Damian (Zoophobia)

Capítulo 1

Mañana fría. Claro, era Invierno, era normal que las mañanas estuvieran frías. Kayla llegó a la academia muy temprano. No había nadie o eso parecía, todo estaba muy silencioso y eso le ponía los pelos de punta. Entonces vió una sombra. Pensó que era uno de mis amigos, tal vez Jack o Vanexa, pues Zill llegaba casi siempre un poco tarde. Pero no, no era ni Jack ni Vanexa. Era él. El mísmisimo Anticristo. Damian.

¡Rayos! ¿Por qué él? De todas las personas que se pudo haber encontrado debía ser él. Lo vio pero no se acercó, pues nunca había cruzado palabra con él y nunca quería hacerlo. Entonces observó como se fue flotando hasta la sala de música. Quería seguirlo, pero aún tenía miedo, ¿qué pasaba si la descubría? Tal vez se pondría a coquetearle y ella huiría, como siempre. Pero no le importó, y lo siguió. No tenía nada que perder.

Damian entró al salón de música, y Kayla entró atrás de él silenciosamente, pues no tenía intenciones de ser vista por el chacal. Cuando entró, pudo esconderse detrás de unos asientos, pero sin perder de vista a Damian. Este se sentó en el piano, y comenzó a tocar unas notas.

-Ok, a ver, intentémos esto -mencionó el hijo de Lucifer para después comenzar a tocar una triste y calmada melodía. Pero no sólo eso, sino también comenzar a cantar.

There are three ways to see despair
I've seen them all, I'm scared to say
The three ways are real I've lived through them all
The fourth way is coming, so prepare for the fall

Su llanto comenzó a hacerse presente, y eso Kayla lo notó de inmediato. ¿Estaba cantando lo que en verdad estaba cantando? No lo sabía, tal vez sólo le había gustado la canción, pero... ¿entonces por qué estaba llorando?

Can you save someone from the hidden depths
Of a darkened soul with no hope left
And I don't know how and I don't know when
But I pray that you'll be beautiful again

Y el llanto continuaba, y no podía detenerse. Damian cantaba con tanto sentimiento, pero se detuvo. Eran tantas sus lágrimas que no pudo seguir tocando. Entonces miró su reloj, se levantó del piano y se dirigió al baño, mientras era observado con Kayla sin que él lo supiera.

Kayla igual estaba derramando unas lágrimas. ¿Damian en verdad se refería a eso? No lo podía creer. Tal vez es un impulso, tal vez sólo era una buena canción que podía tocarse en piano para hacerla aún más triste. No lo sabía.

Miró su celular. "Ya casi es hora de clases" pensó, y se dirigió al baño a limpiarse la cara.

Unos minutos después, los alumnos de  la AZP comenzaron a llegar por montones, unos molestándose entre ellos, otros platicando tranquilamente, etc. Kayla se juntó con Zill, Vanexa, Jack y Spam y comenzaron a hablar.

Entonces se enfocó a Damian. Ese chacal con un color de pelaje rojizo oscuro. Él sonreía mientras platicaba con Adisson y Sahara, no se notaba ninguna pizca de tristeza, como si lo del piano nunca hubiera pasado. Como si esa canción no hubiera tocado ese tema. Como si nada ocurrió.

Sonó el timbre.

Cuando Kayla llegó al salón de clases, observó que todos los lugares estaban ocupados, menos el que estaba a lado de Damian. No quería hablarle, pues nunca lo había hecho. No sabría que decirle. ¿Quería decirle algo? ¿Quería preguntarle que tal? Estos pensamientos rondaban por su mente, y los minutos pasaban más rápido conforme pensaba más.

Entonces lo observó de reojo. Estaba escribiendo algo. ¿Pero qué? Tal vez era una carta o una nota, podría ser cualquier cosa. Pero Kayla notó algo. Algo extraño y agobiante.

Una marca en la muñeca del chacal.

Una herida, una cicatriz, una cortada.

Entonces comenzó a preocuparse por la seguridad del animal a su lado. ¿Qué significaban esas cortadas? ¿Y la canción? ¿Acaso Damian tenía..? No, lo empezó a negar. ¿Por qué tendría eso? ¿Qué sentido tendría que Damian se hubiera cortado a propósito? Sólo no podía hacerlo.

Estaba dispuesta a hablarle al chacal. Su miedo se había esfumado un poco pues ahora le preocupaba la bienestar de aquel a quien le tiene miedo.

Entonces sonó la campana. Hora de receso.