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Narra Alastor:

Era claro. Ella no tenía oportunidad ya...

Invoqué a mis sombras:

Alastor.—Vayan abajo, y saquen a Angel y a su amiga.

Ellos me quedaron viendo.

Alastor.—¡Vayan! —demandé, y ellos se fueron arrastrando por el suelo con velocidad.

T/N.—¿Qué quieres ha...?

La interrumpí:

Alastor.—Silencio. No gastes tus últimas energías... —decidí sentarme y la puse en mi regazo.

Aún tenía aquel tentáculo amarrado en su muñeca, y la sangre seguía saliendo de ella.

Alastor.—¿Por... Por qué hiciste eso?

Ella se quedó callada.

Alastor.—Sabes que ya no tienes oportunidad.

T/N.—Gracias a un maldito alucinógeno —me enseñó su brazo donde había un pequeño punto—. Val me inyectó no sé qué cosa cuando me violó y... Escuché varias cosas y... Tú sabes... —murmuró.

Me quedé callado varios segundos. ¿Esa... mierda le hizo esas mordidas? ¿Con qué derecho?

El ambiente era tenso, horriblemente tenso.

Hasta que ella habló:

T/N.—¿No te burlarás por esta mierda?

Alastor.—¿Por qué lo haría? —mascullé.

Ella sólo se recostó en mi pecho.

T/N.—Perdón.

Alastor.—¿Cómo te puedo perdonar si me estás lastimando internamente con esto?

T/N.—Yo no tengo remedio, ¿cierto?

Alastor.—No...

Ella susurró algo que no entendí bien.

El silencio volvió. Yo acaricié su cabeza y en un momento sentí que ella temblaba un poco. Estaba llorando.

T/N.—¡Qué estúpida soy! —sollozó—. ¡Nunca he podido hacer algo bien...! ¡Ellos tenían la puta razón! ¡La tenían, la tenían, la tenían! —llevó sus manos a sus ojos.

Alastor.—¿Qué se puede hacer ya?...

T/N.—¡Mejor quita este tentáculo de mi muñeca! Esta cosa ya no ayudará en nada.

Alastor.—Lo dejaré ahí. Quieras o no. Sea lo que sea que esas cosas liberan al entrar al cuerpo, tardará en invadir tu cuerpo, T/N.

T/N.—¿Crees que así tendré más tiempo? —burló.

Alastor.—Sí.

Ella me quedó viendo y me abrazó con fuerza y cariño.

T/N.—De verdad... Perdón...

Alastor.—Deja de hablar ya. Gastas energía, querida.

Empecé a sentir un nudo horrible en la garganta.

Un latido podía acabar en menos de un maldito segundo y, pum, ella se va...

T/N.—¿Sabes? —rió débilmente—. Felicidades, eres el primer hombre con el que he estado más tiempo —y agarró mis mejillas.

Alastor.—Es lindo saberlo. Y tú eres la primera que amo de esta manera —agarré su mano ensangrentada y la besé.

Otra vez, el silencio vuelve. T/N hundió su cabeza en mi hombro.

[¹, ² temp]~¡Mᥙᥱ́strᥲmᥱ ᥙᥒᥲ soᥒrιsᥲ, qᥙᥱrιdᥲ!~ Aᥣᥲstor x T/N~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora