Obsession

Capítulo 17

-Ya déjala mamá, ella está bien, y además, necesita descansar.

Mi mamá pasó su mano por mi cabello una última vez, me quitó el flequillo de la frente y se paró de la cama de Cameron con un pesado suspiro.

-Ma, ella está bien

-Sí, sí lo sé, es sólo que... -Cameron la interrumpió

-Ya pasó, ella está a salvo ¿de acuerdo?

-De acuerdo -mi mamá se quitó el pelo de la cara y lo colocó detrás de su oreja, le dio un beso en la mejilla a mi hermano y cruzó la puerta de la habitación.

Nate asomó la cabeza hacia la cama debajo de él.

-¿Dormirá con nosotros?

-Mamá me lo pidió ¿qué querías que hiciera?

-No hay ningún problema, sólo quería saber.

-Sí, dormirá con nosotros.

-¿Cuánto tiempo? -Cameron se encogió de hombros

-No lo sé, ¿una semana quizá? Si la dejamos sola va a chocar con cada pared de la casa.

-Parece pirata.

Cameron tomó su móvil y me tomó una foto; para que los cambios de la luz no afectaran mi visión, el doctor me dio un parche, literalmente un parche para mi ojo.

-Chelsea el pirata... me agrada.

-¡Mándasela a su amiga!

-¿A cuál de todas? ¿Riley?

-Sí ¿por qué no?

-Pero no le digas, o nos mata a los dos

-¿Le tienes miedo a tu hermana?

-Algo así ¿tú no? Intimida

-Si tú lo dices

Me mandaron la foto primero a mí, tomaron mi móvil y se la mandaron a Riley.

¿Tienes un parche?

Los dos explotaron en risas, tan fuertes que me desperté sobresaltada, cuando me vieron mirando alrededor confundida, se taparon la boca con las manos conteniendo la risa, cuando vi la funda de mi móvil entre sus manos, me paré de la cama y me acerqué para ver le mensaje.

¿Chelsea? ¿Estás ahí?

Los penetré con la mirada, ambos movían cielo, mar y tierra para contener la risa, les extendí la mano para que me regresaran el teléfono, pero los dos se negaban rotundamente.

-Están muertos

Cameron miró de reojo a Nate y le pegó con el codo.

-Te dije que nos iba a asesinar

-Ya sabes lo que dicen, Cameron jamás se equivoca, ahora ¡dame el teléfono!

-¡Jamás!

-Cameron

-No te lo daré

Bajé por las escaleras, de la casa hacia el estudio, y volví a subir con la portátil en las manos, tocando con la punta de mis pies los escalones para no caer.

-¿Qué haces hermana?

-Me estoy vengando- dije enarcando una ceja

Nate y Cameron me miraban confundidos, observaban cada uno de mis movimientos para adivinar qué haría. Abrí la computadora, y entré a las fotos; Ahí había un lindo vídeo de Cameron bailando a los 5 años con un vestido de mi mamá, realmente vergonzoso. Giré la computadora para que Nate pudiera ver.