Loco B (Double B)

20. Bienvenido de vuelta

El día.

-¿Es esto como realmente sos?

-¿A qué te referís? -Burlón- Claramente yo soy esto.

-¿Estás seguro? -Se aproximó lentamente- ¿Estás seguro que el que posa para las fotos sos vos? ¿No será una imagen que tan desesperadamente querés venderle a todos para que crean que sos algo que claramente nunca vas a ser?

Estaba confundido por sus palabras.

-Te conozco desde hace demasiado tiempo, y hay algo de lo que estoy seguro: estás engañándote a vos mismo, y te la estás creyendo bastante bien -Me miró fijo-. ¿Quién es Bobby? ¿Quién es "vos"?

-¿Pero de qué me estás hablando? No entiendo nada, Loco B -La cagué-. Perdón, no quise decir eso. No sé qué me pasó por la cabeza...

-No pidas disculpas. Ya sabía que este día llegaría -Sonrió amargamente-. Y aún así seguís creyendo en tu chiste viviente al que llamás tu "verdadero yo".

-¿Qué tiene que ver eso con...?

-¿No te diste cuenta todavía? -Me miró, impaciente- Claramente no. Bien, repasemos -Estiró su espalda y sus huesos sonaron-. ¿Por qué me llamaste recién "Loco B"? ¿Por casualidad o por ir contracorriente?

-Bueno, yo...

-Por ir contracorriente. Todos tachan de locos a los que luchan por lo que creen correcto, por los que se enfrentan a los problemas de maneras poco convencionales, por los que prefieren pararse aunque eso implique estar de pie solos, en lugar de arrodillados y acompañados en rebaño. Hasta hace no mucho, mis acciones no eran tan llamativas, por llamarlas de alguna forma. Pero poco a poco, fui convirtiéndome en lo que todos tachan de incorrecto y erróneo. Pero, decime una cosa, y espero seas honesto esta vez: ¿vos nunca fuiste erróneo, nunca hiciste algo incorrecto?

-¿Como qué? ¿Por qué hablás de mí ahora?

-¿Ahora? Por favor, todo el tiempo vos solo te encargás de hablar de vos mismo, y las veces que yo quise decirte algo, te ofendiste. Deberías pedirme perdón.

-¿De qué estás hablando?

-¿No es obvio? De vos, de tu falta de comprensión y empatía hacia la vida de otros. ¿No te da vergüenza ahora hacerte la víctima? Todo el tiempo estuviste demasiado ocupado mirándote al espejo como para voltear a tu alrededor y darte cuenta que los demás también tienen sus propios problemas. Todo lo que estás tratando tan desesperadamente de mostrar, no vale nada realmente.

-Ese en todo caso serías vos -Me aproximé a él, enojado-. Todo lo que describiste no es ni más ni menos que tu actitud de mierda contra el mundo. No me metas en lo que no me corresponde. No quieras parecer el bueno que aconseja, cuando es evidente que no lo sos y es más que sabido que todas tus intenciones son malas.

Silencio. Ambos permanecimos en el lugar sin emitir sonido por varios minutos sin cortar el contacto visual.

-¿Y cuál es ese misterio del que tanto querés aparentar usando siempre ese abrigo gris y polvoriento con la capucha puesta? ¿Te cortaste mal el pelo queriéndote hacer el malo y ahora te arrepentís y lo querés tapar?

Estaba furioso, pero yo no sería capaz de golpearlo. Eso no era lo mío, más bien es lo que hacía el Loco B. Temía que mis palabras lo provocaran, pero ya me había quedado callado demasiado tiempo.

-Parece que todos tenían razón sobre vos, después de todo. Sí sos un lunático -Espeté.

Su respiración se apaciguó, su figura se enderezó, su expresión era repentinamente calma. Respiró profundo antes de emitir muy sereno lo siguiente.