Todos los estudiantes de la AZP se juntaron en el comedor principal. Algunos se dividían en grupos, otros salían del lugar para ir a comer a un restaurante pequeño y después volver a la academia. Kayla junto con sus amigos se dirigió a una de las mesas disponibles. Entonces, mientras platicaban, se acercó Damian a ellos con una sonrisa traviesa, lo que ponía en duda a la canguro.
–Hola, mis amigos. Kayla, pero que hermosa te ves hoy mi dulce ángel –mencionó el chacal pelirrojo, y, antes de poder decir otra cosa, fue interrumpido por Zill.
–Damian, estamos platicando algo importante, si no vienes a hacer nada importante y sólo vienes a molestar, puedes largarte –advirtió Zill en un tono un poco amenazante. Damian apoyó la manos en la mesa.
–¿O qué? –preguntó Damian de igual forma. El ambiente comenzó a tornarse tenso.
Zill no aguantó. Tomó fuerte las muñecas de Damian y este puso una pequeña y corta mueca de dolor. Kayla notó esa actitud, pero todos notaron algo peor en ese momento. Un líquido rojo comenzaba a brotar de la muñeca de Damian y caía en la mesa, manchándola y contrastando con el color blanco del plástico, Sangre. Todos asustados. Silencio.
Damian, al notar la situación, empujó a Zill y flotó hacia el baño. El comedor aún tenía ruido, pues nadie mas que los que estaban presentes en ese momento notaron ese brote de sangre. Todos estaban asustados a mas no poder, pues aún se preguntaban que había pasado; miraban a Zill con temor, pues aún tenía la mano manchada de sangre.
–Zill... –mencionó Jack, aún en shock. Zill sólo lo miró.
–¡No- no lo presioné tan fuerte, de ver... dad! –mencionó Zill preocupado. Nadie dijo nada, pues no sabían qué decir. Se levantó de su lugar– Creo que debería ir a ver cómo está.
Zill caminó hasta el baño, pero después de unos minutos volvió. Spam y Vanexa ya estaban platicando más calmados. Entonces Zill por fin habló, sentándose junto a una Kayla aún en shock y un Jack de la misma forma.
–Fui... pero él ya no estaba. Le pregunté a Gustav que estaba cerca si lo vio salir, pero me dijo que no. Al parecer... se fue.
Silencio en la mesa. Hasta que un sonido se hizo presente. El timbre. Hora de clases.
Kayla siguió pensando. ¿Qué rayos había ocurrido? ¿Qué ocurrió hace unos momentos? Cuando llegaron al salón, el tema de Damian y el receso ya no era relevante, pues no se habían preocupado por él. La canguro miro hacia el lugar donde siempre estaba Damian, y lo vio vacío. Ahora había gente alrededor de ese lugar, cuando antes ni siquiera nadie se atrevía a sentarse. ¿La gente odiaba a Damian? Pero... ¿por qué? Es cierto, Damian es un demonio y el hijo del diablo, pero... ¿en verdad era tan malo? Nunca lo había visto hacer algo malo, mas que coquetearle. Jamás había visto golpear a nadie, o insultarlo, de hecho, jamás le había contestado a nadie aún cuando lo trataban como la mierda. Entonces...
¿Por qué Damian era tratado así?
Esa pregunta no dejaba de dar vueltas en la mente de Kayla. Había escapado de Damian tantas veces que nunca quizo conocerlo en realidad. ¿Era tan malo como todos lo decían? ¿O acaso era una... fachada? Analizando lo del piano y lo que ocurrió en el descanso, ya no sabía que pensar en realidad.
Y así pasaron las horas, y la mente de Kayla daba vueltas y más vueltas. Hasta que terminaron las horas escolares.
–Hey bebé, los chicos y yo iremos a tomar algo al Foxy Coffe, ¿vienes? –le preguntó Zill tomando su mano.
–¿Ah? Oh... sí, claro amor, sólo déjame hacer algo rápido en la sala de música y los alcanzo después, ¿ok? –dijo Kayla un poco distraída. Zill sólo asintió y se juntó con sus amigos.
La canguro tomó rumbo al cuarto de Música. Había dejado unas notas importantes pues aún seguía pensando en si ignorar a Damian era correcto o si debía darle por lo menos una oportunidad para conocerlo mejor. Entró y no vio a nadie, entonces sólo recogió sus notas y salió.
Cerca de la salida, comenzaron a caer unas gotas de lluvia. "Rayos, no traje paraguas" pensó, y sólo se pudo cubrir con su mochila. Dio la casualidad de ver hacia el cielo, no tenía ninguna razón al hacerlo pero entonces vio algo extraño en una de las cornisas. Una silueta sentada un tanto conocida. Un chacal de pelaje rojo oscuro.
–Damian –alcanzó mencionar Kayla antes de salir corriendo hacia las escaleras de la academia. Tenía miedo, pues no quería que el demonio hiciera lo que tuviera en mente. Después de unos minutos subiendo los escalones, llegó a la puerta de la azotea, hiperventilando. Estaba asustada. Necesitaba decirle algo a Damian, pero no sabía que. Lo que fuera, algo tenía que pensar para poder hablar con él.
Tomó un respiro, y abrió la puerta. Decidida. Y lista para lo que ocurriera.
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Damian (Zoophobia)
FanfictionDamian está en situaciones complicadas, y Kayla lo nota. Cuando el mundo de Kayla choca con el de Damian, ambos aprenden el uno del otro. ¿Qué podría pasar?