A-Z Katsuyu

T de Tren

¿Alguna vez has tenido una fantasía loca?

A diario, a la mayoría de nosotros nos toca subir un tren para llegar a cierto destino a veces cotidiano, como el trabajo, la escuela o universidad. En todo ese tiempo a lo mejor has pensado que habéis encontrado a tu amor de toda la vida cuando por casualidad volteas y quedas encantado con aquella persona a primera vista. No la conoces, quizás la has visto una o dos veces por casualidad cuando comparten el mismo vagón. A veces la suerte te sonríe cuando el único asiento disponible esta a tú lado.

E imaginas, comienzas a crear una película en tu cabeza. Al menos era lo que Tsuyu Asui hacía.

La primera vez que lo vió creyó que era mentira que alguien como el pudiese tener dos preciosos rubis incrustados en sus ojos, cabellera salvaje y un cuerpo entrenado. Siempre olía a gasolina, lo que llevó a deducir que quizás trabajaba en alguna gasolinería, o era un químico.

Tenía un temperamento fuerte, lo supo al primer instante desde que vió su ceño fruncido, y la manera en que observaba con fastidió a su compañero con pecas. Quizás trabajan juntos por la familiaridad con la que se trataban.

«¡Kacchan! Eso es muy irresponsable de tu parte, no esperes que te ayudé con eso». Escuchó al de pecas una vez gritarle, las pocas veces que lo había visto tan exasperado... Así que ¿Kacchan? Dudó que sea su nombre real, ¿Quién podría llamarse de esa manera?

Sin querer empezó a reír ante la idea. ¿Se imaginan? Ella acercandose a el para poder entablar una conversación y de pasó abandonar toda esta mierda juntos y escapar donde nadie los encuentre, mientras le dice “Vamonos, kacchan”

Pudo ver como unas cuantas personas empezaban a verla raro por el repentino ataque de risa que le había dado. Al menos esperaba que 'Kacchan' no la hubiese visto o pensaría que era una rara. Pero para su fortuna desde hace rato habían llegado a la estación correspondiente del rubio.

Y entonces prosiguió a imaginar lo que pasaría si ella estuviese en una película o un anime de romance. Probablemente si ellos dos fueran los protagonistas, ella sería mucho más valiente y le preguntaría su nombre, pequeñas charlas cotidianas que podrían desencadenar una hermosa historia de amor entre ellos dos.

E imaginó...

“La tarde comenzaba a adueñarse del día, los hermosos colores anaranjados del sol que empezaba a despedirse para darle lugar a la luna y su manto de estrellas podían colarse por la ventana del tren. Principalmente en el, a quien dicho efecto le daba un bonito color carmín en sus mejillas, con ese ceño fruncido viendo hacia la ventana se miraba adorable. Agradecí profundamente que ambos estuviéramos sentados, es mas intimidante para mí cuando ambos estamos parados y la diferencia de altura es abrumadora. Me siento tan indefensa cuando estoy a su lado, algo raro en mi puesto que jamás me he dejado intimidar por nadie. Pero con el es diferente, no me da miedo su persona, me da miedo lo que provoca en mí cada vez que se acerca.

Nunca hemos hablado, ni siquiera un saludó cordial de buenas tardes o días. Cuando nos encontramos solo disfrutó de su presencia en completo mutismo. Quiero decirle algo, pero una fuerza extraña empieza a adueñarse de mí y me impide hablar, como si al hacerlo fuese a desfallecer frente a el. A veces lo observó de soslayo, asegurándome de que no me cache cuando lo hago. Pensará que soy una acosadora.

Pero casualmente hoy es el día indicado para hablar con el, no hay casi nadie en este vagón. Solo somos tú y yo. Si te digo 'Hola' será suficiente como para sentir que he hecho algo para darle luz verde a esto ¿Cierto? Pero... ¿Qué tal si el tiene novia? O peor ¡Esposa o prometida! No, imposible, jamás he visto un anillo en sus dedos, ni de compromiso o matrimonio. Pero aún no descartó que pueda tener una novia, es muy imprudente de mi parte ver si quizás tiene alguna marca en su cuello debido a algún chupón que esa hipotética novia pudo hacerle, así como Mina Chan se los hace a Kirishima kun.