Fruncí mi ceño. Tenía mis ojos cerrados; me había dormido sobre la barra de aquel bar en ese hotel. Podía oír la voz de Rosie a mi lado y las voces de otros demonios. Rayos, ¿cómo me dormí?
"Rosie...". Murmuré, sentándome bien.
"Oh, despertaste". Dijo, dirigiendo su mirada hacia mí, dejando a la otra demonio a un lado como si nada. Ésta se fue de mala gana.
"¿Qué hora... es...?". Pregunté.
"Van a ser las cuatro de la madrugada, ¿por? Por cierto", dijo, para jalarme la mejilla como regaño, "estabas bailando con Alastor ratooo atrás; él volvió y se fue otra vez solo para volver a los minutos para verte dormida. ¡Qué vergüenza fue decirle que estabas durmiendo! Se miraba que quería bailar contigo. Y tú, ahí, durmiendo, por Satán."
Solté varios quejidos ante su pequeña muestra de "Buenas madrugadas". Alastor se había acercado a mí después de haberme dejado con Rosie en ese bar hace rato atrás y se había ido nuevamente, lo más probable es que me haya aburrido para acabarme durmiendo.
"Sí, sí, sí. Ya, suélteme." Rogué de mala gana.
"No." Dijo. "Ahorita tendrás una charla importante."
"No estoy interesada en una charla de modales, Rosie."
"¡Eso será para después! ¿Te acuerdas de la reina de la que te hablé? ¿Charlotte Magne?"
"¿Qué con ella?" Murmuré al sentir cómo su agarre en mi mejilla se hacía cada vez más fuerte.
"Hay algo en ti que llama su atención."
"¿Qué...?". Musité.
"Así que acomodáremos ese pelo tuyo." Me dijo, soltando mi mejilla. Yo acaricié mi mejilla de mala gana. Entonces agarró mi mano haciendo que me levantara.
"Uuugh... Rosieee...". Maldecía mientras echaba mi cabeza hacia atrás, siguiendo obligatoriamente sus pasos hacia lo que yo pensaba que era el baño de aquel gran lugar. "¿No podemos volver al emporio? Quiero abrazar a mi almohada."
"No." Entonces abrió la puerta de aquel baño con las paredes rojo vino y unas luces amarillas en ellas, mi vista terminó dando en unas demonios que... bueno, creo que se estaban besando. Ellas salieron de inmediato. "Por los anillos del Infierno, ¿cómo pueden hacer tal cosa aquí?"
"¿Cómo mierda puede usted traerme aquí a la fuerza?"
"Porque puedo, además, ¿crees que hablarás con la dulce Charlotte con esa ropa? Agradece que allá en la Colonia Caníbal no te han devorado por andar con ropa moderna gracias a mi protección." Ella me agarró de los hombros poniéndome frente aquel espejo que era decorado por unas pequeñas luces amarillas. Luego solo amplió más su sonrisa. No, por favor...
***
"¡Hermosa! ¡Eres toda una obra que admirar!". Me halagó, mientras juntaba sus manos con orgullo. "Tu anatomía simplemente es perfecta para los vestidos de mi época."
Nunca negaba que me miraba bien con los vestidos de aquella época, pero me sentía un tanto incómoda al tener aquel vestido marrón y ver mi cabello recogido en un moño bajo.
Solté un suspiro.
"Bien... Solo quiero irme de aquí y ya, sea lo que sea que yo tenga que hacer que sea rápido."
Pasaron los minutos cuando había salido de aquel baño. Rosie me había dejado sola en un pasillo silencioso. Yo solo estaba sentada en una banca al lado de una puerta donde solo escuchaba murmullos.
"¿Sabes?". Una risita débil se hizo presente en mi alrededor o ¿en mi mente...? "Felicidades, has sido el primer hombre con el que he estado más tiempo."
"Es lindo saberlo. Y tú eres la primera mujer a la que amo de esta manera." Aquella voz...
La corta imagen de una mano ensangrentada siendo besada pasó por mi cabeza.
"Ni creo poder hacerlo..."
Un fuerte dolor se apoderó en mi muñeca izquierda. Sin pensarlo llevé mi otra mano al lugar que estaba siendo afectada, apretando mi muñeca violentamente. Apreté mi mandíbula y cerré mis ojos, intentando de llevar aquel dolor inexplicable en mí.
¡ERES TAN ESTÚPIDA!
Abrí mis ojos de golpe y todo pasó de inmediato, como si nada hubiese pasado en ese momento, miré a todos lados, como si la respuesta sobre el porqué de aquello fuera a aparecer por arte de magia. Fruncí mi ceño cuando se me hizo ver sangre correr por mi mano izquierda.
Alucinas, recuerda.
"Oye, ¿tú eres la chica con la que choqué hace un bueeen rato atrás, cierto?". Una voz amigable se hizo presente a mi lado, yo solo vi hacia mi lado para encontrar a la chica rubia. ¿Ésta es la reina? Parece una adolescente.
Aparté mi mano de mi muñeca.
"Ah, sí...". Susurré, mirando nuevamente mi mano, pero ya no había nada en ella. Reaccioné al saber quién estaba conmigo. "¡Perdón! Creo que debería inclinarme o algo a..."
Me iba a levantar, pero ella me detuvo con una sonrisa nerviosa:
"¡No! ¡No tienes porqué hacerlo! Solo, solo necesito hablar contigo. Puedes levantarte."
Ella me llevó a la habitación que estaba a mi lado que yo veía como una oficina cuando entré. Una bella pintura donde salía Charlotte con una chica de cabello blanco había llamado mi atención.
Entonces esta chica se sentó tras aquel fino escritorio, diciendo que me podía sentar en una de las sillas, acto que hice para que sea lo que sea que esta chica quería de mí pudiera tener mi atención en sus palabras porque el suceso que había pasado anteriormente estaba desgarrando mis pensamientos e inúndame en un gran abismo donde lo único que podía encontrar era confusión.
"Y yendo al grano." Empezó ella con una sonrisa, yo solo puse atención. "¿Desde cuándo estás aquí?"
"¿Unos meses...? No llevo la cuenta." Ella buscó unos papeles y los dejó a un lado.
"¿Cómo moriste? ¿Cuál es tu nombre verdadero? ¿Hay algo por lo cual creas que estás aquí?"
¿Mi nombre? No me acordaba de él. ¿Cómo morí? Tampoco. Ni la más mínima idea. ¿Por qué estaba en el Infierno? ¡¿Qué mierda pasó cuando estaba viva?!
"Yo... No me acuerdo... No me acuerdo de nada desde que estoy aquí..."
Su mirada perdió aquel brillo que tenía, pero de inmediato volvió aquella mirada, con el fin de encontrar lo que quería en mis palabras.
"¿Algún apodo que tengas? ¿Hay algo que se te haga conocido aquí?"
"Rosie me dice 'T/N'. Y sí, hay muchas cosas que se me hacen conocidas sinceramente." Bajé mi mirada, y la levanté nuevamente. "Como... Alastor y Rosie. Se me hicieron conocidos desde la primera vez que los vi." E incluso ella, la chica de cabello blanco. Los nombres Valentino y Vox, el cerdito que se me había acercado horas atrás también se me eran conocidos.
Charlotte me miró con gran interés y emoción. Entonces desordenó aquellos papeles, botando unos que otros, hasta que sacó unas páginas que estaban grapadas.
"¿Has pensado que eres una reencarnación, T/N? Después de todos estos meses aquí, ¿recuerdas algo de lo que tú estás más que segura que nunca viviste?"
Y mientras la confusión de la menor invadía su ser y la reina solo esperaba las palabras de su compañía, cierto demonio solo hacía el papel de estar paseando por los pasillos con gran tranquilidad, teniendo la primera fila sobre la charla de aquellas dos demonios, sin importarle si Charlie se daba cuenta de ello.
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[¹, ² temp]~¡Mᥙᥱ́strᥲmᥱ ᥙᥒᥲ soᥒrιsᥲ, qᥙᥱrιdᥲ!~ Aᥣᥲstor x T/N~
Fanfiction1 TEMPORADA: «¡Oh, qᥙᥱrιdᥲ, tᥙ soᥒrιsᥲ ᥱs sιmρᥣᥱmᥱᥒtᥱ bᥱᥣᥣᥲ...! » 2 TEMPORADA: "De verdαd... Aún mαntıenes esα lındα sonrısα, querıdα". 1 PARTE DE LA 1 TEMPORADA: @x05_Andara 2 PARTE DE LA 1 TEMPORADA: En esta misma cuenta. TEMPORADA 2: En esta mis...