Capitulo 11

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Miraba el techo, una moscaba quieta era lo mas entretenido en ese momento, la música sonando desde sus auriculares lo relajaban un poco y la cama le permitía estar un poco mas cómodo, esas dos cosas eran su única compañía en ese momento

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Miraba el techo, una moscaba quieta era lo mas entretenido en ese momento, la música sonando desde sus auriculares lo relajaban un poco y la cama le permitía estar un poco mas cómodo, esas dos cosas eran su única compañía en ese momento. Bueno, eso y El Nomicon junto con su mascara, ambos objetos colocados en el rincón de la cama, pero no es que tuvieran toda su atención.

La mosca voló del techo y con la mirada la siguió hasta la ventana donde choco varias veces con el cristal, al parecer se canso pues después de algunos intentos se dirigió hacia un sándwich que tenia sobre su escritorio. Aquel Sándwich perfectamente cortado de los bordes, siendo acompañado por una taza de café, fue el desayuno que su madre Jo le trajo en la mañana. No lo había tocado, pues desde que recordaba había estado postrado en el mismo lugar.

De no ser por la mosca jamás lo hubiera recordado, se levanto, se quito los auriculares y a pasos lentos fue por su comida, la taza de café ya estaba fría y eso era obvio después de todo la dejo ahí por un rato, la calentó con un poco de fuego proveniente de su palma y la disgusto. Mordió un poco su Sándwich sintiendo algo de satisfacción por sentir el sabor del queso y el jamón juntos.

Se acerco a la ventana para abrirla dejando que la mosca saliera, el viento entro a la habitación dándole un pequeño escalofrió, pero no le desagrado, termino su comida y se recostó de nuevo. Se puso sus auriculares, le dio play a su música, y cerro sus ojos dejándose llevar.

Lo acontecido recientemente era algo que lo mantenía inquieto, de tan solo recordarlo su cuerpo temblaba de la rabia, su madre Jo capturada, la ciudad hecha un caos, y la cereza del pastel, se entero que aquel monstruo que había enfrentado tiempo atrás, estaba de regreso. Queriendo hacer de las suyas de nuevo, y lo peor es que esta aliado a Hawk moth, una combinación que puede llegar muy lejos, y ni siquiera se imaginaba todo el desastre que Harán.

¿Lucho en vano?, ¿tanto sacrificio para nada?, ¿tantos Ninjas que lucharon?, ¿tanta gente que murió?.. y aun así.. ¿no fue suficiente?. Esos eran sus principales pensamientos con respecto al tema. Y es que se sentía acorralado, la misma sensación que tuvo en sus tiempos de Ninja, solo que ahora es peor.

Cerro sus ojos con fuerza y apretó sus dientes por el enojo, ya estaba harto de tener esos pensamientos, ¿por qué no regalaba la mascara y el libro?, a lo mejor alguien mas este interesado en ser el Ninja, si eso haría. 

---Por tu expresión, puedo deducir que has tenido una pésima idea.

Abrió su ojo derecho notando que en su ventana, sentado en el borde de esta, se encontraba un extraño hombre quien comía una manzana de lo mas tranquilo. Se quito los auriculares, coloco su teléfono sobre su mesita de luz y se sentó en el borde de la cama, agarro El Nomicon quien desde la aparición de ese sujeto comenzó a brillar y su mascara. Miro de nuevo al hombre, sombrero de vaquero, cabello castaño anaranjado y ojos azules eran algunas de sus características. No lo conocía, pero tenia una vaga idea de quien era, pues no cualquiera puede aparecerse así de la nada, además que el Nomicon reacciono a su presencia.

A Ninja For The Fair LadyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora