Otra vez en los pasillos de la escuela, Jaques y yo caminamos agarrados de las manos, hasta que llegamos a los casilleros, tomó sus libros de inglés y yo los míos, faltaban aún cinco minutos para que la clase comenzara así que Jaques se adelantó para apartar un lugar hasta atrás, a casi nadie le gustaba la clase de inglés y por eso es lógico que la gente quiera sentarse en la parte de atrás. Yo fui al baño a retocarme el corrector que cubría mis ojeras color violeta, la prueba de que la noche anterior no pude dormir. Cuando entré al baño un escalofrío recorrió mi cuerpo, me había quedado sola, literalmente, Jaques se había ido, mi única protección, y me encontraba a la interperie con Karim en la escuela. Paranoica, es cierto, lo soy, pero prefiero serlo a bajar la guardia mientras él esté aquí.
Salí y alguien me abrazó por atrás con fuerza, se me puso la piel de gallina, sabía perfectamente que esas manos, no eran de Jaques.
-¿Qué quieres?
-¿Qué uno ya no puede ver a sus amigos entre clases?
-Tú y yo no somos amigos.
-Cuidado Seth.
-¿O qué?
Me zafé como pude y volteé a verlo, sentí mi cara enrojecer, de ira.
-Digamos, que hay un cierto secreto que al tal Jaques le interesaría saber.
-No lo harías.
-No me subestimes.
Hice memoria y sentí alivio, el único secreto que yo tenía era el que Jaques ya conocía.
-Además Jaques ya lo sabe, así que te tendrás que inventar algo mejor.
Su reacción no fue la que me esperaba en él, si no lo conociera bien, diría que ya sabía que yo diría eso, si no lo supiera, se le notaría la decepción, e intentaría poner una excusa o diría algo más para zafarse, pero no lo hizo.
-No, algo me dice que no le contaste todo, al pie de la letra.
-¿Ah no?
-No, pero para su suerte, yo amo los detalles, y no me molestaría explicarle todo como va.
Antes de que pudiera decir algo la alarma sonó, desperté de mi sorpresa y salí corriendo al salón de inglés donde Jaques ya había apartado un lugar en el fondo.
Toda la clase de inglés pensé ,hasta sacar humo, cómo le iba a hacer para evitar que Karim le dijera algo a Jaques que lo pusiera de su lado. Al final decidí que la manera más fácil sería sencillamente no quitarle el ojo de encima, dudo que Karim fuera tonto para decírselo conmigo en frente, al contrario, Karim es de las personas más astutas que conozco, lo que lo hace un peligroso rival.
-¡Chelsea!
Reaccioné de mis pensamientos y encontré a Jaques moviendo su mano en frente de mi cara.
-¿Qué pasó?
-Ya nos tenemos que ir.
-Ah sí seguro.
-Oye, ¿estás bien?
-Sí, no te preocupes.
-¿Segura?
-Segura.
Como lo planeé, no me despegué de Jaques ni un momento, incluso me preguntó qué tenía de raro ese día, porque casi nunca era empalagosa con él. No me importaba qué es lo que tuviera que hacer, si era colgarme a su pierna con tal de que no se separara de mí, lo iba a hacer.
Esperaba ver a Karim espiar, encontrar el segundo débil, el lugar y el tiempo para atacar, pero ni siquiera me volteó a ver. Cuando Karim se comporta así significa que tiene el tiempo y el lugar exactos para controlar la situación, un total estratega, todo lo que hace lo hace con la exactitud de un reloj, y me preocupaba.
-Ya es en serio Chelsea.
Jaques me giró y se hincó, lamentablemente él es alto, y yo no, hizo que su cara viera la mía.
-Mírame a los ojos.
-Ya los veo.
-¿Qué es lo que te pasa hoy?
-Nada, ya te dije.
-No me lo voy a tragar Chelsea, qué te pasa.
-Es, mi primo, sabes está un poco enfermo, y me preocupa algo, pero no es nada.
¿Es en serio que lo dije? ¿Mi primo está enfermo y me preocupa? ¡¿Qué clase de excusa de quinta es esa?! Creía que tenía un talento para mentir, dije lo primero que se me vino a la mente. Jaques me miró con un poco de desconfianza, yo hice una mueca, y creo que lo convencí, porque me dio un abrazo y un beso en la frente.
-Bueno, ya me voy. -Creo que me puse pálida como una hoja.
-¿A dónde vas? La escuela aún no acaba.
-A orientación.
Orientación, cómo se me fue a olvidar, lo teníamos una vez a la semana, tal vez por eso no le di importancia, pero tener orientación era lo único que me faltaba ése día, le doy gracias al universo, ¡gracias por ser tan bueno conmigo! Nos enseñaban cosas como "llega un momento en la vida de los jóvenes en el que las flores y las abejas y la cigueña" y pura estupidez de esa, y la consejera propuso que los alumnos se dividieran por géneros para poder tocar el tema más a fondo. Karim había esperado a la última clase en donde dejaba a Jaques y Karim lo tomaba, la única clase dónde él y yo no estábamos juntos pero ellos dos sí.
-¡¿Orientación?!
Pero ya se había ido, y Tamara, Elizabeth y Riley me jalaban del brazo, para que bajara a la tierra.
-¡Charles! Ya nos dejaron, todos se fueron al auditorio.
Nos dirigimos a la última clase con nuestras carteras. Entre abejas, flores, tornillos y tuercas pensaba en Jaques y en cómo nuestra relación cambiaría después de lo que Karim le dijera, si es que aún existía alguna esperanza de una"relación." Cuando salimos me dirigí hacia él con los dedos cruzados, Tara, Beth y Riley ya me habían dejado a mi suerte, lo vi y el se giró, mantuve la esperanza en mí de que simplemente no me había visto, era un momento de esos en la vida en que mi único deseo era volverme una pared más, ser invisible.
-Hola de nuevo.
-...
¿Me ignoró? Oh no, esto no puede estar pasando.
-Hola.
-¿Qué quieres?
-Oh demonios.
-¿Lo que me dijo Karim? ¿Tú lo sabías? Tú lo sabías verdad.
-Jaques yo...
-No te molestes, me bastó con saber que no confías en mí.
-¿Pero qué te dijo Jaques?
-Lo suficiente, todo lo que tú no.
Tuve la ligera sospecha de que no todo lo que le dijo era lo que en realidad pasó.
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Obsession
Teen FictionChealsea Seth se dará cuenta de que si un secreto mal guardado puede destruirlo todo, entonces todo nunca valió la pena.