Una super familia (Supercorp)

I: Niños de mil soles.

Todos los padres contestaran los mismo si les preguntan ¿quién es tu hijo favorito?

"No tengo hijos favoritos, los amo por igual"

Y tienen razón ¿cómo podría Kara Danvers-Luthor elegir entre sus amados hijos?

Tenía a Lara, su primogénita, la que según todos era idéntica a ella con excepción del cabello y mandíbula que eran replicas exactas de Lena; Lara tenían la misma nariz, labios y ojos de la super, fruncían el ceño de manera idéntica y hacían el mismo puchero con lo que obtenían todo lo que quisieran.

De pequeña Lara podía chantajear a agentes entrenados del DEO con solo una mirada y conseguir barras de chocolate o un paseo por las áreas restringidas, hacía que el abuelo Jonn le contara historias imitando varias voces para hacerlo más divertido, conseguía los juguetes más geniales de sus tías, hacía que Winn pusiera caricaturas en las pantallas del DEO, conseguía postre extra de la abuela Eliza y lograba que la mismísima Supergirl la llevara en su espalda por toda la casa hasta que se quedara dormida.

Pero Lara no era una niña caprichosa, era una niña educada y gentil con los demás, además era la mejor hermana mayor, era protectora con sus hermanos, era la persona más brillante y valiente que había conocido, como Lena, pensaba Kara con orgullo.

Kara había agendado un día libre a la semana para cada uno de sus hijos, los jueves eran de Lara, iban al restaurante donde ella y Lena tuvieron su primera cita, una pequeña Pizzería cerca del muelle, ordenaban cuatro pizzas y dos platos de espagueti; conversaban sobre su semana y el corazón de Kara crecía de orgullo cuando su hija le hablaba de sus proyectos escolares, Lara había decidido estudiar Leyes con una especialidad en relaciones inter galácticas. Con algunos compañeros de la universidad había fundado una organización que buscaba dar asesoría legal y gratuita a residentes alienígenas, a pesar de los muchos avances y cambios, aun había personas que seguían en contra de los alienígenas.

Logro ingresar a la universidad con solo 16 años y al ser aún muy joven sus madres decidieron que lo mejor era que aun viviera en casa, así que, pese a las protestas de Lena, Lara conduce su motocicleta, un obsequio de Alex, todos los días a la universidad que esta solo a cuarenta minutos de casa.

Lara también estaba muy pendiente de los negocios de su madre Lena, después de todo, las acciones de las compañías de L-corp y CatCo les pertenecían en partes iguales, Lara era un genio en negocios al igual que Lena y Kara se la pasaba alabando las virtudes de su hija con orgullo.

Luego estaba su torbellino, Luke, su mini clon como solía llamarlo Lena, es que todos miraban al pequeño y no había duda alguna que Kara era su madre, tenia el cabello rubio y crespo, su nariz, sus labios, su mandíbula y su sonrisa de mil soles; lo único diferente en Luke eran sus ojos los cuales tenían un hermoso azul más claro que los de Kara que en ocasiones parecían ser grises.

Luke era un niño curioso y aventurero, amaba correr y saltar, se ponía una capa roja y simulaba volar como Superman por toda la casa, tanto que una vez se rompió el brazo izquierdo al saltar de las escaleras en una patineta y aun así estaba feliz con su yeso después de que todos lo firmaron. Alex siempre le dice a Kara que Luke debía ser su karma después de las travesuras que hacía de niña, pero Kara amaba que su hijo estuviera tan lleno de vida.

ꟷ¡¿Viste eso mamá?!ꟷ grito Luke cuando hizo su segunda anotación del partido.

ꟷ¡Claro que sí!ꟷ grito emocionada Kara.

Los martes eran de Luke, casi siempre tienen partido de Futbol, Kara no solía amar los partidos, pero cuando su hijo mostró su deseo de practicar deporte juro nunca perderse ni uno solo, el pequeño aun no mostraba signos de sus poderes y tanto como Lena como ella estaban agradecidas, no sabían cómo iban a actuar ante un pequeño super hiperactivo.