Cuando Taehyun gimió su nombre por última vez en aquella noche fría, BeomGyu quiso regresar el tiempo atrás y nunca haber leído esos mensajes. El problema no era EunSoo, quien de pronto había llegado a su mente, tampoco SunHa, quien llegaría a su mente luego de meditar lo de su novia, y si lo juzgaba mejor, tampoco el problema lo era él.
El causante del conflicto interno era Taehyun, el muchacho rubio abajo suyo que jadeaba pesadamente con los ojos cerrados. BeomGyu se tomó un respiro antes de besar sus labios delicadamente, sin recibir la correspondencia del menor, quien a pesar de eso tampoco lo rechazó.
Y eso era lo que le acusaba incertidumbre desde que lo había tomado. Taehyun no parecía tener ganas de nada, mas tampoco se negaba a los toques sutiles luego del sexo. BeomGyu no podía quitar sus manos del cuerpo tembloroso abajo suyo, no por sed de más, sino por la curiosidad vívida de estar siendo el único partícipe en ello.
Se sentía extraño ser el que llevara la iniciativa en absolutamente todo, como si estuviera jodiendo el cuerpo de un muñeco, o el de un esclavo que no tenía voz ni voto en lo que se le hacía. Le perturbaba a tal grado de que si no fuera por los suaves suspiros del rubio, hubiera escapado de esa escena errónea.
Por unos minutos solo se escuchó un silencio religioso como el de alguna iglesia abandonada, en donde BeomGyu siguió moviendo sus labios sobre los del joven rendido, esperando que en algún momento Taehyun también siguiera el beso, o que simplemente lo empujara para detenerlo. Ninguna de esas dos opciones pasó, lo que lo obligó a separarse un poco del rostro del menor para poder mirar sus ojos y buscar alguna respuesta en ellos.
Por primera vez, Taehyun mostró algo de sentimiento en la acción de Choi, lo cual era confusión por haber roto el beso tan rápidamente. El de cabellera azabache alzó las cejas, como si buscara alguna respuesta del menor, quien se vio obligado a hablar.
— ¿Qué sucede? —musitó Taehyun, comenzando a sentirse intimidado por la mirada profunda en su rostro, lo que lo llevó a tragar duro—. ¿BeomGyu?
— ¿Te sientes bien? —el mayor respondió de la misma forma.
Tal vez estar acorralando al rubio en la cama no era la mejor posición para hacerlo hablar, pero ello por lo menos le aseguraba que estaba ahí. Taehyun desvió la mirada por unos segundos hacia un lado de la habitación, evadiendo la de BeomGyu que parecía poder descubrir lo que sentía, cuando eso claramente era imposible.
— ¿Por qué preguntas?
— Porque... te ves raro.
— Estoy cansado.
— Has estado así desde que llegué.
— Porque he estado cansado desde antes de que llegaras. —Taehyun dejó escapar una pequeña sonrisa antes de enredar sus brazos alrededor del cuello del mayor, quien se veía algo confundido de esa respuesta incompleta—. Duele hacerlo dos veces seguidas.
BeomGyu sintió sus palabras atascarse en su garganta en el mismo instante donde todo su miedo se convertía en un mar de celos. Su pecho se oprimió de tan solo imaginar a Taehyun siendo tocado por otra persona, y su respiración se entrecortó, mirando la sonrisa del menor, que era de completa diversión, casi burlándose de él.
Se sintió agobiado, más porque Taehyun no parecía tener vergüenza de lo dicho. Tanta era su ira que ni siquiera recordó el estado desastroso del menor cuando lo encontró en su habitación, o cuando encontró la desastrosa habitación del rubio. Y en lugar de ponerse a pensar y conectar puntos, se imaginó otras escenas que nada tendrían que ver.
Tomó las muñecas del menor hasta apresarlas contra el colchón, sus ojos tirando desconfianza hacia el pequeño rubio. Él no lograba pensar bajo presión, y a aquello se le sumaba un sentimiento de humillación por la burla que Taehyun reflejaba hacia él con esa sonrisa vacía. No lo meditó mucho antes de apretar el agarre en las delgadas muñecas del rubio, cada vez más enojado.
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Juguete (BeomHyun/TaeGyu)
FanfictionDe niños no me dejabas jugar contigo. No me prestabas tus juguetes, comías helado sin invitarme, me botabas de tu habitación. Pero ya hemos crecido, y mis ganas de que me invites a tu recámara siguen siendo las mismas que antes. Solo quería jugar co...