Febrero {Q/Ji Changmin}

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6 de Febrero

No veía el momento de que se acabase la clase, estaba totalmente cansada y aburrida, y por si fuese poco mi cabeza no parecía querer concentrarse en otra cosa que en recordarme que me tenía que olvidar de Changmin. Por suerte estaba usando el truco que Luda me había dicho de grabar la clase con el teléfono, porque si no, no sería capaz de enterarme de nada. Ni siquiera me percaté de que la clase había acabado, hasta que no vi que había gente recogiendo sus cosas y saliendo de clase. Sin muchas ganas de moverme, recogí mis libros y mi estuche y salí de clase. Me sorprendió encontrarme con Changmin esperando frente a la puerta de nuestro aula.

—Changmin, ¿qué haces aquí?

—Estoy buscando a Luda, le voy a preguntar lo del baile. ¿Está aquí? —me preguntó Changmin, y yo eché un vistazo a la clase, antes de confirmarle que estaba ahí. Parecía estar bastante nervioso, sobre todo, porque no dejaba de mover la pierna.

—Buena suerte, te espero en la cafetería —le dije, dándole unas palmaditas en el hombro. No quería tener que presenciar aquello, además de que sería raro que me quedase, sería una cotilla si lo hiciese.

Al llegar a la cafetería me encontré con Chanhee, que se estaba tomando un café, mientras leía unos papeles. Me senté a su lado y dejó lo que estaba haciendo para mirarme fijamente.

—¿Llevas aquí mucho tiempo? —le pregunté.

—Un rato largo, sí —afirmó Chanhee—. Me sorprende que no estés con Changmin, más ahora que ha ido a hablar con Luda.

—Yo no pinto nada ahí, Chanhee.

—Bueno, es que como eres tan masoquista, pensé que no querrías perder la oportunidad de verlo en primera fila —me contestó con tono burlón y yo le respondí dándole un golpe en el brazo—. Es una broma, Eunbi.

—Idiota… Ya he decidido que voy a pasar página.

Chanhee soltó una carcajada sonora, haciendo que toda la gente que pasaba por allí se nos quedase mirando. Fruncí ligeramente el ceño, ¿qué le resultaba tan gracioso?

—¿De qué demonios te ríes?

—Perdona Eunbi, es que me ha pillado tan por sorpresa que me ha hecho gracia. No pensé que tomarías esa decisión, pero me parece que es lo mejor que podrías hacer.

—Tampoco es como si tuviese muchas opciones más…

—Hola Eunbi —Juyeon apareció frente a nosotros, con una sonrisa—. Hola…

—Chanhee.

—¡Eso! ¿No está Changmin con vosotros? Qué raro… —dijo Juyeon, sorprendido—. Pensaba que erais los tres mosqueteros.

—No, él está hablando con Luda. Le va a pedir que vaya con él al baile de San Valentín —respondí—. ¿Necesitas hablar con él?

—La verdad es que no, sólo preguntaba por curiosidad —contestó Juyeon con una sonrisa ladina—. En realidad, venía a hablar contigo, ¿puedo sentarme con vosotros?

Miré a Chanhee en busca de una respuesta, no quería tener a Juyeon aquí y que Chanhee se sintiese incómodo, pero él se encogió de hombros con indiferencia, así que me lo tomé como un sí.

—Claro.

—Genial —sonrió Juyeon, sentándose en frente de mí. Chanhee parecía observarle con atención—. ¿Haces algo hoy?

—Eh, bueno… sí, hoy tengo que ir a trabajar.

—Vaya, que mala pata. Necesitaba a alguien que me ayudase para escoger algún regalo para Haknyeon. Su cumpleaños es el mes que viene, pero es que se me da muy mal hacer regalos y siempre lo acabo dejando para el último momento —me explicó Juyeon—. Pensé que podrías ayudarme.