Eres un estupido pero no te amaria si cambiarás

Capítulo 62

El la abrazaba con tal intensidad, dándole a entender que nunca quería separarse de ella, y ella hacía lo mismo.

Dios, ¿Por qué tenía que estar en peligro?

De pronto él la soltó y ella se alejó de él.

- ¿Christian? -Preguntó al verlo con los ojos cerrados-.

- Vamos Christian, abre los ojos -Pero él no hizo caso-.

Christian -Dijo entre lágrimas-.
Deja de jugar -Suplicó mientras las lágrimas corrían por sus mejillas, una tras otra; de pronto el moreno abrió levemente los ojos, primero uno; luego el otro-.

-Me has dado un gran susto -Musitó Luisa abrazándose a él.

- Luisa...

- Shh -Lo detuvo ella-.
Trata de descansar.

-Tú no entiendes -La reprendió Christian-.
Creo que ya es hora. -Sonrió.

-No, no.
Tu.. tu estás loco.
Pronto te darán de alta y ambos iremos a McDonald's, así como lo hemos hecho siempre.
Vamos Christian se fuerte ¿sí? Por mí, te lo suplico -Dijo Luisa entre lágrimas.

- Es mejor que llames al doctor -Dijo Christian acomodándose en su cama-.
Anda -Comentó al ver que ella no se movía.

- Sí -Musitó y se fue corriendo de ahí en busca de un doctor, cuando por fin lo encontró volvió, ahora en compañía de este, a la habitación de Christian-.

- Christian -Susurró-.
He traído al doctor, ¿vez? -Dijo cuándo el abrió los ojos-.

- Todo estará bien, y te quedaras conmigo para siempre -Se encontraba llorando, ¿Por qué todo le salía mal?
¿Acaso había cometido el pecado más grande del mundo como para merecer eso? No, no lo había hecho; entonces no entendía porque su mejor amigo se encontraba así.

- Será mejor que se retire -Le dijo el doctor de pronto, Luisa lo miro desconcertada.

¿Cómo le pedía eso? Ella no quería dejar a Christian; tenía miedo de que fuera la última vez que lo viera.

-Nosotros le avisaremos cualquier cosa -Añadió una enfermera abriendo la puerta en señal de que debía retirarse si o si, ella al final accedió saliendo de aquella habitación y dejando en manos de los doctores a una de las personas más importantes de su vida.

~°~

- ¿Crees que ya haya salido Luisa? -Preguntó James mientras él y Nate volvían de la cafetería, ambos con vasos de café en las manos, aunque Nate llevaba 2, uno era para su novia.

- No lo sé -Respondió Nate sin ánimos, aquello cada vez se ponía peor, después de haber hablado con Christian, el castaño había quedado un poco desconcertado.

No quería imaginarse como estaría su novia si ella iba a confesarle todo, y le preocupaba la reacción que pudo haber tenido el moreno.

De pronto todos sus pensamientos se vieron remplazados por una extraña preocupación que lo inundó al ver a una aturdida Luisa en medio del corredor y con la vista fija en la puerta del cuarto de su.. Amigo.

Si, Nate lo consideraba su amigo, aunque sabía perfectamente que tal vez no era correspondido, él tenía claro los pensamientos de Christian sobre él.

- ¿Qué ha pasado? -Preguntó el rubio cuando se acercaron a donde Luisa se encontraba parada.

- El.. el doctor me ha corrido -Dijo aún aturdida por la escena que acababa de presenciar.

- ¿Christian se puso mal? -Preguntó Nate alarmado.

- Ya estaba mal -Musitó James.

- Calla James -Lo reprendió el castaño-.