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Este día parecía ser de lo mas perfecto, el cielo completamente despejado sin ninguna nube que tapara los rayos brillantes del sol, el viento meciendo con calma las hojas de los arboles de aquel bello parque. Un día que sin duda las personas lo aprovecharon al máximo saliendo entre amigos o en parejas, pues a los al rededores se podían ver varios de esos grupos sociales. Y ella no pertenecía a ninguno de ellos.
Este día, por mas hermoso que fuera, no era otro mas en donde tendría que seguir con sus practicas de esgrima, aunque si tenia que ser sincera, le gustaría experimentar aquello que tanto hacia las personas de su edad.
Pese al calor, y a la incomodidad que le otorgaba el bullicio de las personas, siguió blandiendo su espada de entrenamiento sin detenerse, con cada movimiento sentía que liberaba algo de presión y como de cierta forma podría relajarse, así era el entrenamiento para ella, una manera de ser mejor y de poder distraerse de cualquier cosa, solo ella y la espada.
Así fue desde pequeña, pero hay momentos en donde las exigencias de su madre rompían esa sensación. Por eso, prefería las practicas con Randy, eran mas divertidas.
Ese pensamiento hizo que en un acto repentino detuviera sus movimientos, su espada quedo frente a ella y su mirada quedo reflejada a un punto indefinido. Una mueca se cruzo por sus labios, pero simplemente negó con fuerza en un intento de disipar ese pensamiento. El, no podía dejar de pensar en su mejor amigo.
Varios días han pasado desde la ultima vez que cruzaron palabra, para ser mas exactos fue antes del ataque de akumas, cuando lo encontró en la pista del hielo donde tuvo su cita con Adrien. Sonrió ante el recuerdo, claro que en su momento estaba molesta por que la estuvo espiando, pero esa molestia desapareció al escuchar que estaba preocupado por ella, eso era tierno, y en cierta forma la hacia feliz. Pero la sonrisa que se había formado ante el recuerdo se borro de repente, la razón fue que volvió a pensar que desde hace rato que no sabe nada de Randy.
Claro que no había problema con eso, después de todo no estaban obligados a verse siempre, pero el inconveniente es que todo paso luego del ataque de akumas a toda la ciudad. Ese era el verdadero problema, no saber como esta, si se lastimo en el ataque, se le hicieron algo, si sus madres estaban bien. Nada.
Ella no recordaba, porque fue akumatizada de nuevo, así que no podía dar una respuesta acertada de lo que ocurrió ese día. ¿Tan difícil era mandar un mensaje?, o ¿una llamada?, al menos que le muestre el visto era aceptable.
Tomo una gran bocanada de aire, y nuevamente se concentro en el entrenamiento, si no podía quitarse a Randy de la cabeza, entonces lo usaría a su favor. Cerro sus ojos, relajo su cuerpo, lentamente la imagen de Randy empuñando su espada se hizo visible, frente a ella apareció la silueta de este, y sin mas se puso en pose de pelea. Lanzo una estocada, y como lo predijo la silueta se hizo a un lado, con la característica sonrisa presumida que hacia Randy para molestarla, esta ves fue su turno de esquivar el corte de la silueta, y lo hizo dando un paso hacia atrás.
