Hay quiénes aman los finales felices. Leen un libro o ven una película y una repentina felicidad los invade, casi de la nada cuándo los protagonistas se casan, tienen hijos, se casan y son felices o simplemente terminan juntos. Este no será el caso y me alegra que así sea.
Sin embargo, tampoco hay que olvidar a esas pocas personas que aman los finales trágicos. Suelen haber muy pocos de esos, en los que la pareja termina separada por diferentes razones o hasta incluso uno de ellos muere. Y aunque intentan dejar un estúpido mensaje de esperanza y ilusión en los que no creen que esto exista, no deja de ser horrible. O sea, alguien murió. ¿Cómo hacen para revertir todo ese hecho en un mensaje poco alentador?
Bueno, ese tampoco es mí caso. Por suerte yo sigo estando aquí, sana y salva. Al igual que mis seres queridos. Y espero que este momento sea inolvidable para todos nosotros. Es más, ni siquiera considero que esta sea el final. Digo, voy a comenzar una nueva etapa en mi vida. Iré a la Universidad de Oxford en Inglaterra y no puedo estar mas agradecida por tener esa oportunidad que es única para mí, una chica que no ha dejado de soñar durante estos eternos diecisiete años con lograr salir del pueblo en el que nació, para regresar un día y demostrar que todo es posible si uno hace sacrificios.
No es cómo si fuera a desaparecer ni nada. Solo me voy a otra parte del mundo. Nada más. Y aunque esté tan cerca de mi destino, prometo que voy a regresar. Creo que ese es lo que puede llevarme lejos. Nunca olvidar de dónde soy.
Ahora, recostada en mi cama empiezo a recordar por todas las cosas que he tenido que pasar. Tengo que admitir que durante este largo recorrido, la cantidad de momentos malos supera a los buenos pero aprendí a sacarles provecho. Soy mucho más fuerte de lo que pude haber sido. Si pudiera cambiar algo, no lo haría. Porque aprendí demasiado y creo que todavía quedan cosas que debo entender. Uno nunca deja de conocer algo nuevo. Siempre hay alguna sorpresa y estoy lista para dejarme sorprender.
Ya quiero irme. Solo faltan un par de horas más y estoy...
—¿Ansiosa? —me pregunté, mirándome al espejo.
No, creo que no es eso.
—¿Nerviosa?
Tampoco. Bueno, tal vez un poco. Pero no es la palabra que estoy buscando.
—¿Eufórica?
Nada que ver. Otra.
—¿Entusiasmada?
Obvio que estoy entusiasmada. Igual no hablaba de eso. Intenta pensar en alguna otra palabra.
—¿Feliz?
Ding, ding, tenemos un ganadora. Por primera vez en un largo tiempo estoy verdaderamente feliz. La sonrisa se me dibuja en la cara sin poder evitarlo. Tengo ganas de saltar por toda la casa, de correr por la calle y gritar de felicidad que me voy para conocer el mundo. Pero trato de parecer una chica madura que se demuestra siempre con una tímida mirada de...
A la mierda toda esa tonta fachada. Livin' la vida loca.
—¡Wooooooojo!
Di un salto tan repentino que estuve a punto de golpearme la cabeza contra el piso. Ni se te ocurra tener un accidente justo antes de que te estés por convertir en la reina de Londres. Bueno, no...
—Hija, ¿estás bien?
—Sí —me encogí de hombros— Solo estaba buscando unas cosas.
Mi madre tomó asiento y me pidió que me sentara sobre su regazo, como cuándo era un pequeña. Al principio pensé que no debía, pero no podía negarme. Era la última vez que estaríamos juntas antes del viaje.
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Forever Alone
Teen FictionSu nombre es Lana. Al principio de nuestra historia, ella descubre que está interesada en Lionel, el chico más popular de la escuela. Lo sé, suena trillado. Hasta seguramente te pasó alguna vez. Pero todo en esta historia cambia cuando Lionel invita...