14. Los placeres tienen precio

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día 144.

June y yo caminábamos por las calles de noche. Estaba algo solitaria la zona, pero sería cuestión de minutos para que eso cambiara cuando llegáramos a destino. Un nuevo trabajo, un nuevo comienzo, una nueva vida, rodeados de amigos que nos quieren y nos apoyan.

-Me alegra haber renunciado a ese trabajo. No me pagaban tanto, y no siempre los clientes me trataban bien.

-Supongo que en todos los trabajos es así.

-Sí, pero ese trabajo... y las zonas que tenía que atravesar de noche estando completamente solo... Ah, me alegra no trabajar más de eso, y me emociona este nuevo trabajo.

-No sé qué tan bueno sea para vos este nuevo trabajo, quiero decir, en todos lados hay cosas malas... pero si sos feliz -June reía.

-Ya sé, ya sé. Pero lo digo de verdad. Trabajar en el restaurante era muy desgastante. Horas y horas de trabajo corriendo de un lado a otro, teniendo que atender amablemente a los clientes, controlando comida y cambio... eso no es para mí.

-En todos mis años trabajando en la calle, nunca había visto a alguien tan emocionado por firmar con una empresa porno de mala fama y vender videos íntimos propios -Negaba con la cabeza riendo-. De verdad sos alguien muy particular, Bobby.

-Se lo debo a BI. Si no fuera por él, no me habría animado -Respondí.

-Ni tampoco tendrías con quién coger -Carcajeó.

Nos detuvimos a esperar que los autos pasaran.

Ya me estaba habituando a las zonas donde no había semáforos en la mayoría de calles. Los graffitis en las paredes y basura en el suelo lo veía normal. Las veredas rotas o directamente de tierra, las casas descuidadas y poco estables, la gente escupiendo en el piso y diciendo groserías para empezar peleas porque sí era común.

-Sabés que después de que vendas el primer video, van a pedir más, ¿cierto? -June me advertía- Quizás también pidan que se vean sus rostros, y ahí el anonimato se perdería por completo... la gente no solo continuaría con los rumores que ya tenés encima, sino que tendrían material nuevo para hablar mal de vos en presencia de otros... y probablemente masturbarse cuando estén solos -Hizo una señal con la mano para avisarme que cruce rápido con él después del auto que se aproximaba.

-Ya lo sé, soy consciente de todo eso. No te preocupes, no importa cuánto me ofrezcan, no voy a vender videos donde se nos vean las caras -Cruzamos a paso acelerado-. No voy a perder el anonimato, y me importa poco lo de los rumores de la universidad.

-Okay, veo que estás muy determinado a hacerlo. Te felicito -Aplaudió, asintiendo-. Es en esta cuadra. Si estás por arrepentirte, mejor decímelo antes de que entremos.

-No voy a arrepentirme. Estoy decidido.

Caminamos por la vereda hasta un negocio con luces de neón pero con cortinas en las vidrieras que no dejaban ver hacia adentro. Nos detuvimos en la puerta de entrada. June esperaba ver en mi rostro algún signo de duda, pero yo ya había tomado una decisión y estaba seguro de querer hacer esto.

Respiré profundo para calmar mi nerviosismo y evidente emoción, posé mi mano sobre la puerta e hice caso al cartel colgado del lado de adentro que decía "empuje".

Entramos, cerrando la puerta detrás nuestro. Había tantas cosas expuestas hacia donde se mirase, con gente que observaba o probaba algunos de los productos (los no súper íntimos), con música seductora, perfume algo exagerado que hacía el aire algo pesado, y con algunas personas que descaradamente nos observaban de arriba abajo sin disimulo alguno... Inevitablemente, me sentí incómodo y fuera de lugar. Una corriente fría recorrió mi espalda, como si me advirtiera que saliera ya mismo de ese sitio. Pero no lo hice.

Loco B (Double B)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora