Capítulo 23

195 18 6
                                    

Lo vi sacando unos libros de su casillero, tan perfectamente concentrado en lo que hacía como siempre. Me acerqué hacia donde él esaba y me apoyé fuertemente contra el casillero al lado del suyo, volteó y me sonrió.

-Hola Jaques

-Oh, hola Chelsea

-Bien -dije mientras checaba el brillo de mis uñas- seguro no fuiste tú el que dejó un lindo ramo de tulipanes azules en mi asiento ¿o sí?

Negó con la cabeza y sacó los últimos libros que le faltaban del casillero para después cerrarlo y apoyarse mirando hacia mí.

-¿Tulipanes azules? Tus flores favoritas, claro

-Si, lo son, entonces ¿fuiste tú?

-Creo que me acordaría de haber hecho algo así

Mi cara cobró duda, sorpresa, ¿cómo que no había sido él? Si no fue él ¿quién fue? Cómo se supone que alguien va al baile cuando ni siquiera sabe quien lo invitó

-O sea que... ¿no fuiste tú?

-No, me robaron la idea, pero no fui yo, ahora tendré que pensar en algo mejor, en fin, seguiré mi código de honor y dejaré que vayas con el que te invitó primero

Bajé el volumen de mi voz hasta que se oyó como un gruñido y miré hacia el techo.

-Si encuentro quién fue, claro que iré con él, hasta entonces yo...-interrumpí mi oración

Jaques me dio una palmada en el hombro y me sonrió amablemente

-Suerte con eso

Me dio un beso en la mejilla, yo solo alcé la mano como despedida, lo vi alejarse entre los pasillos, los casilleros y la gente que poco a poco se iba metiendo a sus salones, tenía la mirada perdida en los cuadros del suelo, si no fue Jaques sólo había una persona en el universo que pudo haber dejado un ramo para el baile en mi asiento

-Karim -dije con un gruñido

Alcancé a ver su arrogancia escurriéndose por el suelo, un camino de narcisismo lideraba hacia él, es increíble lo poderosa que es la mente, por un momento todos los caminos hacia él fueron color de rosa, y ahora todo era negro y triste.

-Oye tú

Se volteó sorprendido, como si hubiera visto a un espíritu haciendo su aparición a medio pasillo, después volteó en todas direcciones y finalmente se señaló a él mismo.

-Me, ¿me hablas a mí?

-Claro que sí idiota, no hay nadie más alrededor

Carraspeó y se enderezó

-Bueno, y ¿qué quieres?

¿Sinceramente? Quiero que abras esa ventana de ahí y saltes por ella ¿me harías ese favor? Pensé silenciosamente. Pero guardé la compostura y mantuve mis pensamientos dentro de mi mente.

-Quiero saber si tu fuiste quien dejó ésto en mi escritorio ésta mañana- moví el ramo de flores en frente de él

-No, no fui yo

Me dio un ataque de frustración

-¡Entonces quién fue!

-No lo sé, ¿no fue tu novio?

-¿Qué novio?

-Jack, o James o

-No seas así, sabes bien que es Jaques

-Eso no es importante, yo no fui quién te dio esa patética cosa, yo te habría mandado toda la florería

-Sí, mitad para mí y mitad para Vance

Rodó los ojos y suspiró

-¿Lo podrías superar? Ya dije que lo siento

-No es suficiente

-¡Chelsea! Vamos yo sólo...-no lo dejé terminar

-No es el tema Karim, si no fuiste tú y no fue Jaques ¿Quién me dio ésto?

-No lo sé, descúbrelo tú

Me frustaba que se pusiera en ese plan, él había sido el que quería besar a Vance ¡no yo!

-¿Sabes qué? No sé ni por qué pierdo mi tiempo contigo, seguro tu no habrías traído ni un ramo de pasto

-Bien, no me busques entonces

-¡Bien!

Me di media vuelta y seguí con mi camino, ahora sí mi cabeza era un desastre total, si no fue Karim ni Jaques ¿quien rayos fue? Me empezaba a preocupar, a tres días de la graduación, ¡me iba a tener que convertir en Sherlock Holmes para averiguar quien fue el que me dejó el maldito ramo de flores!

-Hey niña, ¿estás bien?

-Tara no puedo más, alguien dejó ésto en mi escritorio ésta mañana y no sé quién fue, no fue Jaques, ni fue Karim, así como iré al baile

Tara se reía por dentro, se puso la mano en la barbilla y me miró con picardía

-Bueno Chelsea, considerando cómo me dejaste hace unos momentos, una mala persona no te diría nada acerca de tu triste situación, pero yo, soy yo, una buena persona, y te diré que...-interrumpió su oración, miró alrededor y se acercó a mi oído- ¿Ves a ese chico alto de allá? Ojos verdes, rubio, ¡ésa cosa ha preguntado por ti todo el día! No te vendría mal preguntarle si de casualidad ése lindo ramo se le cayó a él

Lo miré, y no pude evitar soltar una pequeña sonrisita, esa "cosa" era bastante linda, sin problema podría medir 2 metros, parecía que lo hubieran sacado de una revista de supermodelos y lo hubieran pegado en el pasillo, me acerqué tímidamente a él con el ramo de flores.

-Hola, yo soy Chelsea del grupo...-no me dejó acabar mi oración

-¡Chelsea! Qué bueno que llegas, te he buscado todo el día

-¿Todo el día? ¿A mí?- Volteé a todos lados para ver si no había otra Chelsea alrededor

-Sí tontita, te buscaba a tí -dirigió su vista al ramo- Y... ¿Te gustó el ramo?

-¡¿Qué?! ¿Fuiste tú?-Asintió con la cabeza- No te ofendas, pero no se quién eres, no recuerdo haberte visto por aquí

-Eso es porque ya no estoy aquí, no nos vemos desde hace tres años, es un largo tiempo, voy a la mitad de mi carrera, estudio en la universidad de la ciudad, es por eso que no me has visto

-Me resultas familiar, pero ¿sabes? No puedo recordar quién eres

-Tal vez esto ayude- Cuando terminó su oración se volteó y abrió su cartera, sacando unos lentes azul marino de armazón grueso, se los puso y se los acomodó sobre el puente de la nariz- ¿Y? ¿Qué tal ahora?

-No, ¡no puedo creerlo! ¿Lewis?

-¡El mismo! Cielos, creí que no te acordarías de mi cuando regresara, pero aquí estoy, y es un verdadero gusto verte

ObsessionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora