Ciertas cosas estaban a punto de pasar. Algo en ellos iba a cambiar pero no lograrían sospecharlo.
Lana, aquella chica de pelo castaño, ojos azules y linda sonrisa se encuentra con sus amigos Ana y Blas para entrar juntos al salón, en un nuevo día de clases que apenas esta iniciando. Ambos amigos, al caminar por los pasillos empiezan a saludar a todos los que encuentran por ahí, incluso aunque no los conozcan. Mientras que ella, intenta luchar para llegar al salón sin haber mantenido contacto visual con cualquier persona.
Ana se sonroja ante las miradas de Lionel. Ella simplemente no puede evitarlo. A pesar de haber cautivado a muchos chicos con una sola mirada, todavía no encontró al chico de sus sueños, aquel que le haga olvidar todos los problemas que invaden su mente.
* * *
No me importa lo que el piense de mí. Aunque tampoco entiendo por que me preocupo por ello, ni siquiera sabe que existo. Nadie lo sabe en realidad. Todos ignoran mi existencia y estoy bien con eso.
Bueno, pretendo estar bien con eso.
Ayer no pude evitar mirarlo a los ojos para luego perderme en ellos. Soy una estúpida, seguramente el debe haberlo notado. También existe la posibilidad de que eso no haya pasado y ahora que me detuve a pensarlo es una suposición un tanto estúpida.
Sé lo que están pensando... porque no voy a hablarlo y le confieso que me ha gustado desde que tengo memoria. Lo intenté un par de veces pero siempre termino llegando a la conclusión de que cuándo lo tenga frente a mi no tendré el valor suficiente para poder pronunciar dos simples palabras: me gustas.
* * *
Lana se levanta del asiento rápidamente y en medio del camino vuelve a vacilar una vez más. Pero esta vez paso algo que no llego a imaginar.
—¡Hey! — exclamó Lionel, acercándose a ella.
—¿Si? —preguntó, cabizbaja.
Ella no lograba mirarlo a los ojos. Mantenía la mirada en el piso, como acostumbraba cada vez que hablaba con alguien. Tantas veces prometió cambiar aquella costumbre pero le resultaba algo complicado.
—Vos sos Lana, ¿la amiga de Ana?
Asintió mientras finalmente levanto la cabeza. Escondió un mechón de pelo detrás de su oreja mientras se perdía en aquellos ojos negros en los que ahora lograba reflejarse. Aquella sonrisa que la confundía todo el tiempo, sus increíbles pectorales con los que...
—¿Crees que acepte salir conmigo?
—Si —murmuró, entre dientes.
La verdad es que Lana no logró escuchar la pregunta que le había hecho. Ella seguía perdiéndose en su hermoso rostro, quedando completamente abatida mientras el se acercaba a su amiga Ana. Los amigos de Lionel se reían de ella al verla tan atontada. Cuando finalmente logró volver en sí, regresó a su asiento.
Ella no podía creer lo que sus ojos estaban viendo ahora tanto que era capaz de arrancárselos. El chico que siempre le ha gustado y su mejor amiga estaban hablando. Luego de unos minutos, Ana lo abrazó y le dio un beso en la mejilla mientras que la profesora entraba al salón de clases. Al haber sido testigo de toda la situación, ella simplemente agachó la cabeza y se concentró en la clase.
De lo emocionada que estaba, su mejor amiga no logró notar que Lana estaba triste. Quien si lo noto fue el amigo de ambas, Blas. El juega en el equipo de la escuela y por lo tanto, es popular aunque a el no le interesa mucho serlo, de hecho le da igual. A pesar de haber heredado unos lindos ojos azules y tener el cabello castaño no ha intentado sacar provecho de eso. Hay muchas chicas interesadas en el pero ninguna que le haya llamado la atención por ahora.
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Forever Alone
Novela JuvenilSu nombre es Lana. Al principio de nuestra historia, ella descubre que está interesada en Lionel, el chico más popular de la escuela. Lo sé, suena trillado. Hasta seguramente te pasó alguna vez. Pero todo en esta historia cambia cuando Lionel invita...