Lunes de nuevo, me paré de mi cama, desayuné, me bañé y me maquillé, usando mucho corrector para disimular el cansancio, producto de estar hablando con Jaques toda la noche. Tomé mi bolsa y me fui a la escuela. Jaques llegó justo en frente de mí, se bajó y ni se dio cuenta de que yo ya había llegado, así que pasó de largo, se veía algo pensativo, como reflexionando. Como estaba caminando y no sabía que yo iba atrás, corrí hacia el y me colgué de su cuello, él se volteó un poco asustado.
-Ah, eres tú.
-¿Soy yo? Qué te pasa.
-Lo siento, no dormí bien.
-Ya me sé esa excusa.
-Me atrapaste, pero no te preocupes no es nada solo...
-...¿solo?...
-Necesito pensar.
Tuvimos siete clases y un receso, miré el horario, tenía pesas, Jaques tenía atletismo. La única clase de la semana en la que no estábamos juntos, tomó su maleta, y yo la mía, me dio un beso en la frente y cada quién se fue por su lado.
Hice cinco estiramentos, sonó el silbato y las planchas comenzaron, bloqueándome totalmente la vista que tenía de la puerta atrás de mí.
-Lamento llegar tarde, la directora me mostraba la escuela.
Dijo una voz que me era asquerosamente familiar. El silbato sonó y las planchas pararon.
-Chicos, les presento a su nuevo compañero, el señor Merge.- Juro que sentí, que me iba a desmayar.
-Entrenador... - alguien máteme - ...llámeme Karim.
Lo último que ví en ese momento fue mis manos cubriendo mis ojos, antes de que la migraña comenzara.
-Bien, Karim trata de adaptarte. -me miró de reojo, sonrió y alzó una ceja.
-Créame eso no será un problema.
La colchoneta en la que estaba sentada se hundió ligeramente, alguien se sentó, y obviamente yo ya sabía quien era.
-Buena esa Chelsea Seth, siempre supe que eras una chica lista.
-Y yo siempre supe que eras un chico loco.
-Oh, golpe bajo.
-Y a qué debo esta "agradable" visita.
-Me cambiaron de escuela.
-¿Qué? ¡¿Permanentemente?!
-Bueno sí, creía que estarías feliz de saberlo.
-No te lo tomes a mal, pero no eres exactamente el tipo de persona que me entusiasta ver.
-Bueno ya sabes con lo de ayer, yo creía que te emocionaría más saberlo hoy.
-No pasó nada ayer, que me hubiera emocionado de verte.
-Parecía que ya sabías muy bien que iba a ir.
-No claro que no, porqué sabría eso.
-Por el chico, James, Jale...
-Jaques.
-Él, parecía que me estuvieras dando...
-¿celos?
-Entonces ¿sí lo hacías?
-No, ¡claro que no!
-Pero...
-Jaques es mi novio.
-Oh ya veo.
-Dame una buena razón.
-...
-¿Por qué querría darte celos?
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Obsession
JugendliteraturChealsea Seth se dará cuenta de que si un secreto mal guardado puede destruirlo todo, entonces todo nunca valió la pena.