un beso a Rubí.

Rubí al principio se sonrojaba, pero siempre era así con cualquier relación al darse sus primeros besos en público.

Días después entraron a vacaciones de verano, habían terminado un año en la escuela y no paraban de trabajar, Luke había obtenido algunas entrevistas con famosos, preparaban preguntas y se alternaban, Andrew tomaba fotos, pero se fue acumulando el trabajo que ya les era imposible, y Rubí ya no podía seguir ayudando, pues estaba más tiempo con el equipo de futbol americano.

Llevar el nuevo negocio les consumía mucho trabajo que dieron todo de ellos, era normal desvelarse, que tuvieran la vista cansada y ojeras profundas, pero por fin Julia sentía que hacia algo realmente productivo, antes se preguntaba si valía la pena seguir con eso, pues al principio no dio el auge que ellos deseaban, pero todo fue cuestión de tiempo.

― Terminamos― se estira el rubio, viendo a la ojiazul―. ¿Tienes planes para esta noche?― ella cierra su laptop, negando―. Vaya, prácticamente ya vives sola.

Rubí en ocasiones debía salir para jugar o se la pasaba más tiempo con Esmeralda en su departamento. Ambos bostezan y ríen, viéndose a los ojos, poco a poco se fueron acercando, hasta besarse, pero al mismo instante se separaron asqueados, ambos tenían mal aliento del café expreso.

― Yo lo...― intenta pedir perdón Luke.

― No, yo quería, es solo que...― intenta Julia inútilmente de que dejara de ser incómodo. Como deseaba tener unos chicles cerca, hasta sintió el olor del pescado que habían comido juntos hace poco.

― Amm, estaba revisando y podríamos sacar en físico la revista― cambia de tema, alegrando a la chica.

― ¿En serio?― pregunta emocionada y este asiente con una sonrisa de lado― ¡Pues hay que hacerlo! Mañana iremos a ver lo del material, iremos por una imprenta y todo lo demás.

El chico se despide tomando sus cosas y yéndose, julia pasa sus manos por su cara, no podía creer como había ido todo tan rápido.

A la mañana siguiente, Andrew, Luke y ella fueron por las cosas necesarias, buscaron un lugar donde poner su oficina y la imprenta, tardaron meses hasta por fin dar en un lugar, pero hacía falta personal, por lo que Andrew a través de las redes sociales y anuncios, pusieron por lo menos una vacante, no tenían mucho dinero para pagar a más personas.

― Julia― la llama Luke en la entrada de la oficina.

― ¿Si?

― No quería decirte porque no era nada seguro― se rasca la nuca―, pero el jefe me ha dado trabajo en otra parte, y la verdad...

― Ya veo― le interrumpe―, entiendo. Que te vaya bien― se dan un último abrazo.

Él se despide de los demás, uno por uno.

Julia y RubíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora