Habían pasado dos semanas desde la última vez que los chicos se vieron, esta ves era porque Albus había estado trabajando todos los días para conseguir dinero y poder comprar los útiles escolares de su hermano. Se intercambiaban cartas todas las noches hablando sobre sus días y de qué querían verse. Esa noche, Albus recibió la usual carta que Gellert siempre le enviaba a las 10 de la noche.
La luna brilla, donde nuestros labios se unieron por primera vez, y la brisa fría a la media noche mueve las hojas de los árboles, la luz pinta el agua de plata esperando a que llegues.
Sé puntual.
GG-
Las mejillas de Albus se encendieron tras la poética nota de Gellert, con esa perfecta caligrafía, era sin duda hermoso. Se vistió nuevamente para salir de casa, iba completamente de negro, a excepción de su bufanda amarilla y roja de Gryffindor. Su varita en mano y peinó su cabello, era gracioso pensar que Albus se estaba alistando para ir a ver a su amado a la media noche, pero su corazón palpitaba con fuerza, y sus manos temblaban de solo pensar que pronto volverían a tocar esos rizos de plata, y esas mejillas de terciopelo.
Cuando eran las 11:30 salió de su habitación en silencio, no quería despertar a sus hermanos, pero se detuvo al escuchar unas voces proviniendo de la sala. Se asomó y vio a su hermano, pero por mas que quizo no pudo ver a nadie más, así que decidió bajar como si nada.
- Aberforth? Con quien hablas?- preguntó, su hermano tenía una expresión indescriptible, estaba más pálido que lo usual, tenía los ojos muy abiertos y seguramente había dejado de respirar por un momento.
- Albus? Eh-h no podía dormir, así que vine a aclarar mi cabeza aquí- Respondió el menor, rápido con una sonrisa nerviosa a su hermano.
-Ve a acostarte ya, es tarde- Respondió Albus- Yo... volveré en un momento- Dijo y salió de la casa antes de que el menor preguntase a dónde iba, pues no quería decirle que iría a ver a Gellert al bosque.
Estaba más frío de lo que se esperaba, era casi invierno y las temperaturas bajaban demasiado rápido, igualmente siguió su camino, no quería llegar tarde de nuevo.
Se adentró en el bosque con una sonrisa en su rostro, estaba exhausto, trabajó duro esas dos semanas pero ver esos ojos bicolores valía la pena. Cuando estaba cerca del claro, alcanzó a ver la silueta delgada del rubio, estaba de espalda a él, la luna hacía que su cabello brillase como una estrella mas.
- Albus...- Dijo el rubio cuando escuchó los pasos del pelirrojo a su espalda. No tardó en acercarse al chico y envolverlo en sus brazos, al ser más alto que este, el rostro del menor quedaba justo en el hueco en su cuello. Las manos de Albus fueron a dar a su espalda- te extrañé mucho- dijo tomando el rostro ajeno entre sus manos y juntando sus narices, era un momento muy íntimo para ambos, rodeados de tanta tranquilidad, ellos dos solos expresando el amor que no pueden con palabras.
- Yo también Gell...- dijo Albus antes de cerrar los ojos y cerrar los ojos para juntar sus labios, esos rosados labios que al pelirrojo tanto le encantaban y había extrañado. Estaban fríos y pálidos, a diferencia de los de Albus los cuales eran rosados y cálidos al tacto.
Gellert levantó a Albus y este enrolló sus piernas al rededor de su cintura, y caminó hacia un árbol, donde apoyó la espalda de Albus sin separarse. Sus manos fueron a la camisa de Albus, más específicamente a los botones de esta, ambos tenían la respiración acelerada y esta vez Gellert no era el único con un problema abajo, pues el pantalón de Albus también tenía un bulto evidenciando cuán bien lo estaba pasando. Gellert se separó del árbol y se recostó en el pasto, con el pelirrojo sobre él.
- Gellert... espera- Albus separó sus labios de los del rubio, sabía a dónde quería llegar Gellert, y le asustaba- y-yo lo siento solo que- fue interrumpido por los labios del chico.
- Está bien Albus, lo sé, lo siento- dijo este, mirando al pelirrojo, quien escondió su rostro en su cuello.
- Gracias- dijo este, dejando un beso en el cuello del mas alto. Se quedaron un momento así, Albus en los brazos de Gellert, hasta que el rubio empezó a hacer cosquillas a Albus, quien empezó a reír inmediatamente, ambos se reían, el pelirrojo intentando quitar las manos del rubio y el rubio buscando los puntos débiles del chico. Era un momento bastante inocente, sus risas honestas y comodidad eran algo que solo ellos lograban en el otro- G-gell-ert para- decía Albus.
- Bailemos- dijo el rubio, volteando a ver al pelirrojo, quien lo veía confundido. Gellert se paró y le tendió la mano a Albus, una ves ambos estuvieron de pie, Gellert puso su mano en la cintura del menor, quien se sonrojó ante el tacto pero le siguió la corriente. No había música que los guiase, pero ambos sabían cómo moverse siguiendo al otro, era casi angelical.
Tras unos minutos, Albus habló- deberíamos volver ya, pronto amanecerá- dijo apoyando su cabeza en el hombro de Gellert, quien lo abrazó asintiendo. Ambos chicos empezaron a caminar, tomados de las manos y generando luz con sus varitas y el simple hechizo.
Al llegar al punto en el que debían separarse, Gellert siguió caminando en dirección a la vivienda Dumbledore- Gellert, regresa a casa, yo puedo caminar solo- dijo Albus apretando la mano ajena.
- Déjame acompañarte a la puerta Albus, enserio te he extrañado- dijo el rubio siguiendo caminando en la misma dirección. Albus ya no dijo nada, pues él tampoco quería despedirse del rubio. Siguieron en silencio hasta que Albus se estremeció por el frío, su capa no era suficiente para mantenerlo caliente de las frías brisas a esas horas de la madrugada, Gellert sin pensarselo se quitó su abrigo, el cual a diferencia del atuendo del menor era más grueso y caliente (suena mal lo siento xd) y se lo puso en los hombros, calentando inmediatamente al pelirrojo.
- Pero, y tú? Te resfriarás- le dijo Albus, ya que el rubio solo tenía un fino suéter negro sobre su camisa.
- En Bulgaria era tres veces mas frío que acá, no te preocupes por mi Albus- le dijo volviendo a tomar la mano del chico y seguir su camino.
Los chicos se encontraban frente a la puerta de la pequeña casa sin querer separarse del otro- Quédate acá, ya lo has hecho antes- le dijo Albus a Gellert con esperanza de que cediera.
- Y si tu hermano nos vuelve a encontrar? qué le dirás?- le respondió Gellert jugueteando con los dedos del menor.
- Él ya lo sabe Gellert, y no tiene problema con nosotros- insistió Albus, sonriendo cuando recibió un "si tu insistes" de parte del otro.
Abrió la puerta y ambos entraron en silencio, hasta que vieron dos figuras en el sofá, Albus prendió la luz y se encontró con Aberforth con la cara roja, al lado de otro chico, ambos tenían el cabello alborotado, las ropas desordenadas y las mejillas rojas.
- Así que sí estabas hablando con alguien... Tú eres Julien, no? Un Ravenclaw?- el chico rubio asintió apenado- Puedes quedarte esta noche, solo no hagan nada... mas que eso- dijo Albus aún con su varita en mano, viendo como ambos chicos asentían y se levantaban- Y Aberforth, hablamos mañana- le dijo a su hermano, que asintió con las mejillas rojas.
Al estar ambos chicos en la habitación del pelirrojo se empezaron a reír- No me esperaba eso de Aberforth- Dijo Albus riendo eufóricamente al igual que el rubio.
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Hola!! Muchas gracias a tod@s por sus comentarios y votos! Lamento haber estado inactiva recientemente, pues he tenido algunos problemas personales, pero ya era hora de un nuevo capítulo.
Me encantaría que me dijesen qué quisieran que pasara en los próximos capítulos, no sé ustedes pero quiero hacerlo trágico pero lindo al mismo tiempo, qué piensan?
Por cierto, me gustaría saber si les gustaría que más adelante en la historia incluya lemon o se mantenga inocente.
Los leo :)
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Grindeldore- Albus eres mi luz
FanfictionUna de mis parejas favoritas, muchos conocen la historia de este amor tan trágico, pero, y si cambiamos un poco las cosas? Estuve mucho tiempo buscando una historia de estos dos con un final menos doloroso y no la encontré, así que decidí escribirl...