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Corría lo mas rápido que sus piernas le permitían, en aquella interminable oscuridad, esquivando una que otra figura que se formaba en su camino. Dichas figuras eran monstruos, mejor dicho, era cada monstruos con los que se enfrento a lo largo de su vida como Ninja. Repentinamente fue detenido cuando un monstruo, de color azul con brazos en forma de acordeón, lo sujeto de la pierna levantándolo en el aire y azotarlo con fuerza en el suelo.
Aturdido por el golpe se puso de pie, esquivando un golpe dirigido a su rostro. Dando una voltereta hacia atrás esquivo la embestida de un monstruo, con la apariencia de un erizo, quien estaba en forma de bola esperando perforarlo con sus púas. Observo preocupado como todos los monstruos lo tenían rodeado, para que de un momento a otro se abalanzaran hacia el.
Estaba atrapado, no podía mover sus brazos ni piernas. Lo que le dificultada poder hacer algún ataque. Los monstruos aprovecharon esa oportunidad y lo arañaron, mordieron, y cortaron. Causándole mucho dolor.
Sin que se diera cuenta el suelo donde se encontraba parado se comenzó a quebrar, como si de un cristal se tratara. Fue así como cayo de una gran altura a lo que parecía un océano de color verde. Nadando hacia la superficie tomo una gran bocanada de aire, lo cual no duro mucho cuando los monstruos que antes lo tenían retenido, comenzaron a ondulo, llevándolo a lo mas profundo de ese mar. Cerro sus ojos con fuerza esperando que todo acabara, hasta que sintió que estaba seco, y que tenia sus pies en la tierra.
Confundido noto que estaba parado en una montaña. Repentinamente, el suelo a sus pies comenzó a temblar, las rocas comenzaron a desaparecer dejando ver lo que parecía una piel, de color verde. Mejor dicho, toda la montaña cambio y ahora se encontraba parado sobre una mano.
Siguiendo el recorrido del brazo vio como una enorme figura del Hechicero se hacia presente, dejando ver su clásica sonrisa de burla y de maldad. Ante cualquier acción, el Hechicero cerro su mano dejándolo atrapado. Enojado, envolvió su cuerpo en llamas, la cuales se filtraron por los orificios de entre los dedos.
Libre, lanzo un puño de aire al Hechicero. Aquello no pareció funcionar en nada pues este soltó un carcajada y se lo llevo a la boca para tragarlo. Cayendo por la asquerosa garganta del ser que mas odiaba en esta vida aterrizo en una pequeña plataforma la cual estaba rodeaba por fuego de color verde.
Alerta y algo molesto, observo a sus lados esperando lo siguiente que apareciera, creía estar listo para enfrentar lo que venia, pero no fue así cuando vio como de aquel fuego salían las figuras de Howard y Heidi. Quienes para su pesar tenían sus heridas como la ultima vez que se vieron. Su amigo Howard tenia sangre de la cintura para abajo, y su Novia Heidi sangre en algunas partes del cuerpo.
Sabia que no era real, que todo era producto de su mente. Pero eso no evitaba que le doliera. Al verlos, le llegaron todos los recuerdos de ese ese día. No quería mostrarse vulnerable, pero tenia tantos deseos de abrazarlos, aun si fueran falsos. Quería sentir que los tenia de vuelta, al menos por un segundo.
