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Sábado 10 de enero, 2009
Trent camina entre las gradas para llegar hasta donde me encuentro pero el grito de uno de sus compañeros lo hace detener.
—¡Bien jugado, Hasting! —grita desde el otro lado.
Decido ir yo hasta él. Mientras charlan y se felicitan mutuamente, doy un salto rodeando su cuello con mis brazos y río porque parece que lo estoy ahorcando.
—¡Felicitaciones! —chillo abrazándolo. Lleva sus manos a mis brazos acariciándolos y gira su cabeza con sorpresa.
—Gracias, preciosa —sonríe besando el costado de mi cabeza. Me suelto y lo miro con una sonrisa.
—Fue un gran partido y un gran punto. Te lo mereces.
—Me haces sentir un estúpido —dice. Lo regaña con la mirada enseguida, no me gusta que insulte—. Lo siento.
—Está bien. Los chicos dijeron para ir a festejar a Molly's, ¿te sumas?
—Prefiero que tú y yo vayamos a otro lado, tenemos que hablar —menciona y asiento, muerdo el interior de su mejilla discretamente—. Luego podemos alcanzarlos.
—Sí, de acuerdo.
Ambos nos despedimos de los chicos prometiendo que luego vendremos si es que aún no se han ido. Noah es la primera en soltar algunos comentarios, como por ejemplo que va a llevarme a un motel para pasar largas horas teniendo mucho sexo desenfrenado mientras que ellos se quedan tomando cafés con el cornudo Timothy.
Encontramos una banca donde casi no hay personas en el parque a dos cuadrad del instituto, es de día por lo que es sumamente raro que no haya nadie, pero es mejor para nosotros.
Suspiro. Sé que es el momento de tener la conversación que nos espera desde hace semanas. Ninguno de los dos sabe qué decir, así que decido empezar por el principio.
—La noche de Navidad me fui con Parker —suelto. Me mira atónito—. Te vi muy... te veías bien hablando con Kristen, él se ofreció a llevarme y acepté. No pasó nada, por si te lo preguntas. No soy una persona infiel —murmuro.
—¿Estás diciendo que yo lo soy? —inquiere ofendido.
—Estoy hablando por mi, no por ti. Yo no sé qué es lo que pasa por tu cabeza.
—En este mismo momento tengo ganas de ir a la casa de Richwell y arruinarle el rostro.
—Trent... —suspiro.
—No estaba haciendo nada malo con Kristen esa noche, me encontró y se puso a hablarme. De saber que estabas allí me hubiera ido contigo, pero preferiste irte con ese.
—No fue así —me defiendo—. Iba a irme sola.
—Pero aceptaste su compañía.
—Acepté que me llevara a mi casa. Luego se desvió porque vio que estaba mal, pero me dejó en mi casa al rato.
—Fui y no estabas —me recuerda.—Te vi, pero no quería hablar contigo —admito. Él no me responde, en cambio suspira con pesadez—. Lo siento.
—Está bien. Estamos bien.
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Lexie
Teen FictionLexie no está preparada, ni siquiera se imagina, para el giro que va a dar su vida en tan pocos meses. La presencia de una sola persona hace que todo se ponga patas para arriba.