No Compromisos

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Julia recibe una llamada, era Charlie, llorando, ella despertó a Rubí y le pidió que le prestara las llaves de su auto, esta adormilada se las da, la rubia recoge a su hermano en la estación de autobuses, que estaba acompañado de Aris, ella se extrañó, pero los recogió, llevándolos al departamento.

― ¿Qué paso?― pregunta preocupada.

― Salí del closet, Julia. Soy gay― ella lo ve sin entender―. Se lo dije a papá, creo que no se lo tomo bien, ya no me habla, casi no lo veo en la casa― se suelta a llorar y Aris lo abraza.

Julia y Rubí se vieron, entendiendo la situación, para que la de ojos hazel, sin previo aviso, le pregunto a su hermano si sus padres lo sabían, el de cabello miel oscuro asintió, diciendo que ellos no le dieron mucha importancia y continuaron como si nada hubiera pasado.

― Odio a papá, por eso Michael se fue, por eso nunca nos visitó― dice con coraje el rubio y Julia lo abraza, diciéndole que se puede quedar con ellas hasta que las cosas se calmaran.

Pasaron unas horas, llevaron a Aris a casa, Julia fue a hablar con su padre, quien todavía no digería lo que su hijo menor le había dicho, no le importo que Charlie se quedara con ellas, mientras siguiera yendo a la escuela, Julia trato de no pelear y apoyar a su hermano.

Conforme seguían pasando el tiempo juntos, parecía que volvían a ser los mismos de antes, peleando por todo.

― ¿Te has dado cuenta que Charlie se parece a Luke?― la molesta Rubí, en cambio la rubia le ve con cara de asco, le había arruinado totalmente como veía a Luke.

Charlie fue su pasante sin paga en la editorial, pero debía mantenerlo ocupado en algo o hacia otro desorden en el departamento, ahora ella sentía lo que peleaba Michael con el menor.

Esmeralda entro al lugar, beso a Rubí y se sentó en sus piernas, dejando el almuerzo sobre la mesa.

― Mis padres harán una cena esta noche, y estas invitada.

A Rubí se le detuvo el corazón y olvido como respirar, en su vida ha conocido a los suegros, siempre huía a esa parte, ella no deseaba ni quería hacerlo, pero Esmeralda se levanta de su lugar, le da un último beso y se va, diciéndole que la recogerá, la de piel tostada solo asiente nerviosa.

Poco a poco fue cayendo la noche, ella no quería ir a conocer a nadie, Esmeralda iba muy rápido, ¿no? Es decir, llevaban un año juntas, pero eso no significaba que era algo serio, ¿o sí?

Salió antes y escapo a su departamento, se encerró e iba a esconderse en su cama, cuando la sobresalta su amiga, molestándola por la cena, a lo que ella contesta que no ira.

― ¿Cómo que no iras? Rubí, sé que te ganan los nervios, pero es normal, ella quiere que su familia te conozca y tú a ellos, eso pasa en las relaciones.

― Pero yo no quiero una relación formal, yo no quiero conocer a nadie y que nadie me conozca.

― Pues eso debes discutirlo con Esmeralda― escuchan la puerta.

― Por lo que más quieras, si es Esmeralda no abras, ni mucho menos le menciones donde estoy― ruega la de cabello miel oscuro.

― Que madura― le regaña la ojiazul.

― Por favor, mañana la buscare.

Julia salió a ver, era Andrew, lo dejo entrar, preocupada de que algo malo haya pasado, pues el pelirrojo solo se acercaba por cosas de trabajo, en cambio, el ojicafe le habla sobre salir a una cita, él todavía no se daba cuenta que no estaban solos.

― Vaya Andrew, me halagas, pero creo que debo declinar― lo interrumpe Julia y éste pide una explicación―. Es que, no te voy a mentir, todavía siento algo por Luke y no me parece correcto salir con su amigo.

A Rubí empezó a hacerle incomodo escuchar esa conversación, que ya pensaba seriamente en ir a esa cena, no sintió el tiempo, pero ya era tarde, tenía cientos de llamadas perdidas y mensajes de Esmeralda y todavía Andrews no terminaba con Julia, hasta que llego un salvador, los tres pensaron que sería Charlie, regresando del cine, pero era la castaña, con la cara roja y el rímel corrido, que entro sin invitación y le quito el vino barato a su amigo, quien la vio mal.

Explico que Rubí nunca había llegado, que la avergonzó frente a toda su familia y tuve que pedirles disculpas, bebió del vino y puso cara de asco, quejándose con Andrews de no haber comprado algo más decente, y cambio de tema preguntando enojada por Rubí, ambos chicos se vieron y negaron, a lo que la de ojos esmeralda le dijo a Julia que le pasara el recado a su tonta amiga, que lo suyo había terminado.

Julia asintió y Esmeralda salió del departamento con el vino barato, y aparece Charlie, viendo confundido la escena, Andrew no tuvo de otra que salir también, diciendo entre dientes que la vera en el trabajo, Julia se frustra y sube a ver a su amiga.

― Ya oíste― Charlie las ve como bichos raros.

― ¿Qué carajos paso que me perdí?― dijo el menor.

Rubí se sienta en su cama y junto a Julia, ven al rubio desde arriba.

Al día siguiente nadie se podía ver en la cara, el trabajo fue más pesado de lo normal, querían que algo les tragara diez metros bajo tierra, Julia necesitaba urgentemente a alguien más en el equipo, pues Andrew dejo de ser "eficiente" solo porque ella no le correspondía.

Había bajado de calificaciones en la escuela, estaba cansada y estresada, le sorprendía haber pasado a su ultimo año de universidad, su padre se había calmado y les pidió hablar, quería disculparse con sus tres hijos, había entendido que estaba mal y que mejoraría, los tres se vieron sorprendidos, después de un rato se abrazaron, a excepción de Michael, que seguía confundido, pero después de unos segundos, se unió, por fin habían dado las paces.

Julia y RubíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora