Capitulo 15

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El cuerpo de Suplicio ha salido de la habitación, más no Suplicio mismo. La criatura fría y cruel atraviesa sus aposentos de manera objetiva hasta llegar al salón principal donde noticias lo aguardaban.

-¿Dónde está?- Pregunta imponente a su sirviente.

-¡Señor mío! No lo hemos encontrado. Buscamos en cada rincón del terreno pero nuestro hermano elfo, Abed hijo de Yasteb, desapareció cual palabras al viento.

-Cuando su presencia retorne que llegue a mi saber.

-¡Si, señor mío! –Dijo nervioso el sirviente.

Suplicio tomo su guadaña apreciándola. El material frío invadía su sentido; La herramienta que fácilmente tomaba las vidas en su poder, resonaba a la par con su adentros. Era la primera vez en mucho tiempo que su alma aceptaba nuevamente su destino. Ni amor ni gloria estaban ya en su saber pues su espíritu álgido ahora se dedicaba a las sombras entre lo físico y lo etéreo.

Las preguntas que se albergaban sin distinción alguna se arremolinaban y enredaban en su saber, eran necesarias palabras de otra mente para ahuyentar la duda. Así, se encontró Suplicio de pie al umbral de los aposentos de otro dios. Los elfos respectivos del dueño del lugar lo guiaron entre pasillos y habitaciones hasta llegar a un pequeño jardín interno.

Sentados frente a una mesa exterior hecha de metal y adornos blancos, se encontraban el dios de la Sabiduría y la diosa de la belleza.

-Oh Suplicio, hermano mío, te has ausentado de mis ojos desde la última reunión.

-Dios del final, toma asiento y bebe té con nosotros. Zoila y yo discutíamos sobre las estrellas.

La presencia de la diosa era algo con lo que no se había preparado Suplicio. Más importante, el estado relajado de Ciriaco hacía que nuevas preguntas crecieran en el saber de nuestro dios.

Suplicio tomo asiento y espero mientras le servían el té, sin decir una sola palabra.

-Hermano, tienes que apoyarme. Ciriaco y yo discutimos cual estrella es más hermosa: La estrella Abadía Celeste ó la estrella del norte. Yo que soy la diosa de la belleza, claro que se distinguir la más hermosa estando así en mi respuesta, la estrella de la Abadía Celeste.

-Por consiguiente, mi opinión es la contraría. ¿Qué cree tu saber sobre esto, Suplicio?

Pregunto el dios de la sabiduría.

Sin emitir sonido alguno, Suplicio se abstuvo a solo mover su mano derecha con la mano extendida hacía Ciriaco indicando así su opinión.

-Ustedes sin duda no saben reconocer la belleza.- Afirmó Zoila con total tranquilidad. –Pero has de decirme hermano el argumento de tu conclusión.

El no podía decir que la estrella del norte era más hermosa por el sentimiento más noble y puro que conocía: el amor verdadero y devoto.

Así era, la estrella del norte era una estrella enamorada, los sentimientos que albergaba eran los que la hacían brillar tanto en la noche oscura.

Esa era la respuesta que él habría dado el día anterior pero eso ya estaba olvidad y Suplicio escogió el silencio como respuesta a la exigencia del saber de Zoila.

La mirada de Zoila cambio de la habitual.

-Estimados dioses, me temo que es hora de mi ausencia. He de retirarme primero, gracias por el té, dios de la sabiduría.- La diosa se levanta y acto seguido se retira del lugar.

Quedan en escena únicamente los dioses y un elfo que procede a retirarse cuando Ciriaco hace un gesto con la mano.

-¿Esta en tu recuerdo, Suplicio, las palabras que me dispusiste de la estrella del norte? O acaso se fueron de tu saber hoy mismo con tu lengua?- Dice mientras toma un sorbo de la taza fina de porcelana color celeste con pequeños detalles dorados en los bordes.

La insinuación de Ciriaco alerta la conciencia de Suplicio más este ni se inmuta.

Al no tener respuesta, Ciriaco continúa.

-Me he de referir a que no has pronunciado palabra alguna desde tu llegada. Ninguna otra intención fue albergada en mis palabras... Ya que has mostrado tu presencia en mis aposentos sin que estuviera previo en mi saber... Vienes a hablar de Melitón ¿O está mal mi suposición?

El dios del final niega con la cabeza.

-Me preocupa el tablero- Dice soltando finalmente como primeras palabras, Suplicio.

-Ah... Lo comprendo, mi posición es la misma pero ¿Qué pieza?- Ciriaco sonríe.

-Todas.

-¿Todas?, ¿Por qué? No se han hecho movimientos en los sucesos recientes.

-Esa es la pesadumbre de mi mente. Ninguna pieza se ha movido desde la última reunión.

-¿Esta en tu creencia que Melitón este esperando algo?

-Mis sentidos se inquietan creyendo eso. También con el pensamiento de que Sixto no solo sea un peón.

-¿Infieres que se han aliado?

-No han de existir hechos precisos. Aún queda como suposición.

-~~*~~-

La diosa de la belleza se encontraba en el camino del bosque con dirección a sus aposentos. La gélida presencia de Suplicio tuvo la osadía de retornar a su hermano. La alegría en su ser del cambio de su hermano en los últimos meses se había esfumado con el acto de hoy. ¿Qué había pasado para tan evidente retroceso, o al menos a sus ojos? No, esa no era la pregunta correcta.

¿Qué había esmerilado la actitud de su hermano en los últimos meses?

Una pregunta que Suplicio esperaba jamás surgiera en nadie, surgió en la persona que más estimaba.

Mientras tanto, la sangre corría en algún otro lugar. Sangre inhumana.

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FELIZ AÑO NUEVO!!!!!!!!!!!!!!! hahaha aquí esta mi pequeño regalo para ustedes.

Espero que les haya gustado el capitulo, muero de sueño XD
¿Como pasaron ustedes el año nuevo? Yo convivi con familia politica que casi no veo y ahora que regrese a mi casa me muero de sueño TwT pero antes de caer rendida en la cama, les dejo esto aquí. Por lo mismo no hago tan largo la parte de mi comentario como usualmente lo hago.
De todas formas tal vez no duerma en seguida por que mis vecinos tienen el volumen de la musica como concierto de estadio D: y para acabarla...grupera....sin ofender a nadie, solo digo que no es una genero que yo disfrute por lo que no me relaja a la hora de dormir.

Las preguntas las respondere en el siguiente capitulo, aún pueden mandar por mensaje o comentario ;D

Una vez más, FELIZ AÑO NUEVO!!!!!

Los quiere: ......Yo.


El dios del final  - Suplicio -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora