Con lágrimas en los ojos se encontraba una chica de cabellera color rubio cenizo mirando al cielo. Si, lo admitía a pesar de siempre demostrar fortaleza y cero inseguridades en el Fondo el miedo al fracaso la carcomia y se extendía como veneno por todo su ser.
No, no era perfecta. Nunca lo fue.
Ella lo sabía, pero ese no era el problema. El problema era que desconocía el sentimiento de vacío e insatisfacción que saber aquello producía en una mente narcisista.
— ¿Katsura-San?— genial, lo que le faltaba. El idiota de Tsubasa la había cachado en un momento tan jodidamente vulnerable— ¡Pedazo de insolente! ¿No sabes que es la privacidad? — contestó tajante y a punto de ponerse en posición para darle una buen golpe para que no se haga ideas alocadas—pero ciertas— de ella.
— Perdón, no quería inoportunarte'kero— la pasó de lejos sin siquiera voltearla a ver. Acto que agradeció a la vez que le molestó— ¿Por qué me miras así Katsura-San? — inquirió el chico al darse cuenta de la mirada pesada que recaía en el— Si lo que te preocupa es que me ría de tí solo porque estas llorando... — ¡Callate!— lo interrumpió y en un ágil movimiento lo tomó de la camisa y lo jaló hacia ella de manera intimidante— ¡No estaba llorando! Que te quedé claro— con este último comentario lo soltó con tal fuerza que cayó y golpeó fuertemente con el suelo. Pero aún así no se inmutó« Jodido raro» pensó la chica mientras tomaba su mochila para alejarse de ahí— No hay nada de malo en llorar de vez en cuando— paró en seco al escuchar sus palabras, sus manos comenzaron a sacar chispas, se volteó furiosamente hacia el— Tus ojos son como dos soles ardientes, vivaces y feroces. Aunque a veces la Luna quiera quitarles el protagónico temporalmente...— antes de que pudiera reaccionar y atinarle un golpe en la cara sus palabras la hicieron vacilar— Siempre saldrán y brillaran con más fuerza, e incluso se dará cuenta que la Luna no es egoísta, si no que puede brindar un gran show junto a ella— ¿Hablas de los Eclipses? — inquirió menos molesta— Así es'kero— el joven con particularidad de rana le devolvió una cálida sonrisa a cambio de sus reproches. Momentáneamente sintió sus mejillas arder por lo cual apartó efusivamente su cara de su rango de visión.
— Maldito raro— le contestó un poco más calmada— ¿Puedo quedarme a ver el eclipse contigo?
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A-Z Katsuyu
Short StoryPequeños relatos de la peculiar pareja Katsuyu ordenados en orden alfabético.