La Noche Oscura

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Todos salían a pedir dulces, los vecinos adultos felicitaban a Graciela por su trabajo en el disfraz de los hermanos Russo. Hasta por fin salir del punto de enfoque de su madre, cada quien tomó su camino y Rubí le pidió a Julia que la acompañará con Corbyn por una hamburguesa y en el camino recogerían dulces.

A lo lejos pudieron ver a Cameron y Nash lanzar papel higiénico y huevos crudos a la casa del maestro Manuel, les daba clases de religión, lo cual es una ironía porque es un demonio.

Julia pidió una explicación mientras el dúo seguía lanzando cosas, ellas explicaron que lo odiaban, de hecho todos lo hacen, ah si, y también porque los va a reprobar en su primer parcial. Pero con lo que no contaban es que llegaría la policía, Rubí corrió, tropezó y cayo en algo viscoso y asqueroso, entre los tres la ayudaron a levantarse, llevándola casi cargando.

Era inútil, veía su fin, pero de un momento a otro, ya estaban lejos, muy lejos, tan lejos que Nash y Cameron se despidieron de ellas , sin darse cuenta estaban frente al local de hamburguesas, con Corbyn dentro esperando.

Lo único que hizo Rubí, fue quitarse lo viscoso y entrar, después entro en pánico, ya no tenia tiempo para huir, el rubio ya se había dado cuenta, acercándose a ella boquiabierto, para después sonreír de lado. 
 
― Hola Rubí―saluda.

― Hola Corbyn―corresponde en shock y Julia para tratar de quitarle la atención por su aspecto, se presenta estrechando las manos y explica carismática del por qué la castaña esta así, haciendo reír al ojiazul y guiarlas a la mesa.

― No te preocupes Rubí―dice Corbyn.

― Rubí, ¿y si vamos al tocador?―propone la rubia y la ojicafe asiente muda, siguiéndola.
Al cerrar la puerta, Rubí estrella su cara contra la puerta con vergüenza, provocando la risa de su amiga y llevar a su cara pañuelos mojados para limpiarla.

― Es simpático―comenta.

― ¡Y seguro ya no querrá estar con un jitomate!―chilla Rubí, suelta otra risa su acompañante.

― Tranquila, no va a terminar contigo por esto. Y si lo hace, se las verá conmigo―dice dulcemente, le da unas palmadas en los hombros y la guía de nuevo en la mesa.

― ¡Rubí!―se les acerca Corbyn y toma de los hombros a la morena― ¿Mejor?―asiente la castaña―.Perfecto, pero si gustas no podemos ir.

― No, está bien―lo detiene.

―Bueno, te pedí una hamburguesa doble con queso, refresco y aros de cebolla dulce. Lo de siempre, lo que te gusta, incluso solo dije tu nombre ¡Ey, tu nombre es una orden!

La ojicafe se sonrojo, Julia quedo sorprendida y caminó al mostrador siendo alcanzada por Corbyn, pidiendo una disculpa por no saber qué pedirle.

―Oh, no te preocupes―aparece la persona para tomar la orden― .Una ensalada verde, agua con gas y papotas.

Paga, el muchacho da la orden de Corbyn y Rubí, él camina a la ojicafe a su lado y le dice halagos por su disfraz, ella apenada se tapa la cara y le dice que se calle, el muchacho le entrega su orden a la rubia y empiezan a platicar entre los tres, feliz de que Rubí haya encontrado un buen muchacho.

Mientras tanto, Michael buscaba en el campus a Ariadna, preguntando en todos lados por ella, con unos bombones en caja en forma de corazón y disfrazado de pirata.
Se acerca a una pirata rubia y chaparra, al voltear se hace sus chinos atrás, notando unos preciosos ojos azules.

―Eh, disculpa...

― ¡Eh, pirata! Argh―frunce el ceño cerrando el ojo la rubia― ¡Compañero!

―Sí, hola...

― Soy Hayley Darper―estrechan las manos―.Edición, ¿tu?

― Michael Garner―busca entre la gente.

― ¿De qué eres?
 ― ¿Eh?―baja la mirada―.Carne y hueso, como tú, espero―la chica ríe.

― ¡No! Me refiero que a qué estudias aquí.

― Pues es una escuela de moda, ¿no?―asiente―.En realidad vine a buscar a mi novia, Ariadna Prier, ¿la conoces?

― ¡Ah sí, sí! Ven, te llevo.

Lo toma de la mano, adentrándose a la casa de una fraternidad, gritando para que lo escuche debido a la música alta, dice que Ariadna Prier es de diseño y lo único que piensa el rubio es que está loca la ojiazul o se le pasaron las copas, seguro era la primera teoría.

Su corazón dio un vuelco al verla, Hayley le soltó la mano de sopetón y por muy mal que suene, en ese momento habría deseado Michael que no lo hiciera la rubia loca, metida en su papel de pirata, volteando a verlo con lástima.

No sabía qué hacer en cosas como aquella al ver a su novia engañandolo, besando a otro chico, ¿Qué se supone que debería hacer?, ¿gritarle, irse, separarlos? Estaba en shock, no podía respirar.

—Qué maldita—llama su atención Hayley, separándose y quedando Ariadna estupefacta.

Michael se decidió por irse, pero la morena lo siguió para tratar de explicarle, él alejó la mano de ella y le grito que lo dejara, era claro que lo suyo terminó, y se decidió por salir, saliendo ahora seguido por la loca rubia.

—Michael—lo llama suavemente.

—¡¿Qué?!—voltea con los ojos llorosos y la voz ronca de furia.

—Lamento tanto lo sucedido, yo no...

—¿No sabías? Pues ya somos dos.

—Oye—no le hace caso, caminando más rápido—¡Oye!—se detiene—. Te invito una hamburguesa.

Las mayores tenían una fiesta en grande, en la cual Lauren tomó coraje para besar a Dominic, todos gritaron para continuar con la fiesta, y Brayan el tímido de la clase de Suya, tomó el valor de declarársele a ella.

Naye tomaba unas copas con sus amigos americanos y su novio Jesse, de ojos azules, cabello negro y chino, besándole la coronilla como disculpa por burlarse de la tradición de disfraz ridículo en ese día.

Una noche agitada, definitivamente.

Julia y RubíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora