Capítulo 15

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Su última clase terminó, recogió sus cosas y a la entrada del aula, Dani ya la estaba esperando. Caminó hasta él sonriente y se le abalanzó encima, colgándose de su cuello, mientras éste la sujetó por la cintura.

—¿Lista? —consultó y Lía asintió—. ¿Le has avisado a tus padres, cierto?

Mierda, lo había olvidado, con el asunto de Adam ayer, había olvidado decirle a su padre que había quedado con Daniel en ir a comer y que llegaría hasta tarde hoy.

—Le mandaré un mensaje a mi mamá. —Sacó su móvil y le envió un mensaje de texto, lo había recibido, pero aún faltaba que le respondiera—. Seguro en unos minutos lo lee, no tendrá problema con que no vaya un día a comer a la casa. Vamos.

—¿Segura que no le molestará a tu padre?

—No tendría por qué.

Se tomaron de la mano y fueron hasta la salida, se encontraban cruzando el estacionamiento, cuando Lía lo vio junto a su auto, ¿qué hacía Adam aquí?

—Espérame un momento, Dani —pidió y caminó hasta él, que alzó su mirada en cuanto llegó enfrente—. ¿Qué haces aquí? —cuestionó confusa y a la vez, molesta.

—Tus padres me han pedido que viniera por ti —contestó indiferente.

—No iré hoy a la casa, diles que he quedado de irme con alguien más —dijo, para girar sobre sus talones y retirarse, pero Adam la detuvo.

—¿A dónde y con quién irás? —quiso saber.

—A ti que te importa —espetó, zafándose de su agarre—. Sólo diles eso.

—¿No les pediste permiso, verdad?

—Ya le he enviado un mensaje a mi mamá para que esté enterada, es suficiente.

—A mí no me parece suficiente —repuso.

—Pues a mí ya no me importa lo que pienses, tú ya no eres mi guardaespladas y no puedes decirme qué hacer, no eres nada de mí —escupió molesta, alzando un poco más la voz.

Adam le mantuvo la mirada, ciertamente herido por sus palabras, mientras Lía se dio la media vuelta y se fue con aquel chico, tensó la mandíbula y puños al verlos marcharse, una oleada de celos lo invadió, pero no podía hacer nada al respecto, porque Lía tenía razón, él ya no tenía dominio sobre ella y eso le jodía más de lo que habría deseado.

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Había pasado una linda tarde junto a Daniel, se había divertido mucho con él y la había invitado a comer a un lugar que desconocía, pero le había encantado. La dejó en su casa y se despidieron con un beso en la mejilla, prometiendo que harían videollamada en la noche para seguir platicando, sintiéndose feliz y tranquila, entró a su casa, sin darse cuenta que alguien la observaba desde la sala, pero antes de que llegara a las escaleras para dirigirse a su cuarto, una voz conocida la hizo detenerse.

—Hola Lía —fue casi un susurro, con un suspiro volteó para encararlo, se veía cabizbajo.

—¿Ahora con que excusa estás aquí? —preguntó mientras se acercaba.

—Tu padre me dejó aquí esperándote, ellos vuelven en un rato y quiero aprovechar este momento para hablar contigo —suspiró frotándose las manos y viendo estas—. Por favor, sólo dame una oportunidad para explicarte todo. —Cerró los ojos, Lía se sentó a su lado insegura, aunque la tristeza en el rostro de Adam le molestaba, le hacía sentir incomoda, quería borrar todo aquel sentimiento de él.

Y además quería saber la verdad, necesitaba escucharla.

—Está bien. —Vacilante, tomó una de las manos de Adam y le dio un ligero apretón—. Ahora dime toda la verdad, por favor ¿sí?

—Así será —suspiró, para proceder a contársela—. Comencé a trabajar para tu padre desde hace casi un año, sólo era un guardaespaldas más que lo cuidaba en la compañía, no fue hasta que tenía 3 meses cuando me enteré sobre sus otros negocios, comenzó a confiar más en mi dándome datos de tu madre y tuyos, ya que algunas veces que ustedes salían juntas me mandaba a cuidarlas a la distancia.

Lía parpadeó sorprendida. —No lo puedo creer.

—Una de esas veces —prosiguió—, el tipo que secuestró a tus padres se acercó a mí diciendo que me tenía una propuesta, me dio su número, me pareció sospechoso y me contacté con él al día siguiente, fue cuando me contó todo el plan, tenían muchísimo tiempo trabajando en él y necesitaban a alguien clave, es por eso que me involucraron; él ya sabía que Jeremy me iba a asignar como tu guardaespaldas, ellos se comentaban todo. —Rodó los ojos—. Tenía instrucciones específicas, traté de proteger a tus padres y a ti, pero ese día que se fueron se supone que nada iba a pasar —suspiró—. No sé cómo fue, pero se enteraron que los iba a traicionar, así que comenzaron a amenazarme, por eso era tan pesado contigo como decías —volteó a verla directamente a los ojos, apretando su mano—, porque estaba protegiéndote de ellos, no quería que te hicieran daño.

Lía sintió un nudo en la garganta, se le llenaron los ojos de lágrimas cuando Adam alzó la mano y alcanzó su mejilla, dándole un ligero toque para luego sostener su cara.

—Eres importante para mí. —Trató de sonreír, aunque tenía pequeñas lagrimas llenando sus ojos— ¿Querías que fuera sincero verdad? Pues tengo que confesarte que eres lo más bonito que me ha pasado en mucho tiempo. —Cerró los ojos ahora bajando la mano, tomando ambas de ella—. Sabes una parte de mi historia, mas no todo lo que he sufrido y perdido —volvió a abrirlos, viéndola con una lagrima deslizándose por su mejilla lentamente—, y a ti no quiero perderte.

Lía, sin aguantarlo más, se lanzó a sus brazos, abrazándolo casi desesperadamente, se sentía una idiota por comportarse tan mal con ese increíble hombre, se despegó un poco de él, aunque aún se sostenían fuerte.

—No soy perfecto Lía, pero me gustaría que me dieras una oportunidad, por favor.

—Shh no, está bien. —Lo hizo guardar silencio—. Te debo una disculpa por compórtame tan mal contigo, eres maravilloso. —Lo tomó del rostro—. Te quiero, Adam

Sin más, lo besó y se sintió increíble, por fin se sintió completa, el vacío en su interior se había ido y sin pensarlo, soltó un suspiro cuando Adam la sostuvo correctamente esta vez. Se despegaron con un chasquido, Lía se levantó y tomó la mano de Adam, indicando que la siguiera, subió y se dirigieron a su habitación.

Había extrañado esto, tener a Adam solo para ella, acurrucada en su pecho desnudo sentía que nada podría hacerle daño, nada podría salir mal, se abrazó a él casi aferrándose, cerrando los ojos fuertemente. Sintió como Adam la acunaba mucho más cerca y dejaba un beso sobre su frente.

Feliz y satisfecho, así era como se sentía, esa sensación de que por fin todo estaba marchando bien, todo conforme a sus planes.

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¡Hola de nuevo! Paso esta vez para informarles que mañana vuelvo a clases (algo que seguramente no les importa), sin embargo, por esto nuevamente puede que las actualizaciones no vuelvan a ser constantes, sin dejar pasar demasiado tiempo, aún así ya nos estamos acercando al final de la historia, así que espero disfruten los capítulos restantes. ¡Muchas gracias por todo el apoyo que le han dado! Si les interesa pueden pasarse por las historias de Thalia mientras esperan actualización, ella tiene varios fics populares de Adam que quizá ya conocen o habrán escuchado de ellos, vayan a darles una oportunidad, que seguro les gustará alguno. ¡Nos vemos pronto! <3💕

El Guardaespaldas (Adam Levine) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora