Capítulo 2

537 47 1
                                    


-¿Coqueteando? ¡¿conmigo?!

-Sí contigo!!! -dijeron Tara y Riley al mismo tiempo

-No están locas.

-¿No te gustaría Charles?

-Bueno...

-¿Eh?- las dos me miraban con una sonrisa de oreja a oreja

-NO! no me harán esto, no esta vez.

Me alejé de un salto y las dos suspiraron con decepción. Cuando di el salto choqué con Jaques y tiré los libros que traía en la mano.

-Vaya, debemos de dejar de encontrarnos así

-Sí bueno al menos sabemos que la gravedad hace su trabajo.

-Igual que la química

-Seeeeehh....¿Qué? ¡Es cierto química!

-Qué ocurre

-Ya me voy, ya me voy ya me voy

Jaques se quedó viendo a mis amigas confundido, se encogió de hombros, y suspiró mientras me veía alejarme.

-Va a llegar tarde igual que tú

-¿QUÉ? Pero química ni está en el horario.

-Lo sabemos, te inscribimos al taller para que pudieras estar cerca de ellla.

Jaques se sonrojó- Ah, ya lo saben-

-Ay, pequeño ingenuo, si ella no fuera tan despistada, también lo sabría, eres la obviedad pero con patitas.

-Es que, es tan linda, tiene mis ojos clavados y no los puedo despegar.

-Perfecto! Ella ama lo cursi- gritó Tam entusiasmada

-¡¿QUÉ?! Yo no soy cursi.

-Aja, bueno será mejor que te apresures o llegarás tarde.

Caminé lentamente, por más nerd que suene, me encanta la clase de química, y me gusta disfrutar cada segundo, incluso el camino al salón.

-Bien, bienvenidos chicos.

-Hola Srta.Carlstone.-dijimos todos al unísono.

-Pasaré lista y luego comenzaremos con la clase.

Pasó la lista y no le di importancia, pero un nombre me llamó la atención.

-¿Qué?

-Disculpe señorita Seth ¿hay algún problema?

-Sí, digo no, ¿podría repetir el último nombre que dijo?

-Sí claro, emm, ah sí, Jaques Carther.

Me encogí, mi cuerpo entero ocupaba la milésima parte de la silla, sentí mis mejillas a punto de explotar, voltée a ver a Jaques, mirando confundido la tabla periódica de la pizarra. Lo sabía, no sabe nada de química, Tamara y Riley lo metieron.

-Me las van a pagar, ahora sí cruzaron el límite.- dije en mi cabeza

La clase fue larga, para que no se hiciera más eterna evité a toda costa cruzarme con la mirada de Jaques, y así me mantuve distante durante los 50 minutos.

Cuando se acabó la clase, crucé la puerta y me dirigí directo a Tamara y Riley que me esperaban con una sonrisa de oreja a oreja.

-¿Y BIEEEENNN??

-Y bien NADA, ustedes, ustedes dos...- dije señalándolas violéntamente con el dedo.

-Calla pequeña, no tienes que agradecer lo hicimos por...

-No termines tu oración Tamara, lo que hicieron, lo que ME hicieron, cruzaron el límite.

Me di media vuelta enfadada y me fui, tomé las llaves de mi carro y me fui de la escuela. No quise llegar a casa de inmediato, di unas vueltes en el carro por todos lados, estaba muy enojada y no quería descargarme con mi mamá, o mi papá o Cameron. Paré en un café, de no sé donde, la verdad no me fijé hacia donde conducía.

Pedí algo, creo que un latte o algo así, y me senté en un mesa de un rincón, reflexionando levanté la vista, ahí estaba Jaques con la cabeza entre las manos.

-Hola ¿está ocupado?-

Levantó la vista, sonrió con trabajo y me hizo una seña para que me sentara.

-Oye lo que pasó hoy...en química.

-No, no te preocupes, en realidad...

-Fueron tus amigas lo sé, pero aún así me siento culpable, no debí haber ido.

Pobre, soy una bipolar, primero quiero que sea mi novio platónico y luego lo hago sentirse culpable porque alguien más le hizo algo por mi culpa.

-No, de hecho, me sentí feliz de verte ahí, no conozco a nadie de esa clase, y es bueno tener a alguien con quien hablar, además veo que tienes algo de problemas con, ya sabes química.

-Como lo supiste.

-Sentido común supongo.

Me despedí después de un rato de plática sin sentido, y me subí a mi auto, suspiré. Tomé fuertemente el volante y conducí a casa.

Llegué a casa preguntando, de veras, no sé como llegué a dar con ese café ni como me perdí de esa manera, cuando abrí la puerta de mi casa mi papá tenía su brazo sobre el hombro de mi mamá y ella que estaba llorando se tapaba la boca con las manos, Cameron consolaba a mi primo Nate que lloraba desesperadamente, se mordía el dedo y comenzaba a golpear el suelo con todas sus fuerzas hasta que se cansaba, respiraba hondo y volvía a empezar. Caminé lentamente hacia mi papá que me extendía sus brazos.

-Tu tío...tu tío tuvo.- mi mamá intentaba hablar pero las lagrimas no la dejaban.

-Un accidente -dijo Nate- Mi papá tuvo un accidente, ya no existe!!!!!!

Graham era el hermano de mi mamá, mi tío, yo lo amaba, a su lado sentía que todo lo podía hacer, la mamá de Nate los había dejado, no se murió, decidió irse a trabajar a otro país sin boleto de regreso. Ahora Nate estaba solo, la única familia que le quedó fuimos nosotros.

No pude llorar, estaba en shock, miraba al vacío, me dejé caer al lado de Nate, lo abracé, sintió la nacesidad de morder mi brazo, de arrancarlo, de romper algo pero en vez de eso lo empezó a besar, se acostó en el y se quedó dormido.

Todos nos dormimos esa noche en la sala. Yo revolviéndole el pelo rubio a Nate, no pude dormir, no pude. Como se puede dormir, estar tan tranquilo en una situación así. Mi mamá se levantó a las dos de la mañana, cuando me vió despierta se acercó a mi.

-Mañana no tienes que ir, a la escuela.

Negué con la cabeza y sonreí. -No mamá, quiero ir a la escuela mañana.- asintió y volvió a dormir.

Voltée a ver a Nate y le sequé una lagrima, le di un beso y me recargué sobre su hombro, por fin, mi mente se aclaró, las lagrimas empezaron a fluir, fluían y fluían. Abrí la boca y dejé que se me resbalara, que se resbalara todo, el dolor, el enojo, la tristeza, la impotencia, me tragué las lagrimas, me tragué el orgullo, me tragué el nudo en la garganta. Me acosté en el suelo y empecé a llorar.

Me pellizqué el brazo, para buscar alguna señal de que estuviera soñando, eso no podía estar pasando, no ahora.


ObsessionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora