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—Hola, Lexie, ¿cómo te encuentras? —me pregunta Trent apoyado sobre el marco de la puerta de mi habitación.
—Bien, no fue nada —sonrío desde mi cama—. Ya estoy mejor pero como la doctora dijo que tengo que estar en reposo durante veinticuatro horas, no me dejan hacer nada —bufo quejándome.
—Hazle caso así el sábado salimos a parrandear —dice Brad guiñándome un ojo. Río y asiento.
—Noah quiere cancelar todo, díganle que no es nada grave. ¡Quiero salir!
—Luego hablaré con esa muchachita —me promete el rubio tomando una pose seria que nos hace reír a todos.
—Espero que no hayan hablado de mi en mi ausencia —espeta Noah entrando por la habitación, dándole un leve empujón a Trent—. Sé que soy entrañable pero intenten disimularlo.
—Ya quisieras —se burla Trent.
—Contigo no hablaba.
—Lo que tú digas, cruela —sonríe ampliamente.
—Vete al infierno, Hashting.
—Después de ti, Sherwood.
—Ya estoy en él —le responde la rubia guiñándole un ojo después de haberle enseñado su dedo medio.
[...]
Martes 16 de diciembre, 2008
Aurora suelta sus pequeños bracitos de mi cuello después del enorme abrazo que me ha dado al finalizar la clase de arte de este día y corre hacia Sybill, una asistente social que se está haciendo cargo de ella mientras que interrogan a sus padres en busca de una solución para la deplorable situación en la que viven.
Desde que hablé con la directora Ellen sobre Aurora y sus problemas con sus padres, ella se encargó de hablar con esas dos personas, las cuales le aseguraron que nada estaba mal en ellos. Yo no pude quedarme de brazos cruzados así que, cuando obtuve la dirección de su hogar, me dirigí a ese lugar. Trent vino conmigo, ya que no quería dejarme ir a un lugar desconocido sola. Y allí comprobamos que aquellos dos adultos maltrataban a la niña.
Al día siguiente, la directora Ellen habló con la policía de la ciudad y, para suerte de muchos, llegaron en el momento justo en que la estaban golpeando. Por lo que hace exactamente dos semanas que Aurora está en manos de una asistente social, viviendo en un orfanato pero sin perder sus clases aquí en el Rosewood.
—¿Estás lista? —escucho la voz de Trent a mi lado y sonrío sin quitar mi mirada de la niña que corre hacia una mujer de cabello castaño.
—Sí —murmuro levantando una de mis manos a modo de saludo cuando Sybill y Aurora me saludan para después irse. Giro mi cabeza hacia Trent, quien me sonríe de igual modo, pero con burla.
—Espero que no te largues a llorar —dice con diversión y rodea mi cuello con uno de sus brazos.
—¿Para qué quiero enemigos si te tengo a ti? —digo con ironía mirándolo y ensancha sus labios en una enorme sonrisa.
Arquea una ceja en mi dirección.
—¿Me estás mandando indirectamente a la friendzone?
Abro mi boca entrecerrando mis ojos y hago el amague de soltarme de su agarre, pero él es más rápido y me sostiene con fuerza para que no pueda huír. Su mirada divertida sigue penetrante en mi, cierro mi boca frunciendo mis labios y dejo que un bufido se escape de entre los mismos.
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Lexie
Teen FictionLexie no está preparada, ni siquiera se imagina, para el giro que va a dar su vida en tan pocos meses. La presencia de una sola persona hace que todo se ponga patas para arriba.