xx. snape's punishment

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CAPÍTULO 20
El castigo de Snape

Durante los días que siguieron, en el colegio no se habló de otra cosa que de Sirius Black

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Durante los días que siguieron, en el colegio no se habló de otra cosa que de Sirius Black. Las especulaciones acerca de cómo había logrado penetrar en el castillo fueron cada vez más fantásticas; Hannah Abbott, de Hufflepuff, se pasó la mayor parte de la clase de Herbología contando que Black podía transformarse en un arbusto florido.

Habían quitado de la pared el lienzo rasgado de la señora gorda y lo habían reemplazado con el retrato de sir Cadogan y su pequeño y robusto caballo gris. Esto no le hacía a nadie mucha gracia. Sir Cadogan se pasaba la mitad del tiempo retando a duelo a todo el mundo, y la otra mitad inventando contraseñas ridículamente complicadas que cambiaba al menos dos veces al día.

Una tarde, la profesora McGonagall llamó a Harry a su oficina, y para sorpresa de Sadie, a ella también.
Tuvo que escuchar como le querían prohibir a Harry participar en los partidos de Quidditch porque Sirius Black lo estaba buscando, pero Sadie no decía ni una palabra, ni siquiera sabía que hacía ella ahí.

—¿Eso que tiene que ver conmigo?— preguntó cuando Harry terminó de hablar.

McGonagall la miró por primera vez con una cara sombría.

—Creemos que sería peligroso para ti estar sola fuera del castillo cuando Sirius Black está suelto por ahí.

—Lo es para todos y aún así están ahí afuera, no entiendo que tiene que ver conmigo. No soy hermana de Harry.

McGonagall levantó las cejas retándola.

—Tu permiso para ir a Hogsmeade queda suspendido hasta nuevo aviso, por tu propia seguridad, Sadie.

—¡No puede hacer eso! ¡Fui la esclava de mi tía por un mes para que me lo firmara!

—Lo siento, Sadie, es todo.

—Me escaparé.

—Sadie...

—Y haré una huelga.

Cuando McGonagall iba a hablar, Sadie se levantó de su silla y salió de la oficina dando un portazo, pero pensó que eso fue demasiado grosero y regreso asomando la cabeza por el umbral.

—Perdón, el aire cerró la puerta, que tenga buen día, profesora.

Cerró con cuidado y se dirigió a la sala común intentando averiguar maneras de escapar del castillo.

Todo empeoró cuando entraron a la siguiente clase de Defensa Contra Las Artes Oscuras. Hermione y Ron ya habían ido a clases pero Sadie y Harry se habían quedado un rato en el comedor charlando sobre Sirius Black y todo lo que había arruinado; las salidas a Hogsmeade, la llegada de los dementores, y a Percy oliéndole el trasero a Harry para ver que este bien a pedido de su madre.

SADIE SHEPHERD Y EL PRISIONERO DE AZKABAN [3]  ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora