Dejamos las bebidas encima de la mesa y nos miramos los unos a los otros; era realmente triste tenerlo en frente y no poder si quiera darle un abrazo.
Sabía que Christian me estaría vigilando todo el día, así como yo lo estaría vigilando.
- iré a afuera -le dije a Nate sonriendo
- ¿no me vas a besar antes? -preguntó el tomando mi mano.
- ¡Nate! -le repliqué bajando la voz-, nos pueden ver.
- Cierto -dijo el frunciendo el ceño-.. Christian es una mierda.
- ¿perdón? -le pregunté ofendida.
El sacudió su cabeza y me miró fijamente.
De verdad parecía necesitar la ayuda de un psicólogo algunas veces debido a sus problemas de actitud-, la única mierda dentro de esta casa es Keyla.
- Keyla no es como tú piensas que es -dijo el apoyándose en la mesa.
- Bien -tomé un vaso algo enojada-, entonces dile a ella que sea tu novia -salí de la cocina y me dirigí rápidamente hacia afuera.
Sentí como sus pasos me seguían y comencé a caminar aún más rápido.
- ¡ven a tomar agua ya que no traes las bebidas! -me gritó Christian desde la otra esquina.
La piscina estaba llena.
Apenas podía diferenciar el rostro de las personas.
- Si quieres bebidas, ve tu por ellas, están en la cocina -le sonreí, saludando al chico que estaba al lado de él.
- Hola -sonrió el dejando mostrar una perfecta línea de dientes blancos que combinaban perfectamente con sus ojos azules y su cabello rubio-, ¿Luisa, no?
- Si.. ¿Y tú eres? -le pregunté extrañada.
- James -sonrió el-, estábamos juntos en el jardín de infantes.
- Vaya.. No te recuerdo -admití.
Miré fijamente su rostro.
Ya veía; era el chico que se comía el pegamento.
Solté una carcajada y el me miró extrañado.
- ¿Te pasó algo? -preguntó mientras observaba como me reía.
- Tú eres el chico del pegamento -le dije.
- Así que me recuerdas -rió el.
Asentí con la cabeza y miré hacía el otro extremo; Nate hablaba con Keyla pero tenía su mirada clavada en mía, y Christian iba acercándose, anunciando a todo el mundo que traía las bebidas.
- Siempre te comías mi pegamento, ahora que tengo el valor de decirlo; te odiaba por eso -reí.
El soltó otra carcajada y dejó caer su peso en la silla que estaba a su lado, mientras yo hacía lo mismo.
- Es un golpe fuerte ya que lo mencionas -se encogió de hombros-, me comía tu pegamento porque te odiaba.
- ¿en serio? -giré mi cabeza hacía el sin tomar en cuenta que Nate seguía mirándome.
- Si, siempre que llevabas juguetes no me los prestabas..
- Quizás pensaba que te los ibas a comer -reí.
- ¿quieres bebida? -me preguntó Christian dándome un vaso con el líquido fluorescente.
- Gracias Christian -le guiñé un ojo.
Christian se sentó al lado nuestro y miró hacía todos lados confundido-.
- ¿pasa algo? -le pregunté intrigada.
- Estaba.. No nada -sacudió su cabeza-, ¿de qué hablan?
- De que yo me comía el pegamento en el jardín - James levantó la mano.
- Te odiaba por eso -rió Christian.
- Si ya me lo han dicho.
- Disculpen... iré al.. Baño -les dije y me levanté de la silla antes de que pudieran decir algo.
Me abrí paso entre la gente que estaba bailando y salí como pude de la piscina sin que Nate se diera cuenta de que caminaba por allí; lo que era imposible porque tenía su mirada en mí.
Estar en el mismo lugar con él, distanciados sin poder decirle que lo único que quería era besarlo y hacer lo que pienso me estaba matando.
En cuanto a Christian, estaba segura que se traía algo con Keyla.
Estaba segura que a ella era a la que estaba buscando desesperadamente hace unos minutos.
Me senté en el sillón de la sala y vi como Nate también se hacía paso entre la multitud que se empezaba a mover con la música.
- Ven a bailar conmigo -sonrió él.
Lo miré enfadada, ¿Qué parte de si Christian me ve cerca de él me mata no entendía?
- No -le negué.
- Vamos -se sentó a mi lado mientras yo miraba nerviosa hacía la piscina comprobando que nadie más se diera cuenta que Luisa y Nate estaban juntos en un mismo sillón.
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Eres un estupido pero no te amaria si cambiarás
Roman d'amourTodos hemos escuchado hablar de Romeo y Julieta, la historia del chico que no puede estar con la chica, y viceversa. A todos nos han pasado cosas que nunca pensamos que iban a pasar, y todos hemos sentido cosas que nunca imaginamos que alguna vez íb...