Capítulo 16

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-Lo siento muchísimo, me distraje un momento, ni siquiera me dio tiempo de tocar el claxon.

La chica rubia que estaba en la sala de espera del hospital, rompió en lágrimas mientras mi mamá la consolaba.

-Mira, ella está bien ¿de acuerdo? 

-Sí, pero pudo no haberse salvado, y todo por mi culpa.

-Mírame a los ojos ¿sí? No fue tu culpa.

-Lo siento tanto señora.

-Jess, lo importante ahora es que estás bien, ahora cálmate o vas a poner a tus padres nerviosos.

Los padres de la chica llegaron con un aire de aliviados y abrazaron a su hija aferrándose a ella.

-¿Estás bien hija?

-Sí pa, estoy bien, sólo me golpeé.

Se sobó el moretón amarillento que tenía en la frente, en los brazos tenía pequeñas cortaditas, cubiertas con pedacitos de gaza, pero no les dio importancia; yo mientras tanto estaba recuperándome de un fuerte episodio de inconciencia, tenía una grave contusión en la cabeza, y cortadas poco profundas en piernas y brazos. 

Poco a poco, comencé a recuperar el conocimiento, veía siluetas alrededor de la habitación, hablando con palabras que no entendía, mis oídos aún no escuchaban con claridad. Sólo escuche que alguien anunciaba que yo había despertado, tres personas entraron a la sala, supongo que eran mis padre y el doctor, porque tenía ropa blanca, una de las tres siluetas acarició mi frente y yo emití un sonido ante el dolor que sentí. Mis oídos comenzaron a captar pedazos de oraciones, palabras claramente.

-Su hija fue muy afortunada.

-Gracias doctor.

-Podríamos decir como doctores que no tiene ni un rasguño.

Me intenté parar pero la cabeza me dio un giro, una enfermera corrió a ayudarme, se sentó al lado de mí y me sostuvo la cabeza y la espalda.

-Hola.

Sentí que debía contestar pero mi voz salía muy débilmente.

-Hola.

La enfermera me sonrió dulcemente, y soltó un pequeño suspiro de alivio.

-¿Cómo te llamas cariño?

-Chelsea, creo, ¿Chelsea Seth?

-¿Tienes algún segundo nombre?

 -No lo, sé, no lo recuerdo, creo que sí.

-¿Me puedes decir cuál es?

-Lin, Lindsey.

-¿Qué día de la semana es hoy Chelsea?

-No, lo sé.

-Intenta recordarlo cariño, necesito que me lo digas.

-¿Jueves? -chasqueé los dedos- Viernes.

-Bien -señaló a mis padres- ¿Los reocnocen?

-¿Mamá? ¿Papá?

-Bien, y dime Chelsea, ¿sabes qué te pasó? 

-Sólo recuerdo, que el auto en el que iba empezaba a girar y girar y que choqué con algo ¿Dónde etoy?

-Chelsea, tuviste un accidente, y estás en el hospital, estás bien, estás a salvo, y nadie sufrió daños.

La chica rubia entró acelerada, por la puerta, con la respiración acelerada, sus padres estaban en la puerta intentando detenerla, pero aún así, entró, se dirigió muy nerviosa hacia mí, y me acarició la frente aliviada, yo me puse tensa, no conocía a esa chica.

-¡Estás bien! Qué alivio.

-No te ofendas pero ¿quién eres?

-Soy Jessica, yo...-la adrenalina se le bajó de repente y se quedó callada.

Supuse que yo había chocado con ella, o ella conmigo, pero que con ella fuera el accidente, en ése caso, me alegro de que no haya pasado a mayores de unas pocas heridas y unos cuantos moretones.

-Y, ¿tú estás bien?

-Yo sí, ¡tú eres la que nos tiene a todos preocupados!

-Estoy bien.

-Chelsea, lo siento tanto, no te imaginas.

-¿Recuerdas lo que pasó?

-En realidad todo pasó demasiado rápido; iba manejando cuando entró una llamada, era de mi ex-novio, estaba muy enojada con él así que sólo volteé para rechazar la llamada, pero cuando volví a girar, estabas en frente, intenté frenar pero el carro derrapó y te golpeó, empezaste a girar hasta que chocaste con un árbol, y ¡Dios! Llamé a una ambulancia, quería que estuvieras bien, te sacaron del auto como pudieron y te trajeron aquí, me siento culpable.

-No te preocupes, Jessica ¿verdad? -la rubia asintió con lágrimas en los ojos- fue también mi culpa por quedarme a mitad de la calle.

En ése momento el doctor se acercó a mí y la rubia se paró, el joven de la bata blanca leyó unas cosas en su tabla y me miró con seriedad.

-Tuviste mucha suerte Chelsea, no sufriste lesiones graves, no hay huesos rotos ni fracturados, no tienes ningún daño cerebral, unos pocos moretones y cortadas menores. El único problema es...

-¿Problema? -Mis padres se miraron entre sí

-Sí, no hay nada de qué preocuparse, es un pequeño atrofiamiento en el enfoque de su ojo derecho, se sana rápido, en un par de semanas podrás volver a manejar.

El doctor le hizo una seña a la enfermera y le extendió la mano, la muchacha le entregó un tubo metálico y una botella azul, el doctor me las enseñó y dejó la tabla de un lado.

-Éste -dijo enseñándome el tubo- es un antinflamatorio, te lo tienes que poner todas las mañanas y las noches, y éste- dijo extendiendo la botella- son unas gotas para tus ojos, ponte esto todas las noches en tu ojo derecho y podrás manejar de nuevo muy pronto.

-Gracias, doctor.

-No hay de qué.

Me sacaron de la habitación en una silla de ruedas, mis padres tenían que firmar que ya me habían dado de alta, un chico se acercó a mi y me dio un abrazo.

-Chelsea ¡estás bien!

-¿Jaques? ¿Qué haces aquí?

-Seguí a la ambulancia, no me dejaron pasar a la habitación y te esperé aquí toda la noche.

Las puertas del hospital se abrieron y entró Karim, buscaba a alguien, supongo que no me buscaba a mí, porque cuando vio a Jessica, corrió hacia ella y la abrazó, empezaron a hablar, y de repente Jessica, angustiada, me señaló. Cuando Karim me vió se puso blanco como un papel, y corrió hacia mí, jalando a la rubia de la mano.

-¿Chelsea? ¿Qué demonios te pasó?

-Tuve un accidente, en el café, ¿no lo viste?

-Supongo que cuando pasó ya me había ido ¿estás bien?

-Sí, sí estoy bien.

Jessica se escabulló de atrás de Karim hasta quedar entre los dos.

-¿Ustedes dos se conocen? -La miré confundida

-Iba a hacerte exactamente la misma pregunta.

-¡Pero si el mundo es extremadamente pequeño! -dijo sorprendida y algo celosa.

-Vaya que lo es.

-Una no se imagina cuánto ¿verdad?

-Tienes toda la razón.

-Bueno, Chelsea, creo que es momento de que todos nos vayamos a casa, tú tienes que descansar.

-Sí, creo que tienes razón.

Nos despedimos todos de todos con todos, Karim me miraba aún preocupado.

-Supongo que lo de mañana se cancela ¿no?

-Supongo que sí.

Team Jack o Team Karim?

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