Forever Alone

IX. Nuevo año, nuevos amigos (Ustedes sin mi)

Nadie quería volver a casa. No estábamos preparados para regresar a la gran ciudad y continuar con nuestras vidas sabiendo que ya nada volverá a ser como hace un par de semanas. 

Creo que todos tenemos que asimilar lo que ha pasado por que desde que papa se marcho la verdad es que nuestra cabeza funciona a todo dar. Nunca nos pusimos a pensar que vamos a hacer para ocupar nuestro tiempo.

Escuche que mi tia Paloma le aconsejo a mi madre que volviera a trabajar, lo que había dejado de hacer cuando tuvo a Ciro. Según ella no esta preparada pero quisiera que al menos lo intentara. Ella siempre fue una muy buena cocinera y abandonar su puesto de chef fue un grave error.

Convenceré a Ciro de que haga deportes o algo por el estilo mientras yo dejare de inventar excusas para anotarme en distintos clubes en la escuela. Siempre quise estar en el club de debate o en el de arte. Me gusta la idea y tal vez sea bueno para mi.

En fin, debo prepararme para mi cita con Marino esta noche. Ah, claro... olvide en mencionarlo. 

*FLASHBACK*

—Desde que nos conocimos en ese sitio y empezamos a hablar... me pregunte que tal seria si saliéramos.

—¿En serio? —hice un esfuerzo por no soltar una carcajada.

Marino es el hermano de mi amiga y la verdad es que no me interesa de esa forma. Pero, ¿porque siempre una cita tiene que ser romántica? Digo, dos amigos pueden salir un momento y no solo por eso tiene que pasar algo entre nosotros. 

¿Quien estableció la estúpida idea de que no puede haber una cita amistosa? No lo se, pero creo que el o ella... o quien sea... se equivoca.

—¿Que dices?

—Me gustaría salir con vos —sonreí—. Pero a tu hermana no le va a gustar la idea... 

—Déjamelo a mi que la voy a convencer. 

Asentí con la cabeza mientras ambos nos reíamos.

*FIN DEL FLASHBACK*

No pretendo ir muy arreglada ni nada de eso ya que no es nada serio por lo que decido quedarme tal como estoy y caminar hacia la playa, en donde quedamos en encontrarnos. 

—Hola hermosa... ¿cuanto cobras?

—¡Marino!

Por un momento quise reírme de su pregunta pero fingí estar furiosa para que el se sintiera mal. Y funciono. Entonces ambos reímos.

—Sos mala.

—¿Recién te diste cuenta? —pregunte, entre carcajadas. 

Nos dirigimos a una pizzería que se encontraba muy cerca de la playa. Al llegar, el fue muy atento al pedirme que me sentara primero. Luego de un rato me di cuenta que estábamos en el mejor lugar para contemplar el atardecer. 

—Hay algo que quisiera decirte pero no se... 

Mordí mis labios sin darme cuenta en señal de incredulidad.

—Uh, dale... suéltalo.

—Me gustas pero...

—Pensas que funcionamos mejor como amigos —comente. 

Era verdad. Yo no me imaginaba juntos. Supongo que el tampoco.

—Si... además nos llevamos re bien como amigos. Si intentamos salir de verdad creo que tarde o temprano vamos a terminar. Para no arriesgarse, creo que es mejor que todo siga como esta. Te invite a salir por que quería saber que se sentía. Lo imagine tantas veces que entonces quería vivirlo.