Kayla estaba furiosa, estaba triste y estaba decepcionada de su padre. ¿Cómo había podido hacer eso? El demonio ni siquiera había tenido unos minutos para poder explicarse o para decir algo. Él sólo había podido llorar y luego ser expulsado de la casa.
—¿¡Por qué!? ¿¡Qué te pasa!? —preguntó Kayla alzando la voz. Era su padre y claro que le tenía respeto, pero no iba a dejar que tratara a Damian como una mierda, porque él no era eso. Damian no era nada de eso.
—Kayla, más respeto, y sabes que hice lo correcto así que por favor tranquilízate —contestó el padre de Kayla, sentándose en el sillón y tomando un vaso de agua. Él actuaba más tranquilo pero la realidad era otra, pues se sentía más alterado que de costumbre. Un demonio. Y en su propia casa, y además saliendo con su hija. Eso era mucho para digerir, y en verdad él no planeaba hacerlo.
—¡Ni siquiera pudo decir algo, o intentar convencerte! ¡Lo trataste como un monstruo y no lo dejaste siquiera hablar! —gritó ella entre lágrimas. La frustración en su cuerpo aumentaba y el ambiente comenzaba a acalorarse. La tensión subía poco a poco, y Kayla no estaba para aguantarla.
—Porque eso es Kayla, es un mon- —comenzó a decir el canguro adulto, pero fue interrumpido por otro grito. La canguro no iba a soportar y no permitiría que alguien le volviera a decir aquella palabra al joven demonio.
—¡Él no es un monstruo! Es un demonio, sí, pero no es un monstruo. Es el chico al que amo y el chico que me entiende, me comprende y me apoya siempre que puede. Que cada que me habla, me coloca una sonrisa en el rostro. Que tiene todo lo que me gusta y me trata como lo más importante en su vida —.
—Es una criatura del mal, Kayla, y eso no lo puede cambiar nada. ¿En verdad crees que voy a dejarte estar con él? Pues no. Yo sólo busco lo mejor para ti pequeña, y no voy a dejar que estés con un demonio que, como dice la Biblia, son malvados y arruinan vidas —.
—¿¡Y tú cómo sabes que Damian es así!? ¡No te dignaste a conocerlo ni un poco, porque si al menos lo hubieras dejado hablar, sabrías que es una gran persona y que es lo mejor que me pudo haber pasado en mucho tiempo! —.
Kayla estaba agitada y su respiración se hacía pesada. Las lágrimas no evitaban que sus gritos salieran y aturdieran un poco al adulto sentado. En verdad no sabía describir todo lo que sentía en esos momentos, pero en cualquier momento pensaba que ella podría desmayarse. Era demasiado estrés acumulándose en su cuerpo.
—Kayla, sabes lo que la Biblia dice. Esa es la palabra de Dios y debemos respetarla —fue lo único que dijo el canguro adulto. Se pudo escuchar un golpe en una pequeña mesa de noche. El mayor miró asustado a su hija.
—¿¡Qué importa lo que dice la Biblia, eh!? ¿¡En verdad no puedo amar a Damian por el simple hecho de ser un demonio!? ¿¡Qué no la palabra de Dios dice "ámense los unos a los otros"!? ¡Es un demonio, papá, eso es cierto, pero es distinto a todo lo que piensas, es muy diferente! —gritó la peli dorada y las lágrimas parecían aumentar con cada pregunta que hacía.
—Cariño, todos los demonios son iguales. Ser malvados y ser criaturas oscuras está en su naturaleza, y no puedes cambiar eso. ¿Por qué estar con él cuando podrías estar con alguien mejor para ti, que en verdad te traiga cosas buenas y no desgracias? —.
—¿En verdad no lo entiendes? Papá, he sido una cristiana devota desde niña, siempre apegada a las creencias, pero me enamoré, y no puedes cambiar eso y dejar mis sentimientos de lado. Damian es diferente a todo eso. Damian no es "un demonio más" ni un "ser malvado". Él es mucho más que todos tus prejuicios. Él me ama, y me ha protegido más de una vez. Todas aquellas veces en las que he estado mal, él ha estado ahí brindándome su calor y su apoyo. Me ha hecho sentir especial, más de lo que en mucho tiempo me había hecho sentir cualquier otra persona —.
El silencio se hizo presente y el padre de Kayla ahora sólo miraba a su hija. ¿Cómo había ocurrido todo esto? Parecía que tan sólo ayer ella era una pequeña e inocente niña que siempre estaba a la orden del día. Pero las cosas habían cambiado, y ahora ella era una joven hecha y derecha que sabía lo que hacía y podía tomar sus propias decisiones y asumir las consecuencias de estas. El adulto sintió un pequeño tacto y su pelaje ahora estaba húmedo por las lágrimas que caían de los ojos azules de la canguro.
—Sé que es difícil de asimilar, pero Damian es el demonio que amo. Ya no soy una niña y yo puedo decidir lo que es bueno y malo para mi, y Dami es lo mejor que me ha ocurrido. Si tan sólo lo conocieras y dejaras de lado todos aquellos prejuicios que tienes, te darías cuenta de que él no es como la Biblia nos ha descrito todo el tiempo la actitud de los demonios. Y si, al final de cuentas no te agrada, sólo quiero que lo toleres porque lo nuestro va para bien. Él me ama y yo a él, y eso nadie lo va a poder cambiar —.
El señor volteo a mirarla, y la abrazó. Era cierto, pues no le había dado una oportunidad para hablar o darse a conocer, y solamente se había dejado llevar por la fachada que todos los demonios tienen. Su hija nunca acabaría con alguien que le haría daño a ella, y eso lo sabía, pues Kayla era una chica fuerte, dulce y recta que sabía distinguir lo que era bueno y malo.
—Así que por favor, dale una oportunidad, sabes que se la merece. Y, aunque no te agrade, sólo no lo trates mal y no muestres disgusto o algo —.
—Lo haré, te lo prometo cariño. Le daré una oportunidad —.
—Gracias, papá —.
En ese momento, Kayla recibió una llamada. Era de Tenta. El tiempo se detuvo, y sintió un escalofrío en su espalda, así que contestó.
—Tenta, ¿qué ocurre? —.
—E- es Damian, no miró a los- a los lados y un auto —se podía escuchar la voz lagrimosa y entrecortada de Tentadora por el altavoz— Dam- Damian no miró a los lados y ahora está en peligro otra vez.
Eso fue suficiente para que el corazón de la canguro comenzara a latir con fuerza y cayera de rodillas al suelo sollozando.
Y lloró. Y lloró.
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Damian (Zoophobia)
FanfictionDamian está en situaciones complicadas, y Kayla lo nota. Cuando el mundo de Kayla choca con el de Damian, ambos aprenden el uno del otro. ¿Qué podría pasar?