CAPÍTULO 17
Los sentimientos de RonEn muy poco tiempo, la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras se convirtió en la favorita de la mayoría. Sólo Draco Malfoy y su banda de Slytherin criticaban al profesor Lupin:
—Mira cómo lleva la túnica —solía decir Malfoy murmurando alto cuando pasaba el profesor—. Viste como nuestro antiguo elfo doméstico.
Hasta que Sadie se harto de escuchar las tonterías que decía. Remus se había ganado un cariño de su parte en tan poco tiempo, los últimos días, Sadie iba a su oficina a tomar té mientras charlaban y ella le contaba uno que otro chisme. Habían creado un pequeño lazo parecido a una amistad entre profesor y alumna.
Y la última vez que se vieron, (cuando Sadie tuvo detención con él por haberle lanzado un hechizo a Lavender) le tuvo que prometer que no se metería en más problemas, aunque aquella vez había sido culpa de Lavender por haberse burlado de Hydra. Así que no podía golpear a Malfoy, y solo le susurró algo parecido a un insulto:
—Hijo de perra.
Aún recordaba habérselo escuchado decir a su profesora muggle, a la cual
habían querido suspender los padres por su mala conducta, Sadie se preguntaba si aún daba clases.Malfoy la miró con cara de asco y superioridad.
—No te atrevas a insultar a mi madre solo porque tú no tienes una.
—Me refería a tu padre, debe ser una perra pero si así ubicas a tu mamá, no hay problema.
Malfoy se acercó a ella intentando intimidarla pero Sadie solo lo miró con burla.
—¿Sucede algo aquí?— interrumpió Lupin cuando iba pasando.
Entonces Malfoy olvidó su valentía y echó a correr a otro lado.
Sadie habría querido que sus otras clases fueran igual de entretenidas como defensa contra las artes oscuras. La peor de todas era Pociones. Snape estaba aquellos días especialmente propenso a la revancha y todos sabían por qué. La historia del boggart que había adoptado la forma de Snape y el modo en que lo había dejado Neville, con el atuendo de su abuela, se había extendido por todo el colegio. Snape no lo encontraba divertido. A la primera mención del profesor Lupin, aparecía en sus ojos una expresión amenazadora. A Neville lo acosaba más que nunca. Y a Sadie también, después de haberse enterado que ella había repartido imágenes del boggart a todos los que se le cruzaban.
Sadie también aborrecía las horas que pasaba en la agobiante sala de la torre norte de la profesora Trelawney, descifrando símbolos y formas confusas, procurando olvidar que los ojos de la profesora Trelawney se llenaban de lágrimas cada vez que la miraba a ella y a Harry, cuando casi olvidaba el tema de su augurio, la profesora Trelawney intervenía con sus lágrimas. Eso le recordó que tenía que ponerse a trabajar en su lista de deseos.
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SADIE SHEPHERD Y EL PRISIONERO DE AZKABAN [3] ✔
AventuraSADIE SHEPHERD | tercer libro de la saga Sadie visita a Harry en Privet Drive y juntos huyen de los Dursley para volver a Hogwarts. El tercer año se vuelve mucho más interesante cuando Sadie le da una oportunidad a sus sentimientos y a la vez descu...