SADIE SHEPHERD Y EL PRISIONERO DE AZKABAN [3] ✔

xxvii. scabbers

CAPÍTULO 27
Scabbers

El resto de la semana, Sadie no volvió a encontrarse con Corvus Lestrange, ni siquiera en clase de música muggle, comenzaba a pensar que realmente era un fantasma atormentandola pero recordó que los fantasmas en realidad se veían como Myrtle la llorona.

El jueves después de clases, junto a Harry fue a buscar al profesor Lupin para comenzar con las clases de defensa antidementores, así que ahí estaban después de una breve explicación sobre aquellas criaturas, con un boggart dentro de un armario.

—¿Qué aspecto tiene un patronus?—preguntó Harry con curiosidad.

—Es según el mago que lo invoca.

—¿Y cómo se invoca?— habló Sadie moviendo su varita de un lado a otro entre sus dedos.

—Con un encantamiento que sólo funcionará si te concentras con todas tus fuerzas en un solo recuerdo de mucha alegría.

Sadie intentó recordar algo alegre. Quizá el momento en el que llegó a Hogwarts...O las noches en que hacía pijamadas con su tía...O tal vez los momentos que había pasado con sus tres mejores amigos. Si se ponía a pensar, en realidad tenía muchos recuerdos felices que estaban escondidos detrás de pequeños detalles que no veía a simple vista.

—Ya lo tengo— dijó Sadie pensando en combinar sus recuerdos con sus amigos, con Susan y con Remus.

—Yo también— habló Harry.

—El encantamiento es así —Lupin se aclaró la garganta—: ¡Expecto patronum!

—¡Expecto patronum! —repitieron Harry y Sadie entre dientes. Luego Harry se adelantó:— ¡Expecto patronum!

—¿Te estás concentrando con fuerza en el recuerdo feliz?

—Sí... —contestó—. Expecto patrono, no, patronum... perdón... ¡Expecto patronum! ¡Expecto patronum!

Sadie gruñó impaciente y lo empujó con un movimiento de cadera, agitó la varita frente a Remus para que le prestara atención y aclaró su garganta.

—A ver, déjame intentar, inepto— antes de que su padrino la regañara por expresarse así, exclamó con un movimiento de varita:— ¡Expecto Patronum!— pero nada había sucedido. Se recompuso agitando sus hombros y levantó la barbilla con los ojos entrecerrados como si analizara las cosas— ¡Expecto patronum!

Nada sucedió.

—No te estás concentrando, Sadie— advirtió Lupin—. Piensa en aquello que te hace demasiado feliz, eso que solo pensarlo te emociona...

Sadie cerró los ojos intentando visualizar pero la concentración le fallaba y solo lograba ver una vaga silueta del castillo junto a sus amigos.