capitulo 18 - La verdad

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Y aunque mis esfuerzos por no sollozar fueron en vano, una lágrima se deslizó lentamente por mi mejilla.

La puerta comenzó a sonar fuerte y me asusté por unos instantes, pero reconocí la voz de Christian al otro lado de la puerta y froté mi rostro con mi mano.

- ¿Estás bien? -preguntó mientras yo ponía la yema de mis dedos en el puente de mi nariz con la cabeza abajo.

- Si.. Christian estoy bien -le dije sollozando, tenía un pequeño nudo en la garganta que me decía que no valía la pena.

- ¿Me puedes abrir la puerta? -preguntó desde el otro lado mientras yo suspiraba.

Quería estar sola, pero no podía negar nada a Christian.

- Ahora voy -le dije parándome mientras me miraba una vez más al espejo.

Mi rostro lucía normal, así que recé para que Christian no se diera cuenta de mi desconsuelo.

Suspiré otra vez y cerré los ojos, fuerte para poner mi mano suavemente en la manilla de la puerta.

Abrí los ojos y la comencé a girar cuidadosamente hasta que vi el rostro de Christian preocupado mirándome.

- ¿Qué te pasó? -me preguntó mientras mis intentos porque él no me descubriera se desvanecían.

Eran las desventajas de tener un amigo que te conociera tanto.

- No es nada Christian -insistí sabiendo que en realidad el me preguntaría otra vez que me pasaba.

- ¿No me quieres contar? -me dijo haciendo pucheros.

Le miré y tragué saliva haciéndole señas de que saliéramos del baño para bajar hasta el sillón.

Caminamos lentamente hasta el living y el simplemente me siguió en silencio.

Me senté en la punta del sillón y le hice señas para que él se sentara en frente mío, y se dirigió hacia una silla.

- ¿Y bien? -preguntó nuevamente esperando que yo dijera algo.

Lo miré sería, no quería hablar del tema, pero tal vez me haría bien desahogarme un poco.

- Es Nate -le dije apenada.

Sabía que él me diría algo, sabía que me replicaría algo.

Me miró y abrió sus ojos como platos.

- ¿Nate? -me preguntó enojado-.
¿Por qué por Nate?

- Porque.. Me llamó y... -pensé en algo que decirle a Christian, pero tendría que decirle la verdad, que me gustaba, que me moría por él y no se lo podía negar más-.

Y Christian te mentí -le dije finalmente mientras el fruncía el ceño confundido.

- ¿Cómo que me mentiste? -preguntó confundido-.
¿me puedes explicar bien por favor?

- ¡me gusta Nate! -le exclamé tapando mi rostro con las manos, no dejando ver ninguna facción de mi cara.

- ¿Cómo es la cosa? -preguntó agitado mirándome serio-.
¿Qué te gusta Nate?

- Si -le contesté sacando la mano de mi cara con un rostro de desagrado en el rostro-, lo siento por mentirte Christian, pero..

- Sabes -me dijo sin dejar que termine de hablar-.

-No sé en qué estás pensando.
Él es un estúpido, está loco, completamente, tu estas mucho mejor sin él.

- Lo sé, Christian... Lo siento por mentirte -le dije apenada-, pero te prometo.. Que no estaré con el -Murmuré mientras por dentro mi corazón se partía en mil pedazos, y quería cerrar los ojos fuerte, como si el dolor fuera interminable, como si fuera más hondo que una herida profunda.

Apreté mis labios y mis manos las puse en un puño, quería pegarle a algo, a alguien, quería que no todo fuera tan difícil.

- Me alegra escuchar eso -me dijo abrazándome-, no quiero que mi mejor amiga este con ningún loco idiota.

- Bien -le dije fingiendo una sonrisa-, tengo sueño, creo que me iré a acostar para que mañana cuando lleguen los papás de Osvaldo yo esté despierta.

- Bueno-me dijo besando mi frente-, te veo mañana.

- Nos vemos -le susurré mientras me paraba y me dirigía a la habitación de los papás de Osvaldo.

Abrí cuidadosamente la puerta, era una habitación gigante, y la cama era de dos plazas.

Me tiré encima de la cama, cansada de ese día.

Había sido como la historia de un cuento de hadas con un final triste.

¿Por qué si había pasado la mejor noche de mi vida, ahora la arruina con una simple llamada telefónica?

Uno a uno mis pensamientos se fueron desvaneciendo hasta que cerré los ojos en un humilde sollozo.

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:(

Eres un estupido pero no te amaria si cambiarásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora