[¹, ² temp]~¡Mᥙᥱ́strᥲmᥱ ᥙᥒᥲ soᥒrιsᥲ, qᥙᥱrιdᥲ!~ Aᥣᥲstor x T/N~

~57~

Narra Alastor:

Ya iban a ser las cinco de la tarde.

Había mentido de que iba a ir a revisar unos territorios y que iba a estar con Rosie para salir de ese hotel, pero no, quería agarrar tiempo para preparar la cena. Una buena carne de venado no vendría mal para T/N y para mí y algo de vino quizá.

Quería hablar con ella. Tener las cosas en claro, porque yo así no estaré. Aunque yo no le mostraba a ella mi preocupación, me sentía algo extraño al verla así, tan... Desconfiada. Odiaba eso.

Alastor.—¿Qué creen, queridos? —les pregunté a mis sombras mientras miraba el cadáver de un venado—. Éste es un gran ejemplar —ellos asintieron—. ¡No puedo esperar a prepararlo ya! —dije con ansias, aunque yo lo podía comer así como estaba, con la sangre en su cuerpo, pero esa carne no era solo para mí, así que, bueno...

Me iba a tomar tiempo en quitarle aquella piel. Quizá podría agarrar su cabeza para ponerlo en la pared de mi casa. Ya qué. Ahora solo tengo que llevarlo a casa y prepararlo.

~~~

Mientras Alastor, con aquellas ansias de poder compartir las horas nocturnas con T/N mientras preparaba las cosas con la ayuda de sus sombras, T/N se encontraba a cargo del hotel mientras Charlie y Vaggie andaban afuera para «recuperar tiempo», Vaggie le había dejado su lanza a T/N por cualquier cosa. Nadie tenía ni la más mínima idea de lo que pasaría.

Narra T/N:

Vaggie y Charlie habían salido para dar una vuelta, como parejita linda que son. Vaggie me había dejado su lanza por cualquier cosa, su lanza la tenía a mi lado junto a la mía.

Me encontraba con Husk, Angel Dust, Niffty y Sir Pentious, en completo silencio en el bar, mientras hacíamos una torre con las cartas de Husk.

Husk.—Hácelo con cuidado —murmuró en voz baja.

Sir Pentious.—Yo sé lo que hago —se quejó mientras juntaba dos cartas sobre otras, hasta que lo hizo, soltando un chillido de felicidad.

Angel Dust.—Pensé que la ibas a cagar, papi —burló.

T/N.—Silencio. O esta mierda se caerá —susurré agarrando otras dos cartas para unirlas.

Husk me miraba como si yo ya fuera a cagar la torre, pero no, no lo hice.

Husk.—Vaya, esta vez no la cagaste —me dijo, y yo le sonreí. Él le dio dos cartas a Niffty y ella tranquilamente las puso.

Así iban pasando los minutos, en aquel silencio, silencio que a veces era interrumpido por Angel Dust haciendo que Husk se molestara. ¿Cómo se atreve este gato molestarse con su futuro novio?

Cuando ya solo hacía falta las dos últimas cartas de aquella torre, que sería la punta, era Husk quien tenía que ponerlas. A mí me estaba causando ansiedad ver aquel cuidado con el que él intentaba juntar las últimas cartas. Angel Dust estaba chateando. Sir Pentious estaba igual de ansioso. Niffty solo miraba. En ese momento Husk frunció el ceño, desconcentrándose, y la torre se cayó, haciendo un solo relajo de cartas en la barra.

T/N.—¡Joder! —me quejé.

Sir Pentious.—¡Tanto esfuerzo para nada! —se quejó jalándose, lo que yo creía que era su cabello.

Angel Dust se empezó a reír.

Husk.—¡Cállense! —murmuró, preocupado. Alguien tocó la puerta.

Niffty.—¡Yo voy! —dijo, y se fue con velocidad.

Husk.—¡Niña, no abras la...!

Vaya, vaya...

Esa voz...

Niffty vino hacia nosotros, algo estupefacta.

Volteé mi cabeza. Angel Dust me vio con miedo.

Valentino.—Uy, realmente es un lindo lugar, ¿cierto? —entró al hotel, viendo a su alrededor. Aquellos dos iban con él también. Vox me vio, preocupado.

Husk.—¿Qué quieren ahora? —gruñó.

Velvet.—Ah, ¡es el gatito de Alastor! —dijo con cierta ternura.

«Alastor salió. Nos dejó aquí, solos. Acaso él, ¿acaso él... Esto es otro plan para lastimarme?...», pensé. No me cabía duda ya... Empezaba a desconfiar nuevamente.

De inmediato, agarré las dos lanzas y puse frente a todos, intentando de olvidarme de mi desconfianza, intentando de pensar que Alastor no estaba haciendo esto, y exclamé:

T/N.—¡Qué quieren! No hay nada aquí que necesiten —apretaba con fuerza las astas de las lanzas. Mi mirada, sin duda alguna, mostraba miedo, reviviendo aquellas horribles pesadillas.

Velvet.—Pequeña perrita, es a Angel a quien necesitamos... No a ti —respondió fingiendo lástima. De inmediato algo arruinó el vestido de Velvet con velocidad—. ¡Qué!

Niffty se movía con velocidad alrededor de ella arruinando el peinado y el vestido de Velvet. Velvet intentaba atacarla pero Niffty era muy rápida. Ambas se mantuvieron juntas, destruyendo muchas cosas.

Entonces empezó un gran desastre.

Husk y yo dimos un gran esfuerzo para defender a Angel Dust. Angel Dust no se quedó de brazos cruzados e intentaba de defenderse de Valentino con sus armas. Sir Pentious también sirvió de ayuda, tenía armas el anciano. Los huéspedes ni digamos, se fueron corriendo del hotel.

Perdí de vista a Vox. No lo miraba por ningún lado. Me fijé que Velvet se estaba cansando y molestando con Niffty.

En un momento, Valentino lastimó a Husk. Me preocupé de inmediato y me acerqué.

T/N.—¡Ya! ¡Déjate de mierdas, Val! —murmuré, agitada, amenazando a semejante poste de luz, que tenía armas en sus cuatro manos.

Valentino.—Cariño, apártate. Esto puede ser peor —susurró, coqueto.

Volteé un poco mi cabeza. Niffty estaba ayudando a Husk. Velvet estaba enredada en un montón de hilo en el suelo. Sir Pentious estaba nervioso.

¿Por qué mierda está pasando esto...?

Valentino me iba a agarrar del brazo, pero una bala le atravesó el brazo.

Valentino.—¡Mierda! —vociferó, agarrándose el brazo mientras la sangre caía al suelo.

Angel Dust.—¡Ey! ¿Es a mí al quien quieres? —cuestionó con burla, soplando el humo de la punta del revólver que tenía en mano—. Entonces, ven.

T/N.—¡Angel, no!... —exclamé, preocupada.

Valentino sonrió, e hizo un movimiento extraño con uno de sus dedos liberando un tipo de humo rojo que iba directo a Angel Dust. Mi oportunidad. Mi oportunidad de clavarle mi lanza a esa mierda pero algo rodeó mi cadera y sentí una descarga eléctrica de manera inmediata.

Lo último que recuerdo fue a alguien gritar mi nombre. ¿Quién? A saber...

No soy buena escribiendo peleas unu X,D