Los chicos caminaron en silencio, Albus encontraba paz siempre en ese lugar, era simplemente su lugar tranquilo. Y estar con Gellert ahí lo hacía mejor.
Albus iba tan nervioso que no vio esa raíz de árbol frente a él, perdió el equilibro y estaba a punto de caer, hasta que sintió unas firmes manos tomarlo de su cintura y evitar que cayera, los brazos del rubio lo atrajeron a él en un abrazo, sintió la respiración de el rubio en su cuello, de nuevo esa sensación que había sentido el otro día, lo hizo estremecerse.
- ¿Estás bien?- preguntó el rubio con una voz grave cerca de su oído, sonriendo cuando el chico volvió a tensarse junto a su cuerpo, sintió las manos nerviosas posarse en sus hombros.
-S-si... gracias- dijo Albus dejándose envolver por los brazos del rubio, se había dado cuenta de lo cómodo que era estar ahí, lo reconfortante que era ser envuelto por la esencia del alto.
Luego de un momentos se separaron, más bien el pelirrojo se separó, por mucho que le encantase estar ahí, no quería molestar al rubio. Le dedicó una leve sonrisa a este y empezó a caminar de nuevo, teniendo cuidado de no caerse de nuevo seguido de rubio. Llegaron finalmente a el pequeño espacio y el rubio se quedó admirando el lugar, era un claro, rodeados de naturaleza, había sombra por los árboles y el lago frente a ellos reflejaba el paisaje.
- Esto es... demasiado lindo... ¿cómo descubriste este lugar?- dijo volteando a ver al chico, quien estaba parado atrás de él.
- Mi madre me traía aquí, solíamos venir y pasar las tardes aquí- dijo con un tono melancólico, extrañaba a su madre, demasiado.
- Lo siento, no quería- dijo arrepintiéndose al instante.
- Está bien, me gusta venir aquí, es tranquilo... Y nadie nos molestará- dijo sacando libros y pergaminos de su bolsillo, el cual claramente tenia un hechizo de agrandamiento- deberíamos empezar- dijo sentándose contra un árbol, seguido del rubio.
Ahí pasaron horas, cada ves más cerca de encontrar la varita. Albus estaba recostado contra la corteza de un árbol y Gellert estaba acostado boca arriba a su lado, el pelirrojo empezó a juguetear con el collar que el rubio le había dado, era hermoso.
- Te gusta?- preguntó el rubio al ver el pelirrojo con el símbolo de las reliquias de la muerte que le dio.
- Sí... es muy lindo- dijo desviando su vista a los ojos bicolores que lo observaban. Desde que conoció a Gellert había quedado pasmado con su belleza, pero hoy se veía particularmente hermoso, bajo la luz del sol ocultándose frente al lago, sus rizos casi blancos desordenados, sus ojos brillaban y su camisa medio desabotonada lo había dejado observándolo por un rato- eres hermoso- dijo apenas audible pero aun así llegando a los oídos del rubio, quien sonrió de lado.
Gellert se sentó al lado de Albus, acercándose hasta poder hablar directamente al oído del pelirrojo- Tú... eres adorable- dijo sonriendo al ver las rosadas mejillas del chico, quien había volteado su rostro para "evitar" que lo viese. La mano del rubio se dirigió al mentón del chico, para hacer que lo viese, todo su rostro estaba rosado, sus ojos no podían mantener mas de 3 segundos de contacto visual, y estaba mordiendo sus labios, esos esponjosos y rosados labios que lo estaban tentando tanto en ese momento.
- Deja de hacer eso- dijo posando su dedo pulgar en sus labios, evitando que siguiese mordiéndolos. Esto sorprendió a Albos, haciendo que se estremeciera y levantase sus ojos avellana a esos disparejos que lo observaban tan detalladamente. Gellert movió su mano a un lado del rostro del chico, llegando a tocar su nuca, jugueteando con su cabello.
-Gellert..- alcanzó a decir Albus antes de que este estampase sus labios contra los suyos, era un beso un poco desesperado, los labios del rubio se movían ágiles sobre sus labios inexpertos, la mano del rubio estaba en su mentón de nuevo, guiando el beso. Sentía demasiadas cosas, sentía como electricidad en su abdomen, dirigió sus manos a los hombros del chico a su lado. Se sentía algo avergonzado en ese momento, no sabía qué hacer con sus labios, o como respirar o que esperaba su compañero.
El rubio tenía claro de que Albus probablemente no le devolviese el beso, pero tenía que intentarlo, cuando sintió sus labios no pudo parar, sentía ese sabor inocente y dulce que caracterizaba al chico. Se sorprendió cuando los labios del chico empezaron a moverse torpemente sobre los suyos, se notaba su inexperiencia pero realmente eso no le importaba, por alguna razón fue como si algo en su interior se llenase de felicidad, no había sentido eso con ninguno de los chicos con los que había experimentado antes, y era obvio, pues Albus no era así, no era para distraerse un rato, realmente algo en su interior se movía cada que veía al pelirrojo.
Luego de un momento el rubio se separaron, ambos tenían sus respiraciones agitadas, los labios hinchados y las mejillas sonrojadas. Gellert escondió su rostro en el cuello del pelirrojo, apoyó su frente contra su hombro y abrazó al chico, sentía la necesidad de estar cerca de él, su respiración chocaba con la piel de Albus, poniéndolo aún más nervioso.
- Gellert..?- el pelirrojo se encontraba bastante confundido, no sabía qué estaba pasando, el rubio hizo un sonido como "mhhh?" para que continuase hablando- q-qué fue eso..?- preguntó con voz baja Albus, esperando no ahuyentarlo.
Algo en Gellert se congeló ante la pregunta del pelirrojo no le habia gustado? se preguntó algo asustado, y si se alejaba de él por eso? Se separó un poco de él para verlo a los ojos- No te gustó? No volveré a hacerlo si es el caso, lo siento- dijo rápidamente alejándose aun más, dispuesto a levantarse para no incomodar aa Albus.
-Q-qué? no, sigo si, si me gustó.. no te vayas- dijo rápidamente Albus al notar las intenciones del otro, tomando su mano para detenerlo. El mas alto lo volteó a ver con una sonrisa algo sorprendida, que hizo a Albus analizar sus palabras, haciendo que sus mejillas se vuelvan aún más rojas.
- Quieres... que se repita?- preguntó el rubio, acariciando el dorso de su mano que aún seguía sujetando, y dirigiendo su mirada a esos nerviosos ojos que lo veían, sonriendo internamente por su rostro aún rojo y su mano temblando levemente contra la suya.
- s-si- dijo suavemente y entrecortado finalmente el pelirrojo, ganándose una sonrisa por parte de Gellert.
- Ahorita?- preguntó tentativamente Gellert recorriendo con sus dedos el antebrazo de éste, le encantaba verlo así de nervioso, y saber que él era la causa.
-si- respondió finalmente Albus, mirándolo por fin a los ojos.
- Como desees- dijo en forma de susurro acercándose nuevamente al rosado rostro de Albus, volvió a juntas sus labios con los de él, esta ves era un beso mucho mas suave y lento, quería darle oportunidad a Albus de que avanzase tanto como quisiera. Su boca sabía dulce, sus labios eran los más suaves que jamás había besado. Sintió la mano de Albus posarse en su pecho, y acercarse aún más a él.
Finalmente sentía que todo estaba bien, que estaba en el lugar correcto, con la persona correcta, y no quería salir de su pequeña burbuja de felicidad.
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Hola!!! Como están? Les ha gustado el capítulo? Qué creen que pasará después?
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Grindeldore- Albus eres mi luz
FanficUna de mis parejas favoritas, muchos conocen la historia de este amor tan trágico, pero, y si cambiamos un poco las cosas? Estuve mucho tiempo buscando una historia de estos dos con un final menos doloroso y no la encontré, así que decidí escribirl...