SADIE SHEPHERD Y EL PRISIONERO DE AZKABAN [3] ✔

x. sadie's cup

CAPITULO 10
La taza de Sadie

Cuando Sadie, Harry, Ron y Hermione entraron en el Gran Comedor para desayunar al día siguiente, lo primero que vieron fue a Draco Malfoy, que entretenía a un grupo de gente de Slytherin con una historia muy divertida. Al pasar por su lado, Malfoy hizo una parodia de desmayo, coreado por una carcajada general.

—No le hagas caso —le dijo Hermione, que iba detrás de Harry—. Tú, ni el menor caso. No merece la pena...

—Escucha, Harry, conozco a un muggle que puede venderme arañas australianas...— comenzó a hablar Sadie para proponerle un método de venganza, pero Pansy Parkinson la interrumpió.

—¡Eh, Potter! —gritó la chica de Slytherin que tenía la cara como un dogo—. ¡Potter! ¡Que vienen los dementores, Potter! ¡Uuuuuuuuuh!

—A ladrar a otro lado, Parkinson— dijó Sadie rodando los ojos mientras se sentaba en la mesa de Gryffindor junto a sus amigos.

—Los nuevos horarios de tercero —anunció George, pasándolos, Sadie acepto el papelillo que el pelirrojo le pasaba—. ¿Qué te ocurre, Harry?

Cuando los chicos comenzaron a entablar una conversación quejándose de Draco Malfoy, Sadie no pudo hacer otra cosa que observar al profesor Remus Lupin sentado en la mesa de maestros mientras reía de un comentario que Hagrid había hecho. Ya estaba segura de que no le caía mal porque el mismo se lo había dicho, pero la duda sobre que relación tenía con alguien parecido a ella le carcomía la cabeza, y fue cuestión de minutos (Durante la noche que la ayudó a entrar a la sala común), para que una idea en su cerebro llegara, él había conocido a su madre, o a su padre, o ambos. Y si Susan no le habla a más de lo necesario sobre ellos, Remus Lupin lo haría.

El profesor justamente miró a la mesa de Gryffindor buscando a alguien, sus ojos habían reparado un par de segundos en Harry, pero luego hizó contacto visual con Sadie y le dio una sonrisa amable, la cual, ella no pudo corresponder por los nervios, así que sólo desvió la mirada esa vez encontrándose con Terence Higgs, quien ya la estaba mirando. Sadie le sonrió agitando su mano en un saludo y él correspondió con otra sonrisa.

—¿Quieres pollo?— escuchó a Ron que le extendía una bandeja.

—Eh...Perdón, ¿Que?— preguntó distraídamente mientras seguía mirando hacia la mesa de Slytherin.
Ron siguió su mirada e hizo una mueca para seguir comiendo.

—Nada, olvídalo.

Sadie escuchó el tono más cabizbajo de lo normal y finalmente rompió el contacto visual con Higgs para mirarlo con preocupación. Ron estaba casi metiendo su cabeza en el plato con tal de no mirar a ningún otro lado.