Solo un negocio

Capítulo 9

- ¿Vanesa Martín? - preguntó Raphael.

- Sí. - Respondió Mónica vacilante mientras intentaba ocultar una sonrisa involuntaria. Raphael tenía esa mirada en sus ojos de cuando estaba en algo. Así que le entregó la tarjeta que le había dado Vanesa.

- Vanesa Martín es la propietaria de este edificio. Mierda, que es la propietaria de la totalidad de la cuadra.

Raphael tomó la tarjeta de Mónica y le dio la vuelta en sus dedos regordetes. Se puso a silbar.

- Muy bonita, con clase.

- ¿Qué? Cristo, no tenía ni idea de quién era. Dijo que planeaba comprar una propiedad del hombre que dará la cena, pero que era más una ocasión social que cualquier otra cosa. - dijo mientras le daba un vuelco el estómago.

- Espero que tengas algo muy bonito que usar, porque no creo que vaya a ser un asunto de todos los días. - dijo Raphael mientras se movía detrás del mostrador y se ponía a atar una cinta roja alrededor del cuello de un jarrón.

Mónica gimió. Su vestuario consistía principalmente en pantalones vaqueros, Dockers y dos pares de pantalones de vestir, ninguno de los cuales era apropiado para lo que ella imaginaba que requeriría la noche. Su tarjeta Visa estaba casi al máximo, pero tal vez, sólo tal vez, podría exprimir un par de cientos para el vestido rojo que había visto en rebaja unos cuantos días atrás en Zara.

- ¿Qué estaba haciendo una mujer como Vanesa Martín en un bar como el Incóg? - La versión corta del nombre del bar donde había conocido a Vanesa trajo a Mónica de vuelta del interior de su armario.

- ¿Qué dijiste?

- Dije que Vanesa podría tener su selección de mujeres. Es rica y una maravilla. Si yo fuera lesbiana, estaría detrás de ella. ¿Por qué va al Incógnito para obtener una cita?

- Vaya, parece que piensas que cada mujer que va allí está desesperada y no puede conseguir una cita en cualquier otro lugar. ¿Qué dice eso sobre mí? Yo estaba allí.

Al igual que todos los bares, el Incógnito tenía su parte de mujeres que bebían demasiado y buscaban el amor en los lugares equivocados, pero ella había visto con frecuencia parejas que simplemente querían salir por una noche con sus amigas e ir a bailar. Mónica sabía que no era el mejor lugar para encontrar a alguien, pero había conocido muchas perdedoras en la tienda de comestibles también.

- Oh, no cariño. - Raphael comenzó a recuperarse de su metedura de pata. - Eso no es lo quería decir en absoluto. Perfectamente la gente bueno va a los bares, pero hay que admitir que son pocas y distantes entre sí. Me estaba preguntando qué estaba haciendo allí - el teléfono sonó y desvió inmediatamente su atención.

Mónica tuvo que admitir que ella también se había preguntado lo mismo. ¿Por qué estaba Vanesa ahí? Mónica había asumido que estaba buscando algo de sexo ocasional, pero cuando ella se le ofreció, se negó. Vanesa, obviamente, la encontró atractiva, y aunque no quiso tener sexo con ella, no era una bestia. La había invitado a cenar y la había rastreado para invitarla a una fiesta. Una reunión social donde todo el mundo sabría que ella era la cita de Vanesa. Vanesa era intrigante, y por primera vez en mucho tiempo, Mónica tenía algo que esperar.

Pero era cautelosa, también. Volvió al ramillete que tenía abandonado. ¿Por qué alguien como Vanesa, la perseguía? Su resolución se había desvanecido con demasiada facilidad bajo el encanto de Vanesa cuando la invitó a la cena. La rosa que Mónica había estado a punto de usar en el ramillete se había marchitado, por lo que eligió otra. Si Vanesa era siempre así de persuasiva, Mónica tendría que tener cuidado porque podía muy fácilmente enamorarse de ella. De hecho, se sentía como si hubiera dado un paso hacia un acantilado en un profundo barranco sin fondo a la vista.

...

Contadme si os está gustando la historia!! Si os gusta, más tarde subo otro capítulo para compensar este que se ha quedado cortico... Besos!! 💥