Fin de semana, al fin. Podía estar en pijamas todo el día. Mamá y Papá trabajaban hasta tarde incluso los fines de semana, supongo que ser abogados no es sencillo.
Me levanté, eran las 8:30 de la mañana, tomé el móvil: ningún mensaje, hice mi cama y me metí a bañar.
Al salir me puse el pantalón rojo de cuadros y blusa gris de mi pijama y una sudadera negra que se encontraba en lo más profundo de mi armario. Estaba sola, ambos habían salido temprano.
Baje las escaleras y giré a la cocina.
En la mesa de madera en frente de la sala había una pequeña nota.Bea:
Tu papá y yo tenemos un viaje de negocios. Volvemos el Martes, mi cielo.
Hemos dejado un poco de dinero en el jarrón de la sala para que compres lo necesario mientras estamos ausentes. Si gustas puedes ir a casa de tu Tía Carla.
Te amamos.Detestaba estar sola pero, por alguna extraña razón, no quería ir a casa de tía Carla.
Mire el refrigerador: casi lleno. Solo tenía que comprar un par de cosas. Tomé un poco de cereal y lo serví en mi tazón favorito el cuál tenía escrito al fondo the end.
Subí las escaleras pero justo cuándo me disponía a hacer tarea mi móvil sonó.- ¿Sí?
- ¿Bea?
- ¿Nicholas?
Relámpagos y centellas del más allá.
- Bea... este...
- Ya dile, hermano.- dijo otra voz¿Daniel?
- Te necesitamos... bueno Dan te necesita.
- ¿Si?
- ¿Estas libre?
- Eh.- mire mi cuarto, fui a buscar a mamá a su habitación cuándo recordé que no estaba -Si.
- Perfecto pasamos por ti en 10 minutos.
- De acuerdo.¿Me necesitan? ¿Por qué?
Miré mi atuendo, maldije para mis adentros y comencé a buscar algo lindo en mi armario ¿Pero que estoy diciendo? Me pondré un pantalón mis converse y una sudadera azul. Perfecto.
Dejé mi largo y ondulado cabello cenizo suelto, me maquille un poco, cogí las llaves y permanecí en la sala hasta que alguien tocó a la puerta. Era Daniel.- ¿Pero qué...?
- No hay tiempo de explicar, vamos.- me tomó del brazo y me guió al auto. Era su camioneta, en los asientos del frente estaban Miles, cómo copiloto, y Nicholas, cómo conductor. Ambos entramos Miles hizo un gesto de soldado para saludarme, en cambio Nicholas se limitó a sonreír.- De acuerdo.- alargué la palabra un poco más de lo que me hubiera gustado haciendo que sonara verdaderamente incómoda con la situación. Y sí que lo estaba.
- Ayer, estaba hablando con Jack.- comenzó a decir Daniel. A Sarah le encantaba la forma en que Daniel decía Jack. -Quiero pedirle que sea mi novia, es una chica verdaderamente especial.
- ¡No puede ser!.- sonreí como tonta, Miles me miraba al igual que Nicholas, ambos reían de mi sorpresa.
- Se lo quiere pedir el Lunes.- prosiguió Miles -Pero no sabe que hacer.
- ¿Por qué tan pronto?
Nicholas estaba haciendo su mayor esfuerzo por no reír, Miles miraba a Daniel con una cara divertida lo cuál lo puso nervioso e hizo que mirara hacia la ventana, pude notar el ligero cambio de color en sus mejillas.
- Le pregunté cuál era su número favorito del 1 al 30.- volvió su mirada hacía mi -y su mes preferido es este. Quiero pedírselo este Lunes que es 30 de Marzo.
Trate de no reír ¿Qué chico hacía eso? no obstante estaba sonriendo, imaginaba a Sarah con una sonrisa de oreja a oreja dando el pequeño sí, abriendo paso a su anhelado noviazgo con él.
- Aquí es dónde entras tú.- ahora era el turno de hablar de Nicholas, se aclaro la garganta y siguió -Dan no sabe que hacer sólo que quiere hacerlo especial.
- ¿Soy la elegida para este tan significativo evento?.-los tres rieron -Sarah es rara, cómo Dan ya se habrá dado cuenta, tiene unos gustos muy... peculiares.
Sarah era de las chicas que detestaban lo ordinario. Esto no iba a ser fácil pero con ayuda de los tres podríamos hacer de ese día uno inolvidable.Después de horas y horas de planeación en casa de Dan, comiendo pizza y jugando videojuegos, surgió lo más perfecto y no trillado de la historia.
A Sarah iba a encantarle, lo sé.
Ahora sólo quedaba mantener este secreto en el rincón más profundo de mi mente, estaba tan emocionada que sabía que en cualquier momento saldría a flote.Nicholas me llevó a casa, Miles vino incluido en el paquete ya que después de dejarme a mi seguía él.
Al bajar del auto dijo que Sarah tenía mucha suerte de tenerme puesto que yo fui quien dio la mayoría de las ideas. Y si que la tenía.Me encaminó hasta la puerta y le agradecí, nos observamos por unos minutos. Éramos dos almas en medio de la oscuridad y aún así la luz que él desprendía llegaba a cegarme. Se despidió y terminó por desaparecer entre tanta niebla.
- Momento incómodo para el pequeño en el auto.- gritó Miles desde el asiento del copiloto.
Reí y pude escuchar como Nicholas también lo hacía.
"Él te recuerda más de lo que crees"
Ya había pasado un día y las palabras de Molly seguían bailando en mi cabeza.
Acaba de ser añadida a mi lista de "no invitar a fiesta de cumpleaños".Pero gracias, Molly.

ESTÁS LEYENDO
The thin line between us
Teen FictionNo se puede olvidar a quién una ves se amo.- dijo Sarah tratando de subirme los ánimos. Él me olvido.- le respondí