capitulo 31 - Juntos

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Dejamos las bebidas encima de la mesa y nos miramos los unos a los otros; era realmente triste tenerlo en frente y no poder si quiera darle un abrazo.

Sabía que Christian me estaría vigilando todo el día, así como yo lo estaría vigilando.

- iré a afuera -le dije a Nate sonriendo

- ¿no me vas a besar antes? -preguntó el tomando mi mano.

- ¡Nate! -le repliqué bajando la voz-, nos pueden ver.

- Cierto -dijo el frunciendo el ceño-.. Christian es una mierda.

- ¿perdón? -le pregunté ofendida.

El sacudió su cabeza y me miró fijamente.

De verdad parecía necesitar la ayuda de un psicólogo algunas veces debido a sus problemas de actitud-, la única mierda dentro de esta casa es Keyla.

- Keyla no es como tú piensas que es -dijo el apoyándose en la mesa.

- Bien -tomé un vaso algo enojada-, entonces dile a ella que sea tu novia -salí de la cocina y me dirigí rápidamente hacia afuera.

Sentí como sus pasos me seguían y comencé a caminar aún más rápido.

- ¡ven a tomar agua ya que no traes las bebidas! -me gritó Christian desde la otra esquina.

La piscina estaba llena.

Apenas podía diferenciar el rostro de las personas.

- Si quieres bebidas, ve tu por ellas, están en la cocina -le sonreí, saludando al chico que estaba al lado de él.

- Hola -sonrió el dejando mostrar una perfecta línea de dientes blancos que combinaban perfectamente con sus ojos azules y su cabello rubio-, ¿Luisa, no?

- Si.. ¿Y tú eres? -le pregunté extrañada.

- James -sonrió el-, estábamos juntos en el jardín de infantes.

- Vaya.. No te recuerdo -admití.

Miré fijamente su rostro.

Ya veía; era el chico que se comía el pegamento.

Solté una carcajada y el me miró extrañado.

- ¿Te pasó algo? -preguntó mientras observaba como me reía.

- Tú eres el chico del pegamento -le dije.

- Así que me recuerdas -rió el.

Asentí con la cabeza y miré hacía el otro extremo; Nate hablaba con Keyla pero tenía su mirada clavada en mía, y Christian iba acercándose, anunciando a todo el mundo que traía las bebidas.

- Siempre te comías mi pegamento, ahora que tengo el valor de decirlo; te odiaba por eso -reí.

El soltó otra carcajada y dejó caer su peso en la silla que estaba a su lado, mientras yo hacía lo mismo.

- Es un golpe fuerte ya que lo mencionas -se encogió de hombros-, me comía tu pegamento porque te odiaba.

- ¿en serio? -giré mi cabeza hacía el sin tomar en cuenta que Nate seguía mirándome.

- Si, siempre que llevabas juguetes no me los prestabas..

- Quizás pensaba que te los ibas a comer -reí.

- ¿quieres bebida? -me preguntó Christian dándome un vaso con el líquido fluorescente.

- Gracias Christian -le guiñé un ojo.

Christian se sentó al lado nuestro y miró hacía todos lados confundido-.

- ¿pasa algo? -le pregunté intrigada.

- Estaba.. No nada -sacudió su cabeza-, ¿de qué hablan?

- De que yo me comía el pegamento en el jardín - James levantó la mano.

- Te odiaba por eso -rió Christian.

- Si ya me lo han dicho.

- Disculpen... iré al.. Baño -les dije y me levanté de la silla antes de que pudieran decir algo.

Me abrí paso entre la gente que estaba bailando y salí como pude de la piscina sin que Nate se diera cuenta de que caminaba por allí; lo que era imposible porque tenía su mirada en mí.

Estar en el mismo lugar con él, distanciados sin poder decirle que lo único que quería era besarlo y hacer lo que pienso me estaba matando.

En cuanto a Christian, estaba segura que se traía algo con Keyla.

Estaba segura que a ella era a la que estaba buscando desesperadamente hace unos minutos.

Me senté en el sillón de la sala y vi como Nate también se hacía paso entre la multitud que se empezaba a mover con la música.

- Ven a bailar conmigo -sonrió él.

Lo miré enfadada, ¿Qué parte de si Christian me ve cerca de él me mata no entendía?

- No -le negué.

- Vamos -se sentó a mi lado mientras yo miraba nerviosa hacía la piscina comprobando que nadie más se diera cuenta que Luisa y Nate estaban juntos en un mismo sillón.

Eres un estupido pero no te amaria si cambiarásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora