Capitulo 6

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Lamento la tardanza~ corazones...

He estado pensado cuando desarrollar ciertos sucesos que seran importantes para el climax de la historia...

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Suplicio.

-No tomes mas mi tiempo en tus manos, Ciriaco. Pon en palabras tus pensamientos sin más.
-Estimado Suplicio. Si bien, soy todo saber, en estrategia mi poder es mayor- dice con astucia -Pero, para elaborar un plan comparable a la perfección, debes decirme, no, te exijo, una explicación coherente sobre la capilla que yace en mis aposentos. 

Suplicio dirige su mirada a su sirviente en busca de...¿Aprobación?.

-Esta historia junto a un rumor, me ha sido confirmada por mi sirviente Abed

  <<Entre ustedes cuatro, se encuentra en el corazón de alguno, la desesperación por cometer un acto de traición en mi contra. Esta, no, estaba en mi parecer que todos eran inocuos. Pero debido a lo que me acabas de contar, Ciriaco, infiero en estos momentos que el culpable de tales deseos de traición es Melitón. Sigue siendo solo una teoría, no pruebas que la acrediten. El rumor, claro,  se ha dispersado entre los elfos. Mi leal sirviente, Abed hijo de yasteb me ha contado esto. Pero el desacato tan descarado de Melitón, nos traerá algo mas problemático que mi mismo perecimiento en caso de que este, cumpla su cometido.>>

-¿A qué te refieres con eso, Suplicio?- dice intrigado.

  <<Ciriaco... En esa platica que recientemente he tenido con mi sirviente, me ha mencionado a Temma...Veo en tus ojos que no era de tu conocer aquel nombre, eso tranquiliza un poco mi alma y confirma un poco nuestro enemigo. Comenzaré a hablarte de Temma desde el comienzo, antes de nosotros:

Temma, es la verdadera diosa, aun con mente de infante, de nuestro mundo. Nosotros no somos más que las piezas de un juego contumaz de una mente retorcida en el aburrimiento de miles de años. ¿Conoces los "juegos de mesa" creados por los humanos para la diversión de sus crías y mentes adultas? Nuestro mundo es eso, un juego olvidado hace tiempo por Temma.

  Primero creo a los elfos acorde a su imaginación. Les otorgo una vida longeva para que le sirvieran de súbditos. Les dio fuerza y, magia similar a la de ella, para que cumplieran sus caprichosos deseos. 
Después de algunos pocos siglos. El aburrimiento visito  de manera persistente sus aposentos.
Decidió jugar a crear un mundo, con reglas propias de un juego absurdo. Cuyo final sería  entretenimiento. 
     Por lo tanto, tenia que crear mas seres que, elfos sirvientes. Entonces, se le ocurrió reemplazarse así misma por cinco seres que jugarían los papales de cada parte de ella. Los creo a su semejanza y les dio poder. Dichos seres no tendrían conocimiento alguno de su existencía y al saber de ellos, ellos eran la máxima divinidad. Luego dió existencia a la raza humana y la demás vida para que nosotros gobernáramos este mundo. ¿Lo entiendes? A pesar de dichas cosas, nosotros aun así sabíamos de las reglas de nuestros papeles y que, el romper alguno de estos, cambiaría el destino en si. 

   Ir en contra de la voluntad de Temma, es poner en peligro el mundo mismo como lo conocemos. La voluntad de Temma debería ser absoluta cual el color de las rosas de un rosal rojo, pero a su vez ansía que algo se salga de su control para tomar medidas. Si esto ocurre, nada bueno saldrá. Según algunos elfos, nuestro lúdico destino sirve para el entretenimiento de ella. 
   Temo, eso no es todo. Al parecer, en lo que ella esperaba a que se desarrollara alguna especie de clímax. Esta creando otro mundo. Se rumorea entre los sirvientes que desde hace 5 siglos, Temma esta dormida, tomando un descanso. Cuando se despierte y le llegue el conocimiento de que algunos de nosotros no hemos desempeñado como solemos hacerlo, nuestros papeles, cosas malas nos deparará un futuro no muy lejano.

El dios del final  - Suplicio -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora