Febrero {Q/Ji Changmin}

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9 de Febrero

Parte 2

—¿Qué?

—He dicho que me gustaría que vieneses al baile conmigo, Eunbi —repitió Juyeon.

No había sido mi imaginación, después de todo. Era real, muy real, más de lo que me gustaría. Miré a Changmin y a Chanhee, buscando que alguno me ayudase, pero rápidamente me di cuenta de que no necesitaba su ayuda. ¿Por qué iba a querer huir de Juyeon? Él se había portado muy bien conmigo y yo todavía no tenía pareja para el maldito baile, así que, ¿por qué estaba buscando una excusa? No podía seguir haciéndome ilusiones como una idiota, pensando que quizás Changmin tendría algo que objetar, eso no iba a pasar. Lo que me preocupaba era como iba a reaccionar Bona ante esta situación, aún no había respondido y su expresión ya era seria. Si antes le caía mal, ahora le iba a caer peor.

—La verdad es que… me encantaría ir contigo.

La boca de Juyeon se curvó en una sonrisa:

—Me alegra oír eso.

—¡Ya iba siendo hora! —exclamó Hyunjae, alzando las manos al cielo—. Pensaba que no se lo pedirías nunca.

—Cállate Hyunjae… —contestó Juyeon, frunciendo ligeramente el ceño.

—¿Por qué…? Sólo estoy señalando lo obvio —dijo Hyunjae, haciendo un puchero antes de darle un sorbo a su bebida.

Se había creado un silencio muy incómodo entre nosotros y nadie parecía estar dispuesto a decir la primera palabra para romperlo. De hecho, daba la sensación de que toda la cafetería se había quedado en un silencio absoluto. Miré a Chanhee, que me devolvió una mirada compasiva mientras se encogía de hombros. Luda estaba jugueteando con algunos mechones de su pelo y Haknyeon cogía sus pasteles, observándolos como si fuesen lo más interesante del mundo. Mis ojos se encontraron con los de Changmin, pero este retiró la mirada hacia otro lado con rapidez. Bona se levantó entonces de su asiento, haciendo un poco de ruido al mover la silla.

—Voy a ir al baño un momento —dijo Bona con un tono de voz apagado, sin mirar a nadie.

—Bona… —Luda se levantó para seguir a su amiga, sin embargo, yo también me levanté al mismo tiempo.

—Deja que yo hable con ella.

—Pero Eunbi…

—No te preocupes Luda —respondí con una pequeña sonrisa.

No quería seguir escondiéndome detrás de Changmin, escondiéndome de todas las situaciones problemáticas. Tenía que aprender a mirar la vida de frente y a tomar mis propias decisiones, y estaba dispuesta a recibir toda la ira de Bona. Al fin y al cabo, yo era la causante de su dolor. Entré al baño y vi a Bona apoyada sobre el lavabo, con la cabeza gacha, su largo pelo de ébano tapaba su cara, así que no podía ver su expresión desde lejos. Al notar que había alguien en el baño, Bona se enderezó y dirigió su mirada hacia mí, su expresión se endureció.

—¿Por qué estás aquí? —me preguntó Bona de forma directa.

—Esto que ha pasado ha sido tan inesperado para ti como para mí, pero entiendo que estés enfadada —contesté, tratando de mantenerme firme—. Sé que todavía sientes cosas por Juyeon. Jamás he buscado meterme en medio, para mí Juyeon es un amigo, un buen amigo. Nada más.

Bona suspiró y su postura corporal se relajó.

—Ya lo sé Eunbi, no estoy enfadada contigo. Solo estoy un poco frustrada —su confesión me sorprendió, pero no dije nada y seguí escuchando—. Siempre me he esforzado mucho para conseguir las cosas que me proponía, pero con Juyeon es diferente. Las chicas suelen pensar que Juyeon solo es un chico con una cara bonita, solo van con él por interés.