Loco B (Double B)

15. Mi familia

dai 162

-Eso suena genial -BI hablaba en la sala de estar de nuestra casa-. En cuanto se despierte, le aviso... Sí, seguro. ¡Genial! Chau -Se despidió de con quien sea que estaba hablando.

Terminé de bajar las escaleras y me dirigí al baño a paso lento para tomar una ducha rápida y empezar bien el día. Hubiera usado el de arriba si no fuera porque June y Jay estaban usándolo. Sí, a la vez. No, no sé qué hacían, y honestamente no quiero saberlo.

Froté mi rostro con las palmas, intentado despabilarme. Seguía algo adormecido, así que mis ojos seguían entrecerrados y mi vista estaba algo nublada.

Al pasar frente a la cocina, pisé con los pies descalzos un líquido derramado, cosa que me hizo pegar un grito de asco y sorpresa, simultáneo a que intentara no resbalar.

-¡Bobby! -Escuché a BI acercándose por detrás desde la sala -Ya te despertaste.

-Claramente -Volteé la cabeza en su dirección-, pero esta no era la forma en que esperaba empezar mi día -Señalé el suelo mojado mientras levantaba el pie.

-Bueno -Puso los ojos en blanco-, es solo agua. No te preocupes tanto -Respondió entre risas.

-¿Que no me preocupe tanto? -Actué ofendido- Si llego a resbalar, caigo de cara y termino con los dientes torcidos como vos, ¿qué hago? -Apoyé una mano sobre mi frente, sobreactuando un muy mal dramatismo.

-¡Ey! -Rió.

-Voy a darme una ducha -Le avisé, señalando el baño para luego retomar mi camino.

-Okay, yo limpio lo derramado... Ah, esperá -Llamó mi atención-. Recién terminé una llamada desde tu celular -Caminó y entró conmigo al baño.

-Ah, ¿sí? ¿Quién era? -Me sorprendió que alguien me llamara- No fue la empresa diciendo que me despedían, ¿cierto? -Bromeé.

-No, no. Es... era más bien de... estem... -Se quedó parado en la puerta.

Podía notar que dudaba al hablar. Me extrañó eso de él, pero supuse tendría sus razones. No tenía muchas ganas de entablar diálogo todavía, al menos no antes del desayuno.

Ignorando su presencia, por lo menos hasta que se dignase a hablar, comencé a preparar todo. Abrí las canillas y regulé el agua de la ducha. Acerqué un toallón y lo ubiqué cerca. Me desvestí, dejando la ropa en el canasto de ropa sucia, y entré a la ducha.

-La llamada era de tu mamá -Escuché que cerró la puerta, estando él dentro-. Cuando atendí, se sorprendió de que no le colgara la llamada. Estaba entusiasmada diciendo un montón de cosas lindas pensando que eras vos quien había atendido, pero le expliqué que solo soy un amigo tuyo y se disculpó -Oí que se sentaba en la silla del baño-. Me pidió que te recordara que estás invitado a las reuniones familiares, que te quiere mucho y te extraña -Suspiró-. Bobby, ya sé que no querés ni verlos, pero-

-No -Lo interrumpí, colocándome shampoo-. "Pero" nada. No quiero tener que ver nada con esa gente con aires de familia perfecta -Respondí molesto, antes de que llegara a intentar convencerme de nada.

-Deberías darles una oportunidad. ¿Hace cuánto no los ves? Quiero decir, sí, viven en la misma ciudad, pero por las casi nulas veces que hablaste de ellos, me da la impresión que yo veo a mis familiares más seguido que vos, y eso que ni siquiera viven en este país.

-¿Y? Lazos de sangre no tienen por qué implicar lazos de amor y respeto mutuo, lamentablemente -Comencé a enjabonar mi cuerpo.

-Deberías agradecer que al menos no viven casi del otro lado del mundo -Su voz denotaba fastidio.